21 diciembre, 2012

Balance de lectura 2012


Este año me tocó viajar; y cuando digo viajar me refiero a varias horas destinadas sólo para llegar a mi lugar de trabajo. Si hago la cuenta me amargo, y como estamos en época de balances voy a intentar ver (y de paso mostrarles) el vaso medio lleno. Ahí es donde entran ellos: los libros. Lo sé, no descubrí la pólvora y todos sabemos que un buen libro puede llegar a ser una excelente compañía. Además, todos los que me conocen saben que la lectura es uno de mis pasatiempos favoritos, sólo que en este 2012 los libros volvieron a cobrar protagonismo y se convirtieron en amigos de viaje. Parada, sentada, con calor o con frío, con hambre o cansancio caminé por los pasillos del subte con escritores ingleses, holandeses, norteamericanos, alemanes, ¡islandeses! Fue un año subterránemente europeo. 
El tiempo de viaje puede variar, las condiciones también. Lo que no cambia es el gusto por vivir distintas historias. Por eso este es el balance librístico del año!
Nota: Se incluye un par de abandonos también.


Siempre nos quedará París
José Pablo Feinmann

José Pablo Feinmann puede escribir sobre filosofía, política y actualidad, pero cuando se dedica a escribir sobre cine...me puede. El motivo se cae de maduro: amo el cine y, por esas cosas de la vida y como les pasa a muchos, José Pablo también ama el cine, las series y le gusta describir minuciosamente determinados personajes del cine y la televisión. Él es capaz de escribir con la misma devoción sobre Scarlett Johansson que sobre un bicho tan asqueroso como Alien.
En Siempre nos quedará París Feinmann pone el acento en cuestiones humanas y las vincula con grandes películas. Nos habla de la inmortalidad a través de Drácula, la religión y las películas de Woody Allen, el sentido de la justicia y Batman, la cuestión del poder y El Rey León, por mencionar algunas.
Siempre nos quedará París no falla. Apto para todos los amantes del séptimo arte.
Se recomienda el ejercicio de leer el libro y volver sobre cada una de las películas a las que hace mención. Doblemente disfrutable.


Los descendientes
Kaui Hart Hemmings
Cuando me enteré que este año se estrenaba una nueva película de Alexander Payne y que su protagonista era nada más ni nada menos que George Clooney, fueron motivos suficientes para salir corriendo a la librería y comprar Los descendientes.
Entrar en la polémica si la película hace honor al libro es una discusión pasada de moda. Yo tengo una teoría: aquel que decide leer el libro antes de entrar a la sala de cine no se aburre, por el contrario, disfruta el doble! Vuelve a vivir la historia y a sus personajes. Siempre es divertido encontrar en la pantalla esos detalles que leídos anteriormente hicieron volar nuestra imaginación.
Los descendientes cuenta el difícil momento que debe afrontar uno de los mayores terratenientes de Hawaii, Matthew King, cuya esposa está en coma irreversible. Dado el estado de situación se impone la tarea de reunir a amigos y familiares para comunicarles la noticia mientras debe lidiar con dos hijas que apenas conoce y otros asuntos desagradables ocultos de su matrimonio venido a menos.
Suena terrible...y lo es, pero la autora nos lleva de la mano por las playas de Hawaii, donde reside actualmente, y hace el entorno más amable.
La película tendrá su consabido espacio en el balance cinéfilo del vecinito.
Coming soon...


El Gran Gatsby
F. Scott Fitzgerald
Este fue el año que redescubrí a Fitzgerald y me volví su fan. Digo redescubrí porque hace algunos años había leído esta novela, pero no era el momento. Fue parte de un curso de inglés y tenía el gustito a obligación académica, por así decirlo.  
Por suerte tuve mi revancha. Una vez más, y gracias al cine, decidí volver a leer El Gran Gatsby. Está previsto que en 2013 se estrene la versión cinematográfica de Baz Luhrmann protagonizada por Leo Di Caprio.
Leer a Fitzgerald es sentirse en uno de esos salones lujosos que describe, en plena era del jazz. Hay bailes y jóvenes ricos y famosos, con opulentos estilos de vida.
Jay Gatsby, quien da nombre a la novela, es uno de ellos. Misterioso y atractivo todos dicen conocerlo pero poco saben si ese joven que ofrece fiestas con canilla libre de alcohol y jazz es un asesino, un espía, un héroe de guerra o simplemente un joven que se convirtió en uno de los millonarios más codiciados.
Lo bueno de la lectura es que va forjando nuestro gusto, nuestra preferencia. Fitzgerald es MI escritor del año. El Gran Gatsby fue sólo el comienzo. Por suerte, tengo mucho jazz por delante.


