15 mayo, 2017

Sepan disculpar


No nos quedamos sin temas, sin ganas, sin motivos.
De hecho, quisiera terminar la carta prometida para el Señor Clooney, contarles 10 buenas razones para ver una película que lo tiene como protagonista en Hawaii, recomendarles otra joyita de los hermanos Duplass, quiero que se enamoren como yo de Luke Evans, que se animen a visitar nuevos lugares y redescubran otros...
Pero llegó el otoño.
Y nada más importa.
O casi nada.
El blog sabe cómo sentimos y vibramos en esta estación.
Y por eso entiende de mis tiempos otoñales. 
No me presiona ni me apura.
Me deja disfrutar mi estación favorita.
Es tan generoso que da un paso al costado y me espera.
En otoño hibernamos.
La frecuencia blogger se cae como las hojas de los árboles.
Nos ponemos en pausa sin culpa y disfrutamos.
No somos ardillas, pero parecemos.
Estamos provistos de cosas buenas, que nos hacen bien a la panza y al corazón.
Queremos saborear el cambio de estación y después contarles qué cosas nos inspiraron.
Ya lo dije alguna vez pero vale la pena repetirlo: otoño, estoy enamorada.
Y ese amor otoñal me despeina y me desordena los días de publicación. 
Quizá, encuentren posteos en días atípicos. O no.
El amor nos altera las publicaciones.
Sepan disculpar.
El blog no cierra, sólo tiene las persianas un tanto bajas durante unas semanas y nosotros tomamos el solcito tibio que cura todo.
Gracias por esperar.
Los dejo con mi chico otoñal favorito.


05 mayo, 2017

Baficiando

En 2015, me asomé tímidamente al Festival de Cine Independiente y me gustó.
En 2016, repetí la experiencia y redoblé la apuesta.
Este año ya no puedo hacer de cuenta que no pasa nada: el BAFICI se convirtió en un evento fijo anual de este barrio y entre otras obligaciones y compromisos, hacer huecos en la agenda fue una tarea más durante los últimos días de Abril para ver cine independiente, entre semanas, a deshoras, en distintos barrios.
La grilla del BAFICI es un gran prode. A veces, por cuestiones horarias y superposiciones quedan muchas fuera del camino. Hay que elegir y apostar. Es parte del folclore del festival.
También es una lotería. Podemos llevarnos una gran decepción o una alegría. 
Además de buen cine, en el festival podés encontrarte con una amiga haciendo una cola interminable por una entrada, tomar una riquísima merienda mientras seguís repasando la grilla y sorprenderte entre tanta gente del palo del cine con un viejito de bastón y andar lento que se movilizó de su poltrona para ver la retrospectiva de Moretti. 

El BAFICI pasó y dejó huella en el barrio.
Si extrañan los balances cinéfilos de fin de año de la vecinita, acá una muestra de nuestro paso por el Festival de Cine Independiente 2017!  

Kedi
Directora:  Ceyda Torun
(Estambul)


No hay comienzo más auspicioso que arrancar el BAFICI viendo el documental de la realizadora turca Ceyda Torun. Como buena y auténtica cat lover, sabía de antemano sobre la existencia de Kedi, lo que no sabía era que iba a salir del cine emocionada, no sólo por los paisajes hermosos de Estambul, sino por los testimonios de su gente y sus indiscutidos protagonistas: los gatos callejeros.
Con la cámara a ras del suelo, adoptando el ángulo visual de los mininos, la cineasta turca toma a modo de muestra el recorrido, la historia y las aventuras de siete gatos que se fusionan con hermosas vistas marítimas y aéreas y la imponente Mezquita Azul. 
Kedi no es simplemente un documental "de gatitos", se trata de un estudio sociológico y cultural sobre el impacto que generan los gatos en los ciudadanos que conviven con ellos. Algún entrevistado dice que tienen superpoderes. Otros aseguran que los gatos conocen la existencia de Dios. Hay una mujer que afirma que en el país donde deben ir cubiertas, ellos florean orgullosos su belleza, su elegancia, su estirpe salvaje y está bien que así sea. Hay quien dice que los gatos le salvaron la vida y lo ayudaron a salir de una depresión. Está la famosa mal llamada "loca de los gatos" que alimenta a un batallón a diario. También aquel empleado que trabaja en un restó para turistas y alimenta al callejero con pavo y camembert. Ceyda Torun no deja a nadie fuera y se encarga de reafirmar con las imágenes y los testimonios que sin estos amores de cuatro patas, todos los rincones de la ciudad perderían su alma. 
Y por último, la toma de una vasija con agua y un cartel con una frase sintetiza TODO:

Esta agua es para los gatos y los perros. Si usted no quiere verse desesperado en otra vida por un trago de agua, no la toque.

