20 diciembre, 2013

La serie del año: Breaking Bad. Lo primero ¿es la familia?


"En la carretera de la vida te desvías, un día cualquiera, por un camino equivocado, y basta ese leve error para que todo empiece a irte raro y entres en una pesadilla imparable."

Enrique Vila - Matas, sobre Breaking Bad

Algún día cuando no tenga nada más para ver, cuando me haya aburrido de todo lo demás, voy a ver Breaking Bad. Eso era lo que decía, lo que opinaba este barrio sobre la multipremiada serie de Vince Gilligan. Breaking Bad no era una opción, más bien, era el último orejón del tarro.
Entonces, ¿por qué dedicarle un lugar en el balance? qué cambió?
Justamente Breaking Bad es la narración de una metamorfosis.
De Walter White, un tibio profesor de química de colegio, con un pronóstico de vida de 6 meses, una esposa embarazada, preocupada por sostener y afrontar las dificultades económicas que vendrán y convertirse en el único sostén de la familia , un hijo discapacitado, a su alter ego malvado: Heisenberg, su nombre de guerra callejero, narco por coincidencia o desesperación, llevado por la avaricia, la venganza y la locura. Rara avis de criminal/empresario, dueño y productor de la mejor metanfetamina que se comercializa en las calles de Nueva México.
Pero dicen que a cada chancho le llega su San Martín y Breaking Bad tiene a Jesse Pinkman, ese ex alumno del Sr. White, adicto a las drogas y a las malas compañías, devenido socio en el negocio de la producción de metanfetaminas, irresponsable y en igual medida encantador, capaz de enamorarse (y enamorarte), amigo y defensor de los niños, preso del círculo de manipulación de Walter White pasa de la euforia y el descontrol al sopor y al deseo de empezar de cero.

¿Quién de los dos es el bueno y quién el villano? Lo cierto es que Breaking Bad no puede sostener la premisa con la que arrancó: "un buen hombre que toma malas decisiones". White cambia tanto que no se reconocería como aquel tipo pusilánime de la 1ra. temporada. Es más, la mayoría de las veces está orgulloso de sus actos, a pesar de las terribles consecuencias que sufre el entorno.
Entonces, vuelvo a una de las preguntas iniciales ¿qué cambió Breaking Bad para estar en el balance y ganarse un lugar exclusivo?
TODO. Alteró nuestros horarios, nuestro sistema nervioso y nos dejó un vacío, por ahora, imposible de llenar. Pasó de ser la última opción a ser primera, de necesidad y urgencia.
5 temporadas en 1 mes y medio. Un récord que ni el gran Tony Soprano pudo igualar.

Este año Breaking Bad cerró el laboratorio, pero en el vecinito los invitamos y alentamos a abrirlo, cuando ustedes quieran, cuando estén preparados. Saquen la tabla periódica, hagan sus ensayos y no se olviden de usar guantes y máscaras.
Mientras tanto, los que ya volvimos de ese viaje desértico con Heisenberg y Jesse seguiremos sacando conclusiones, viendo videos, especiales, repasando grandes momentos. Quizás, de esa manera podemos sentirnos menos solos.

En este video, una excelente recopilación desde la temporada 1 a la 4.


Bryan Cranston (Walter White) ganó durante 3 años consecutivos el Emmy como mejor actor en una serie dramática. Su coequiper,  Aaron Paul (Jesse Pinkman), también se llevó durante 2 años el Emmy como mejor actor de reparto en una serie dramática.
Por último, en 2013 Breaking Bad ganó el premio a la mejor serie dramática.

Merry Breaking Christmas!

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