Las ovejas de Glennkill
Leoni Swann
Desde hace un tiempo sostengo la extraña idea que empezaré a leer policiales una vez que cumpla los 40. En la biblioteca de mi casa materna hay historias de abogados, amor, pero sobre todo...policiales. Crecí rodeada de las obras completas de Agatha Christie y sin embargo, cada vez que lo intenté, no pude. A mi me gusta pensar que hay momentos para todo. Y hasta ahora no es el momento de los policiales.  Sin embargo, este año me acerqué bastante al género aunque de manera surrealista.  La simpática novela de esta chica alemana cuenta qué sucede con un rebaño de ovejas que pastorea en la pintoresca aldea de Glennkill cuando descubren que su pastor fue asesinado con una pala atravesada el pecho. No hay pistas, sospechosos ni testigos. En ésta novela las ovejas tienen la mentalidad de lo que son: ovejas. Sin embargo, su pastor tenía la costumbre de leerles en voz alta cuentos de hadas, novelas románticas, tratados de enfermedades del ganado lanar y, sobre todo, novelas policiales. Es así que, con este background literario y la simple observación de los comportamientos de los humanos que las rodean, deciden investigar el crimen del pastor con todas las limitaciones que se les presentan.
Hace rato no me reía con una novela. Leoni Swann no sólo lo logró, sino que me acercó al género y preparó el terreno para mis 40 y la llegada de los policiales.
Por si fuese poco, las ovejas de Glennkill tiene una segunda parte ("Que viene el lobo"), una figurita difícil en nuestro país. Será cuestión de esperar o, por qué no, encargar.
  

El año de la liebre
Arto Paasilina
¿Humor ecológico? Es la primera vez que leo algo de este autor finlandés conocido por sus historias delirantes. En primer lugar debo decir que me dejé llevar por la foto de tapa, después me metí en la historia de Vatanen, el protagonista del año de la liebre. Vatanen es un periodista harto de su trabajo, su matrimonio y su vida en la ciudad que, por accidente, se cruza con una liebre que cambia su vida y su rumbo. El incidente con el simpático animalito es la excusa perfecta para que su protagonista renuncie a todas aquellas cosas que frustran su vida. Renuncia a sus posesiones y  obligaciones para convertirse en el loco del lugar, "el tipo de la liebre".
Paasilina utiliza a la liebre como símbolo de la metamorfosis del protagonista y retoma el mito de la liebre como amuleto de la suerte.
Que levante la mano aquel que alguna vez no tuvo la fantasía de largar todo e irse bien lejos. En el año de la liebre podemos vivirla junto con Vatanen y el humor bizarro de este autor finlandés.

El insólito peregrinaje de Harold Fry
Rachel Joyce
Todos leímos o vimos alguna vez esas historias que hablan de viajes de autodescubrimiento. Hay infinidad de películas que muestran a sus protagonistas capaces de vivir situaciones extremas con tal de pegar un volantazo en su vida.
Entonces no es casual que esta historia también vaya a convertirse en película, según lo que estuve investigando. Tiene todos los elementos necesarios para convertirse en una: historia de fe con mensaje esperanzador incluido.
Harold Fry es un viejito jubilado que un buen día recibe una carta de una antigua compañera de trabajo a la que no le queda mucho tiempo de vida y él siente que le debe un gran favor. Responde la carta pero, en lugar de dejarla en el buzón decide entregarla personalmente con todo lo que eso implica. Calzado inadecuado, los achaques de su edad avanzada, su mujer preocupada por el comportamiento atípico y su estado de salud, inclemencias climáticas, desafíos propios de la naturaleza, personajes que se le adosan e interfieren su camino, otros que en cambio se convierten en guías espirituales, etc.
Nada nuevo bajo el sol, pero cuando estamos a punto de flaquear o andamos medio desanimados o cansados, esta lectura viene como anillo al dedo.
Su autora fue actriz de teatro y televisión antes de dedicarse a la escritura. Autora de obras dramáticas para Radio 4, la prestigiosa emisora de la BBC. Ésta es su primera novela. 