Kedi es una joya que emociona durante 79 minutos, especialmente a la comunidad cat lover.
Imperdible. Hermosa. TODO. 
Y me quedo corta.

Listen up Philip
Director: Alex Ross Perry
(Estados Unidos)

No importa lo que haga ni con quién trabaje Jason Schwartzman: siempre voy a estar enamorada de él. Seguramente este año me explayaré al respecto en la sección Todas aman, pero más allá de mi amor, debo decir que fue difícil verlo en Listen up Philip. Su personaje, Philip, es una especie de escritor maldito, insoportable, narcisista y bastante miserable. Todo suena horrible y poco tentador, pero hay que rascar la superficie. Detrás de todo el espanto está Jason y por eso y su coequiper, Elizabeth Moss (Peggy de Mad Men) no nos levantamos de la sala. En definitiva, la película no está mal, sólo hay que poder lidiar con este personaje poco amable y el de su padrino vejete literario, tan o más insoportable que el mismísimo Philip.
Con una novela recién publicada, el protagonista pretende ser uno de esos escritores que no se venden al "sistema". Su idea de éxito es ser leído por pocos, no ser accesible. Nadie parece entenderlo hasta que la vida lo cruza con Ike Zimmerman, un escritor longevo venido a menos que no sólo le elogia su novela sino que oficiará de mentor y hasta le ofrecerá su casona en el campo para que Philip logre aislarse de la city y mejore su proceso creativo. 
La película gira en torno a Philip y sus neurosis; a lo Woody Allen pero distinto. Por suerte está su novia Ashley como contrapunto y si bien el director le hace pasar momentos poco amables con Philip también se encarga de darle los laureles de la victoria. Y eso nos encantó. Ashley pone la cuota de esperanza en la película. Tiene una fortaleza que a Philip le vendría bien imitar. Es quien atraviesa la crisis, aunque cueste, se autodescubre en el proceso, sana y finalmente sale bien parada y con la frente en alto.
Vale la pena llegar a ver eso.
Sí, y además tiene un gato.

Certain women
Directora: Kelly Reichardt
(Estados Unidos)

La película de Kelly Reichardt aplica a ese tipo de cine de pequeños detalles, de cine reflexivo, de tomas pausadas, frío crudo y la soledad de la localidad de Montana, como un elemento más de la historia. 
Certain Women cuenta tres historias de mujeres y un último episodio que funciona como epílogo para cerrar el estado de cada una de ellas. En cada historia se refleja la lucha de la mujer actual en un mundo lleno de prejuicios donde el machismo sigue reinando.
La vecinita destaca la historia de Laura Dern, una abogada que deberá oficiar -según la necesidad- de psiquiatra, negociadora o simple dama de compañía de acuerdo al estado anímico de su cliente. La misma que pone en palabras lo que todas pensamos: Si fuera hombre, todo sería distinto. 
No apta para los intolerantes al ritmo cansino de pueblo.


The color wheel
Director: Alex Ross Perry
(Estados Unidos)


Aprovechando que el BAFICI programó una retrospectiva del director Alex Ross Perry, fuimos a ver The color wheel porque no nos alcanzó con ver Listen up Philip.
 Había que darle una chance más y una tercera también, pero ya no dieron los horarios ni los días.
The color wheel tiene algo de road movie. Es la historia de dos hermanos que se reunen cuando ella necesita ayuda para ir a buscar unas cosas que quedaron en el departamento que compartía con su ex pareja y profesor de periodismo. Por supuesto, habrá inconvenientes y como en toda road movie, un descubrimiento del vínculo entre hermanos.
Alex Ross Perry, a quien llaman el flamante wonder boy del cine estadounidense, también protagoniza la película. Quizá sea exagerado su título de chico maravilla, pero voy a seguir apostando un poco más por él. Veremos en el tiempo si vale la pena.
Actualmente, está escribiendo un guión para Disney de ¡Winnie the Pooh! con Ewan McGregor.
Un oso, la miel y McGregor nos llaman. 



20th Century Women
Director: Mike Mills
(Estados Unidos)