El lector
Bernhard Schlink

Cada vez que merodeaba los estantes de las librerías chusmeaba este libro y terminaba dejándolo. Siempre parecía haber algo que le ganaba a El Lector...hasta que llegó a mis manos gracias -una vez más- al cine. Esta vez fue a la inversa: primero disfruté la película y después leí la novela en 3 días. En ese corto lapso de tiempo me di cuenta todo lo que me había perdido cada vez que manoteaba el libro y decidía postergarlo. Por suerte nunca es tarde y hoy, gracias al regalo de una amiga, tengo en mi mesita de luz otro libro de este autor para disfrutar en las merecidas vacaciones.
El lector cuenta la historia de amor entre Michael Berg, un joven de 15 años y Hanna, una mujer de 36 que trabaja en el tranvía y esconde un pasado controvertido en un campo de concentración.
En cada encuentro amoroso Hanna le pide al "niño", así lo llama, que le lea fragmentos de las obras literarias que él estudia en la escuela. Es una condición que fija Hanna y queda establecida en la pareja. Así transcurre la adolescencia del protagonista hasta que un día ella desaparece de su vida. El reencuentro de ambos será varios años después, en un banquillo de un tribunal donde Hanna, su amor de la adolescencia y de su vida, es acusada por su pasado nazi.
Una novela adictiva y escrita como los dioses.
Para seguir leyendo a Schlink.  



Que el mundo me conozca
Los enamorados
Alfred Hayes

Que el mundo me conozca fue el primero. El primero que leí de Hayes. Después una amiga me pasó Los enamorados. Si te gusta uno, te va a gustar este otro- me dijo. Y no se equivocó. Alfred Hayes, británico de nacimiento pero criado en New York, escribe historias de amores fallidos, destinados al fracaso y a la repetición.
Sus libros se leen con ansia y emoción. Son cortitos pero intensos.

Se acabó el pastel
Norah Ephron
En este blog hablamos mucho de Norah Ephron y a esta altura todos saben por qué. Este año en el que Norah tuvo la mala idea de abandonarnos para siempre a causa de una leucemia, se editaron algunos de sus libros y no podía dejar de tener algo de ella en mi biblioteca. En los 80, este libro fue película y se llamó Heartburn.  Jack Nicholson y Meryl Streep protagonizaron esta historia inspirada en el primer matrimonio de Norah Ephron.
Este libro es lo más parecido a un sube y baja. De repente se está en las alturas pero cuando nos queremos acordar estamos mordiendo el polvo. Es tragicómico, como la vida.
Una novela que nos habla de la vida conyugal de Rachel y Mark, las idas y venidas, el amor y el desamor, la infidelidad, el embarazo, el terror al compromiso, por supuesto atravesado por las recetas de cocina (Rachel es periodista gastronómica). Si uno lee este libro entiende por qué Norah Ephron decidió hacer unos años después una película sobre el amor por la comida como Julie and Julia, y además decidió premiar a Meryl Streep con el personaje de Julia Child. Ya bastante mal lo pasó en Heartburn. Jack Nicholson es capaz de sacarle canas verdes a cualquiera.
Imperdible del libro: su vinculación del puré de papas y el amor. En cualquier momento, sale en un post. O si les intriga mucho, compren su libro! Vale la pena.  

Juliet, desnuda
 Nick Horny

Juliet, desnuda fue un libro préstamo, pero merece un lugar no sólo en mi biblioteca, sino en toda biblioteca que se precie de buena literatura. No es novedad que Nick Horny es un gran escritor. Él fue el culpable que todos nos enamoremos por los siglos de los siglos de John Cusack en Alta fidelidad, que simpaticemos con el very british Hugh Grant en About a boy, conocida como Un gran chico. Como ser buenos, En picado son otras de sus novelas, pero Juliet desnuda se lee de un tirón y con una sonrisa en el rostro constante.
Duncan y Annie viven una vida sin demasiada emoción en una aburrida ciudad de la costa este de Inglaterra. Con el tiempo, más que pareja se han convertido en compinches. Lo más excitante en sus vidas es cierto fetichismo que siente Duncan por un viejo rock star norteamericano de los 80 llamado Tucker Crowe. Un misterioso incidente aleja al músico de la escena, hasta que 20 años después aparece un disco con versiones inéditas llamado Juliet, desnuda. Se instala el debate febril por un músico venido a menos y algo más que a Duncan se le escapará de las manos: su novia.


La cena
Herman Koch
La Cena, como su nombre lo indica, transcurre durante una cena. Cada capítulo es una instancia de ella: entrada, plato principal y postre.
Leer este libro me llevó a recordar Un Dios salvaje, esa película en la que todo transcurre durante una reunión entre dos parejas de padres supuestamente preocupados por un incidente entre sus respectivos hijos donde terminan exponiendo todas sus miserias antes que abordar el incidente de sus hijos.
En esta primera novela del escritor holandés, la tensión va creciendo conforme avanza la cena en cuestión. Acá también se dilata el motivo real por el cual están reunidos los padres: un hecho de violencia grave de sus hijos.
Koch es un escritor para tener en cuenta. Me encantó.
Casa con piscina es el segundo libro que ya puede conseguirse en nuestras librerías y seguramente ideal para pasar nuestra época estival. 
Para leer al lado de la piscina, como su nombre lo indica.


Las mascotas
Bragi Olafsson

Una vez más me dejé llevar por el dibujo de tapa. Me gustó la imagen invernal, el nombre de la novela y obviamente me llamó la atención que su autor también es músico. Formó parte de una banda punk islandesa que lideró Bjork en los 80.
Las mascotas nos habla de aquellas personas que vuelven a nuestra vida y que, aunque nos de pudor decirlo, nos dan un poco de vergüencita y temor.
Emil, el protagonista de la novela, acaba de ganarse la lotería y recién llegado de un viaje de placer por Londres, destinado pura y exclusivamente a la compra obsesiva de libros y películas, su vecino le comenta que un hombre misterioso anduvo merodeando cerca de su casa y dice ser su amigo. De acuerdo a la descripción, Emil sospecha de quién se trata y teme por su vida y sus planes inmediatos: encontrarse con su cita que logró pautar en el avión, esa misma noche. Sus planes están a punto de fracasar, lo que no sabe es cuan bajo se puede llegar con tal de no cruzarse con su antiguo ¿amigo?

Los abandonados:

It
Stephen King

Aclaro que It fue abandonado sólo por una cuestión volumétrica. Este libro es como el libro gordo de Petete, difícil de cargar a diario en los vagones del subte/colectivo. La historia del payaso siniestro será retomada en locaciones más cómodas, como el sillón de casa.


Cosmópolis
Don De Lillo

Tenía muchas expectativas con este libro y, por suerte, también fue un préstamo. Por suerte porque nunca pude terminarlo. Finalmente no logré conectar con la historia de este joven millonario que transcurre durante un día de furia en su limousine.
Me queda ver la película de Cronenberg.
Ninguna culpa.
Hay cosas que no funcionan. Tan simple como eso.

Por un 2013 lleno de buenas y más lecturas!!!!!

18 diciembre, 2012

Balance: Discoterapia

Este es un balance. Y no.
No es un balance porque no se trata de discos que hayan salido este año, ni siquiera clasifican en la categoría de clásicos. Algunos pasaron desapercibidos en su época y quizá para muchos de ustedes pueden resultar insignificantes. Sin embargo, sí es un balance porque ocupan un lugar privilegiado en mi discoteca y en mi corazón. Son los que alegran mi vida, calman angustias, ansiedades y, por irracional que parezca, sería capaz de salvarlos de un incendio. Esta selección caprichosa está lejos de ser una recomendación, es una elección de vida. Por si quedan dudas, estos son mis 10 discos favoritos de todos los tiempos.
Quien quiera oír, que oiga.

The great escape
Blur
Blur-Oasis. El Boca-River de la movida brit pop de los 90. O estabas de un bando o del otro. Me gustaba Oasis, pero más me gustaba Blur. Los chicos de Blur tenían cortes de pelo cool y usaban gafas de marco negro al estilo Clark Kent cuando nadie se atrevía a usarlas.
The great escape es un disco que no pasa de moda y sólo refuerza mi deseo por verlos en vivo. Es un mal necesario. Los años pasan pero hay cosas que no cambian nunca: sigo cantando In the country a los gritos y reposo con Best Days o esa hermosa canción carrousel que es Ernold Same.
Dicen por ahí que Blur podría venir el año que viene. Quizá haya que escucharlos más seguido...
Quién te dice, a lo mejor, uno de mis sueños termine por cumplirse...