Si mal no recuerdo, Annette Bening estuvo nominada este año como Mejor Actriz en los premios Oscar por su papel de Dorotea en 20th Century Women. Si no fue así, debería haber integrado la terna, aún sabiendo que ese premio iría a parar a manos de la Stone por La La Land. 
El director Mike Mills ya nos había contado su vínculo con su padre en la película Beginners con Ewan McGregor y Christopher Plummer. Con ésta cierra el círculo familiar, porque según sus palabras, esta película es un retrato de las mujeres que lo criaron: su madre, sus hermanas, las chicas de las que estuvo enamorado o aquellas en las que se fijó cuando iba a la escuela y las que conoció en la escena punk rock, donde dice haber aprendido sobre el amor.
La película nos ubica a fines de los 70, en la casa de huéspedes de Dorotea y Jamie, su hijo adolescente. Allí conviven junto a Abby, una fotógrafa que influirá en la educación musical de Jamie y en el mundo nocturno. William, un mecánico medio hipón "arregla tutti" que intentará acercarse a la dueña de casa, también alquila un cuarto. Completa el cast, la vecinita, Julie. Una adolescente que le encanta dormir en plan de amistad con Jamie, a pesar de saber que el chico está loco de amor por ella. La educación sentimental de Jamie estará moldeada por todo este entorno que lo rodea y al que su madre divorciada acude como apoyo ante la dificultad de conectar con su hijo teen.
20th Century Women es una película sobre generaciones, sobre el paso del tiempo, destacando eventos históricos y culturales que moldearon la historia de las personas, hay escenas blanco y negro donde el ex Presidente Jimmy Carter está dando un famoso discurso, hay otras psicodélicas, homenajes a Bowie, a la escena punk, a libros feministas y a la película Casablanca.
Mike Mills hizo una película hermosa, disfrutable, llena de música, color y nostalgia.
Una enciclopedia de época bien hecha. 

La messa è finita
Director: Nanni Moretti
(Italia)

A Nanni Moretti le interesan muchos temas, entre ellos, la política y la mamma. La messa é finita (la misa terminó) no es la excepción.
Moretti interpreta a Don Giulio, un cura que vuelve a su ciudad natal después de varios años oficiando de sacerdote en un pueblo. Sus compañeros de otro tiempo que soñaban con una revolución hoy son burgueses neuróticos. Sus padres van a separarse. Su hermana dejó de ser una niña y tiene un flor de problema. Además de las cuestiones familiares, el Padre Giulio también llega a una parroquia en ruinas que deberá sacar adelante.
Moretti siempre resulta conmovedor y también es muy gracioso, aún ante eventos poco felices.
La misa terminó tiene de los dos: momentos en los que lagrimeamos y otros que nos hicieron reír mucho.
Fue un buen cierre terminar con una de Moretti.

Hasta la próxima edición del BAFICI!

02 mayo, 2017

Fue un gusto, Abelardo


Cuando me contestó que no era de acá, yo pensé, sin demasiada imaginación, que estaba hablando de Buenos Aires. Es el destino, le dije, yo tampoco soy de acá, y agregué que era un buen modo de empezar una historia de amor. Ella me miró con una expresión que sólo puedo describir como de desagrado, como suelen mirar las mujeres muy jóvenes cuando el tipo que está con ellas y al que acaban de conocer dice alguna estupidez. La edad, más tarde, les enseña a disimular estos pequeños gestos helados, estas barreras de desdén, de ahí que asienten, consienten y a la larga hasta nos estiman, cuando lo que de veras sucede es que han crecido y ya no esperan demasiado del varón.

Fragmento de Muchacha de otra parte
Las maquinarias de la noche, Abelardo Castillo



Hoy iba a salir otro post, pero la realidad me pegó en la jeta y me enteré de la muerte de uno de mis escritores favoritos.
Me hice un té, fui a mi biblioteca y abrí el tomo de sus Cuentos Completos. Tenía anotaciones y hasta apuntes tomados de una charla donde Castillo fue invitado en un ciclo de literatura que ya ni recuerdo.
Habló de sótanos, de pasillos, de mundos reales y de mundos no visibles. Habló de su amor por Proust, del Ulises de Joyce y también de Dostoievski. Dijo que al lector hay que agarrarlo de los pelos, situarlo en una historia y dio ejemplos de cómo hacerlo. 
Un pequeño detalle: no no llamamos Abelardo Castillo. 
Había uno solo.

Hoy, leo y releo mis apuntes y me doy cuenta que dio una clase de escritura de lujo y me siento afortunada, no sólo por haber conservado los apuntes, sino por haber estado ahí y por haber tenido la enorme dicha de entrevistarlo junto a una amiga de la facu. 
Después que el mismísimo Abelardo Castillo nos abrió la puerta, daba igual si en la facultad nos aprobaban o no. Tampoco importaba sacar la nota más baja o la más alta. 
Entrevistar a tu escritor favorito era la mejor nota.
Yo era su groupie y ahí estaba, con mi amiga, en su living, escuchándolo hablar de San Pedro, de su trabajo, sus influencias, de su mujer, Sylvia Iparraguirre.
Hubo risas y hasta un tour por su casa. 
Fue uno de esos regalos que te da la vida.
Quién sabe, capaz algún día les cuente la historia en el vecinito.

Mientras tanto...gracias.
Fue un gusto, Abelardo.
Que tengas un buen viaje.