The heart of the Saturday's night
Tom Waits

Nadie puede ensartarse con este disco. Uno sabe qué va a escuchar. Es sórdido, especial para noches de invierno.
Ideal para enamorarse, derramar algunas lágrimas y brindar por la salud de Tom Waits.
Al menos, una vez en la vida, hay que esperar un llamado teléfonico de ese chico/chica que te gusta y dejar que suene de fondo Please, call me baby.
La espera puede ser más teatral, pero a la vez más soportable gracias a la voz de Tom Waits.

Manhattan
Music for the Woody Allen Film

Hace algunos años, mi jefa trajo este disco a la oficina y todo se volvió más amable. Las tareas se alivianaron, el humor cambió y descubrimos que, además de pasar muchas horas juntas en el mismo lugar, compartíamos una misma pasión: las películas de Woody Allen.  Escuchar Manhattan es recordar el buen cine que nos dio el gran y pequeño Woody. Es un disco que va bien en todo momento y lugar.
Creo que Woody Allen, en su famoso recuento final sobre las cosas por las que vale la pena vivir, olvidó mencionar la banda de sonido de esa maravillosa película.

El regreso
Andrés Calamaro

El regreso fue un disco que marcó la resurrección de Andrés Calamaro y, de algún modo, la mía. Llegó a mis manos en un momento muy particular: crisis, mudanza, vuelta a las aulas. Fue un regalo de gente nueva y querida que compartía la misma obsesión por "el cantante". Sólo por Andrés fuimos capaces de soportar avanlanchas, quedar incrustados en las vallas de adelante para leer sus labios y sufrir sofocones en pleno diciembre cada vez que convocaba a sus recitales.
Y así pasaron los años.
Andrés cambió mucho y yo me puse un poco más grande. La obsesión ya no es tal, pero el recuerdo de lo que fue permanece. Crecí con su música y sus posters pegados en las paredes de mi habitación. No puedo ser objetiva al respecto. Por suerte, por cada una de esas canciones horribles de su última época hay millones de canciones hermosas como Señal que te he perdidoPasemos a otro tema, Nos volveremos a ver, Por mirarte...muchas no están en El Regreso, pero sí está Paloma y las ilusiones que han venido, como decía Andrés...en su buena época.

 Christmas Songs
Diana Krall

Hay quien dice que los músicos deciden versionar las típicas canciones navideñas norteamericanas cuando quieren ganarse unos mangos sin pensar demasiado. Sinceramente...no me importa. Me encantan las canciones navideñas yankees y la voz de Diana Krall hace todo más ensoñador y elegante. Escuchar este disco es patinar en Central Park, comprar los regalos en Bloomingdale's, tomar un frapucchino en Serendipity y decorar uno de esos pinos de verdad. Si les pasa todo esto sólo hay una única explicación posible: mucha comedia romántica navideña encima made in Hollywood. Y es que el disco suena a espíritu navideño newyorker.
Christmas Songs de Diana Krall es capaz de reconciliar al más apático en las fiestas. Es ideal como música de fondo mientras descorchamos un espumante bien frío y abrimos los regalitos bajo el árbol, pero también es recomendable escucharlo siempre, así intentamos cumplir con la misión de Dickens: Vivir con la Navidad en el corazón todo el año. Un lindo desafío.

In between dreams
Jack Johnson

Jack es mi gurú. No sólo compone canciones friendly sino que además parece buen tipo. Si uno lo ve dan ganas de vivir toda la vida en ojotas y bermudas. Su música aplica a cualquier situación. Se puede escuchar cualquier disco de Jack Johnson con el primer mate de la mañana, como música de fondo mientras se disfruta una buena lectura, bajo el sol en una playa o tapado hasta la nariz en pleno invierno. Como sea, siempre remite a situaciones ociosas. ¿Hay algo más lindo que vivir de vacaciones? Escuchar a Jack es lo más parecido a esa idea.

Mercury falling
Sting

Nunca fui ni seré fan de The Police, pero sí de Sting. Raro pero cierto. Mercury falling fue un disco que gasté y pasó sin pena ni gloria, excepto por el track Let your soul be your pilot, tema de difusión en aquella época en que apareció. Mercury falling es un disco de otoño. El mismo arte del disco nos lo dice. Fotos color sepia, blanco y negro, grises...más no por eso triste, aunque sí un poco melancólico.
Es recomendable escucharlo con un rico té mientras se relee una novela de Jane Austen.
Mercury falling es pura poesía, y un placer adicional escuchar a Sting cantar en francés en la belle dame sons regrets. Sin palabras.

Sleepless in Seattle
Music from the film

Desde que tengo uso de razón la película Sintonía de amor se convirtió en uno de mis objetos fetiche. En aquella época Tom Hanks no tenía panza y Meg Ryan no había abusado del botox. Hablaban de magia y señales, dos conceptos que me acompañan al día de hoy. Es así, algunos siguen a Ravi Shan Kar como guía espiritual y otros seguimos las películas de Nora Ephron.
La banda de sonido de esta película es (como se dice en la película) mágica,  y nos recuerda ese final en el Empire State mientras Jimmy Durante canta "Es tan imporante hacer feliz a alguien..."
Sólo apta para románticos incurables.

 It's not too late
Norah Jones

Como el nombre del disco lo indica "No es demasiado tarde" para descubrir a Norah Jones.
En un principio Norah se me hacía monótona, me aburrían sus canciones y no encontraba cuál era el secreto de su éxito. Seguramente sigo sin encontrarlo, pero aprendí a disfrutar de su música y su voz medio cansina. Es ideal escuchar este disco una vez que se traspasa el umbral de casa. Me da mucha tranquilidad y logra desenchufarme de la locura diaria. 
Track favorito: The nearness of you.

The Artist
Music from the film

En unos días se vendrá el balance cinéfilo 2012 de este blog y hasta ese momento no quería revelar cuál era la película que este año logró desbancar a muchas de mi top ten personal. La que me hizo reír, llorar y volver a enamorarme del cine. Pero, sólo por una cuestión de tiempo, la discoterapia le ganó al balance cinéfilo y me veo en la obligación de revelarles antes del tiempo deseado que El Artista fue esa película. LA película. Por ser una película muda, la música es importantísima y Ludovic Bource no podía haber hecho mejor trabajo que esta banda de sonido. 
Grabada por la Filarmónica de Bruselas y disfrutable aquí y en todo el mundo. Es tragedia, alegría, romance. Todo. Todo lo que El Artista nos supo mostrar sin palabras.

Bonus track:

X
Inxs

Hoy, escuchar Inxs puede resultar latoso, viejo y algo peor: puede decepcionar, pero a pesar de ello no puedo dejar de mencionar a la banda australiana que despertaba mis mayores fantasías en mi adolescencia. X no fue el mejor disco pero sí la puerta de entrada al fanatismo que llegaría después. Musicalmente tenía un par de hits: Suicide blonde (dedicado a su novia de aquel entonces, Kylie Minogue) y By my side, el lento que llegamos a bailar en el boliche. Fue un disco que marcó mi tránsito del radiograbador al equipo de música con cd incorporado. Puro romanticismo. Fue el primero que me regalaron y el primero que tuve. El arte del disco resultaba ser un poster que incluía las letras. Michael Hutchence era fotogénico, sexy y tenía unos rulos envidiables. Tuve la suerte de verlo a él y a sus rulos sangolotearse en la cancha de Velez, antes de su muerte, allá por los 90.
Quizá es oldie y melancólico incluir este disco pero en igual medida es un recuerdo necesario.

14 diciembre, 2012

Plan de viernes: Siempre hay un motivo real para brindar

Toda la noche brindo y que la mañana venga.
No es un momento triste ya que brindo con amigos;
brindo por el futuro con la noche de testigo.
(Los Rodríguez)

Porque se acaba el año,
Porque el vecinito y yo cumplimos años,
Y por si acaso se acaba el mundo, como decía la gran Raffaella Carrá, este fin de semana decidimos celebrar y brindar por todas estas cosas, y las que vendrán, con nuestros queridos amigos.
Y con los que pasan por este barrio, va un brindis virtual también!
Buen finde!!

11 diciembre, 2012

Balance serial: De buenas esposas, gente bien y amistad

Hubo un tiempo en el que nos codeábamos con médicos de emergencia en Grey's Anatomy, intentábamos dilucidar misterios de la isla  de Lost, nos sentábamos a tomar café con los chicos de Friends, rengueábamos a la par de House, pero toda esa época terminó. Hoy la mayoría de las series norteamericanas parecen haber hecho foco en musicales estilo Glee,  historias de vampiros para adolescentes o las eternas versiones de CSI
Con este panorama actual nuestra grilla serial se acotó, pero no por eso abandonamos el formato. Las series siempre serán una de las mejores cosas que le pasó a la televisión.
Desde este humilde espacio, y siguiendo la temática "balancera", a continuación una brevísima impresión de las 3 series que seguimos durante el 2012. Muy diferentes entre sí pero igual de buenas.

The good wife o Cómo volver a empezar

Nunca me gustó Julianna Margulis. Me refiero desde aquella época que se desempeñaba como jefa de enfermeras en ER y (para envidia de muchas) conquistaba el corazón del pediatra George Clooney. Pero me equivoqué. Julianna Margulis no sólo es una excelente actriz sino que parece haber nacido para ser esa buena esposa que da nombre a la serie. Su marido, Peter (Mr. Big para todas las que seguimos Sex and the City) es un reconocido político que se ve envuelto en un escándalo sexual y es acusado por malversación de fondos, motivos suficientes para pasar una temporada entre rejas.
Alicia no sólo sufre por la traición de su marido sino que debe afrontar la humillación pública ante cada broma pesada que circula por YouTube, el amarillismo de algunos periodistas y programas de chimentos, preservando a la vez a sus hijos adolescentes del escándalo. Afronta la situación con tal dignidad que caminamos erguida como ella, bebemos de su copa diaria de vino cuando llega la noche, nos bajamos de esos tacazos que usa y nos solidarizamos con el género femenino que propone The good wife. En este escenario caótico Alicia vuelve a ejercer su profesión de abogada y, con una ayudita de su antiguo compañero de facultad, Will Gardner, ingresa en el buffet Lockhart Gardner y Asociados.
Will se convertirá en su jefe, ángel de la guarda y algo más. 
Cada capítulo combina un caso jurídico con los chanchullos personales de los protagonistas.
The good wife es una serie terriblemente adictiva y escandalosa. Todo el cast es creíble pero se destaca la investigadora del bufet: "Kalinda con botas". Cualquiera sea el pronóstico meteorológico, Kalinda no se baja de sus botas y no va a ningún lado sin su libretita. Sus caras y expresiones valen la serie. Y no sólo eso: es tan buena que puede llegar a hacerle sombra a la mismísima protagonista.
Todos saben que el escándalo vende. The good wife es prueba de ello.   

 Downton Abbey o Cómo mantener las formas

Es un hecho: todos los que disfrutamos las películas "de época" vamos a regodearnos de placer con Downton Abbey. Tiene todos lo que tiene que tener; escenarios majestuosos, vestuario exquisito, parlamentos filosos, pero sin perder nunca lo más importante: la elegancia. 
La serie nos transporta al año 1912. La vida en Downton Abbey cambia cuando el futuro heredero muere en el hundimiento del Titanic. El nuevo heredero es un joven abogado llamado Matthew, primo lejano del conde y nada familiarizado con la vida aristocrática. El conde Robert Crawley y su esposa la condesa Cora tienen 3 hijas mujeres: Mary, Edith y Sybill que no pueden heredar. Este cambio en la fortuna producirá un quiebre en los miembros de la familia.
La originalidad de esta serie británica es que retrata la vida del personal de servicio afectado a esta familia. Lo que nunca nadie nos mostró lo hace Downton Abbey. Miserias, amores, traiciones, casamientos, guerras, celos. Downton es un juego de rol constante entre mayordomos, cocineras, ama de llaves y demás servidumbre que cubre las espaldas de la familia Crawley. Ver esta serie es espiar por el ojo de la cerradura, es ver un "detrás de escena" entre sirvientes y todos los escalafones que nadie nos cuenta, mientras un montón de gente elegante con títulos nobiliarios sale de cacería.
Lo malo es que las temporadas son muy cortas, o son tan buenas que pasan volando!


Will and Grace o Cómo encontrar al hombre perfecto

Como mencionamos anteriormente, los personajes de Friends pasaron mucho años tomando café en tazones coloridos. Los de Will and Grace se inclinaron por las bebidas espirituosas. Fueron 8 temporadas dosificadas con copas de vino, vodka y otros tragos.
En Friends, una serie cuyo punto central era la amistad, muchos terminaron comprometidos entre ellos mismos o con hijos. En Will and Grace el foco fue la amistad hasta el final.
Will and Grace es ácida. Incluso su humor puede ser cruel. En Friends lo políticamente incorrecto, si cabe la mención, venía por el lado de Phoebe y no mucho más.
Friends y Will and Grace pueden ser parecidas, pero no lo son. Sí tienen algo en común: las dos son divertidas y necesarias si se quiere terminar el día con una sonrisa.
Will and Grace es una pareja, pero no en el sentido estricto de la palabra. Son amigos y a simple vista es una amistad ideal pero a la vez bastante disfuncional y dependiente.
Will es un abogado gay que vive con su amiga Grace, diseñadora de interiores. Comparten juegos, manías y juntos son un manojo de neurosis. Cada vez que intentan cortar el cordón umbidical que los une, algo pasa. Los dos saben que es preciso hacer un cambio si quieren encontrar al hombre de sus vidas. En esta segunda temporada que estamos rememorando con el vecinito (la serie terminó en 2006), el grado máximo de independencia que Grace puede hacer es mudarse ¡enfrente! del departamento de Will. Los dos se consultan, se aman, se pelean, necesitan la mutua aprobación constante para avanzar con sus vidas. Will and Grace es un caso patológico.
Inclusive los vínculos con sus amigos son atípicos. Jack  es el amigo gay de Will, una loca mala promiscua que, como en toda sitcom, vive más en la casa de su amigo que en la propia. Adora los musicales y el shopping. Su única preocupación es ir al gimnasio y criticar a Grace por haberse ganado el favoritismo de Will.
Por el lado de Grace, Karen es su asistente en el estudio de diseño y lo que menos hace es asistir. Pasa más tiempo tarjeteando en las tiendas, criticando la ropa de su jefa y bastardeando las relaciones de Grace.
Tanto Jack como Karen están planteados como personajes secundarios, pero los dos tienen hambre de protagonismo y se desenvuelven con la misma soltura y naturalidad que Will y Grace.
Por todo lo dicho hasta acá pareciera que la serie es poco simpática pero justamente es todo lo contrario. Will and Grace es un lindo delirio, ideal para recordar esa idea tan debatida: la amistad entre un hombre y una mujer.  

En el medio quedaron series como Dexter, Game of Thrones, Boardwalk Empire, Once upon a time, Breaking Bad... todas serán retomadas a su debido tiempo. 
Este 2012 no hay misterios de islas en nuestro barrio, pero sí hay abogados escandalosos.
Tampoco hay médicos de guardia, pero sí gente bien que toma el té con masas a las 5 de la tarde. 
Pero lo que siempre habrá es un espacio para esas amistades, como las de Will and Grace, para toda la vida.

07 diciembre, 2012

Plan de viernes: Armar el arbolito



La navidad está en tu corazón, no bajo el árbol.

Ya volveré en detalle con el tema del arbolito de Navidad, pero no quería dejar de enviarles éste mensaje que a la vez es la idea de este plan de viernes y de todo el mes. 
Buen finde!!

04 diciembre, 2012

Balance animal: Un elefante se balanceaba


Pasó este año.
Cuando me di cuenta tenía un montón de imágenes de elefantes recolectadas de todos lados. Algunas de revistas, diarios, otras de internet. Fui a ver una obra de teatro llamado El sueño de los elefantes y hasta tengo un documental de elefantes llamado Susurros que todavía no me atrevo a ver por temor a lo que pasa en todo documental; sufrimiento, tristeza, muerte...
No se cómo pasó pero están ahí, conmigo. 
Siempre me gustaron los elefantes, sólo que esta vez es diferente. Ya lo dije en algún momento, soy de esas personas que aprendió con las películas románticas de Nora Ephron y sus famosas "señales", por eso no puedo asociar este hecho como una simple casualidad.
¿Cómo pasó? ¿Qué querrá decir?
Según el feng shui, el elefante es símbolo de fortuna, longevidad y buena suerte.
También están asociados a la sabiduría, buena memoria y persistencia.
Son todas cosas buenas.
No me importa si muchos lo consideran un divague. Para mi está claro. Es una señal y llegó a mí por algo.
Va un fragmento de ese hermoso libro de María Elena Walsh que ya me propongo rescatar de la casa materna, en homenaje al animalito de este año:

Estimada señorita: Yo me llamo Dailan Kifki y le ruego no se espante porque soy un elefante . Mi dueño me abandona porque no puede darme de comer. Confío en que usted, con su buen corazón, querrá cuidarme y hacerme la sopita de avena. Soy muy trabajador y cariñoso, y, en materia de televisión, me gustan con locura los dibujos animados"

(Dailan Kifki, María Elena Walsh)

Bienvenido Dailan Kifki!
la vecinita