30 diciembre, 2011

Balance cinéfilo 2011

Algunos pensarán que es mucho, seguramente los que frecuentan festivales de cine dirán que es poco. En definitiva es lo que es, lo que pudimos y quisimos ver.

Algunas nos hicieron reír, otras nos emocionaron. Lo más importante es que todas nos dejaron algo que vale la pena recordar antes que termine el año. El blog se ocupó de algunas de ellas durante el 2011, otras pasaron por alto por distintos motivos. Entonces, aprovechando fin de año, ¡¿qué mejor momento que éste para darles a todas un espacio en el balance cinéfilo del vecinito de enfrente?! Este es nuestro humilde historial cinéfilo durante el 2011. Que tengan un año de película!!!!!




Kung Fu Panda 2, Jennifer Yuh Nelson



Po ya no entrena ni tampoco necesita la aprobación de los 5 furiosos (Tigresa, Grulla, Mantis, Víbora y Mono) porque Po ahora es uno de ellos. Está viviendo el sueño de ser el guerrero dragón protegiendo el Valle de la Paz, pero un nuevo villano aparece con un arma capaz de amenazar el arte del kung fu y dominar China.

En esta segunda parte tuvimos oportunidad de conocer la historia de los orígenes de Po y cómo fue que un ganso se convirtió en su padre biológico. Superior a la primera, Kung Fu Panda 2 deja con ganas de más. Por suerte, el final nos deja muy claro que así será. Hay Po para rato.

Escena favorita: el crecimiento de Po y su llegada a papá ganso.



Somewhere, Sofia Coppola


Las películas de Sofia Coppola no son para cualquiera. Se la ama o se la odia. Por suerte, estamos orgullosos de pertenecer al primer grupo. En sus películas siempre hay buena música, humor elegante y gente que habla sin hablar. Somewhere, su última película (primera en nuestra lista del 2011) es una de esas historias como las que le gusta contar a Sofia: gente que parece haber perdido el rumbo en su vida mientras circulan lánguidos en hoteles de lujo. Elle Fanning, hermana de la famosa y retirada Dakota, da bien con el perfil de chicas que le gusta mostrar a esta genial directora, una de mis favoritas. Si quieren leer más sobre Somewhere, pueden ir acá. Eso sí, con la condición de volver para seguir leyendo el balance.
Escena favorita: Padre e hija jugando en la habitación al "guitar hero" con la canción de The Police. ¿Será por las ganas que tengo de tener mi propia "guitar hero"?



Conocerás al hombre de tus sueños, Woody Allen


Todavía hay gente que espera que Woody Allen vuelva a sorprenderlos con una nueva Manhattan o replique algo parecido a Annie Hall. Es una lástima que se queden anclados en el reclamo, porque el caso es que mientras esperan lo inesperable se pierden de disfrutar a Anthony Hopkins haciéndose el pibe en la cama solar o camuflándose en un boliche después de haber dejado a su mujer de toda la vida por no poder resolver su negación con la vejez. También se pierden de ver a Gemma Jones, dejando su vida y su dinero en una vidente que le dice lo que ella quiere escuchar: "conocerás al hombre de tus sueños", de ahí el nombre de la película. También se pierden ver a Naomi Watts que reclama atención en cada gesto en un matrimonio que se desmorona al lado de Josh Brolin, su marido médico devenido escritor de un único éxito que espera volver a "pegarla", y mientras fracasa e ignora a su mujer espía a su vecinita de enfrente, Freida Pinto. Está la nueva novia de papá Hopkins, uno de los puntos fuertes de la película. Por el contrario el punto flojo es el personaje de Antonio Banderas, dueño de la galería de arte, jefe y objeto de deseo de Naomi Watts. En resumen, el montaje de las cuatro historias paralelas convierten a Conocerás al hombre de tus sueños en una comedia triste en la que todos esperan algo. Algo tan lindo como es sentirse querido. Seguimos bancando a muerte a Woody.
Escena favorita: La presentación de la nueva novia de papi Hopkins a su hija Naomi Watts.



Black Swan, Darren Aronofsky


Cuando me puse a listar las películas vistas en el año para hacer este balance supe por anticipado que me iba a resultar difícil hablar de al menos 3. Cisne Negro es una de ellas. Quizá porque desde chica soñé con el tutú y las zapatillitas de punta. En el Cisne Negro las zapatillitas de punta se descosen, se rompen...pero hay algo más oscuro que también se quiebra y no sólo las uñas de los pies, las quebraduras y los calambres que tensan el cuerpo. Nina (Natalie Portman) es la muñeca que se va resquebrajando por obra y gracia de las presiones físicas y psicológicas de su madre, los acosos de su profesor y el enfrentamiento con su rival en el ballet, Lily, una señal de alarma que amenaza con llevar a la cándida Nina por el "mal camino".
Nina será cisne blanco y un mejor cisne negro, pero ¿cuál es el precio que deberá pagar para llegar a ser la mejor bailarina de la compañía?


Escena favorita: TODAS. Desde que empieza hasta que termina. Me deja sin aire. Bien merecido el Oscar como mejor actriz a la sufrida Natalie Portman.

127 horas, Danny Boyle


127 horas está basada en una historia verídica, la del alpinista Aron Ralston que en 2003 decide irse un fin de semana sin avisarle a nadie a escalar el Blue John Canyon, cerca de Utah. Ralston, ningún novato en estas actividades de aventura y montaña, no tenía previsto que la naturaleza puede ser cruel también con los experimentados. Tras el desprendimiento de una roca, Ralston cae en una grieta con tanta mala suerte que la roca cae con él y queda trabada aplastando su antebrazo atrapándolo contra la pared del cañón. Danny Boyle decide mostrarnos el accidente a los 20/30 minutos de la peli apróximadamente y a partir de ahí empezará el sufrimiento y las 127 horas que da nombre a la película. James Franco se banca la película solito, atrapado con esa roca, administrando sus pocos recursos de barritas de cereal, agua y herramientas de montaña. Cuando tiene sed, cierra los ojos y se le representa una publicidad de Coca Cola bien helada, cuando siente frío recuerda el calor del cuerpo de su ex novia. Cuando ve volar a los buitres, siente miedo y cuando los labios se le empiezan a poner morados es el momento de tomar una decisión. Aunque perdió el Oscar, James Franco estuvo nominado como mejor actor por este trabajo.


Escena favorita: Hay un personaje favorito, James Franco.



Piratas del Caribe 4: Navegando en Aguas Misteriosas, Rob Marshall



Unas semanas antes que se estrenara la cuarta parte de Piratas del Caribe se me ocurrió decirle al vecinito que nunca había visto ninguna de la saga. Desde que tengo memoria, las historias de piratas siempre eran para varones. Claro, eso porque todavía no existía Jack Sparrow. El vecinito, alarmado dijo "no puede ser" y me sentó durante toodo un fin de semana con el único fin de hacer bien los deberes y llegar al estreno de la cuarta parte de Piratas del Caribe como corresponde. En esta nueva entrega el capitán Jack Sparrow se cruza con una mujer de su pasado, Penélope Cruz, ¿un viejo amor o una despiadada impostora que lo arrastra a Jack para llegar a la famosa Fuente de la Juventud? Como sea, el personaje se comió la historia porque Piratas del Caribe es Jack Sparrow. Por suerte. Gracias al vecinito y al encanto del personaje de Johnny Depp pude dejar el prejuicio que las historias de piratas y barcos fantasmas son para varones.


Escena favorita: aparición de las sirenas.



El Rey León, Rob Minkoff y Roger Allers



Esta es otra de las películas que anuncié más arriba que me traería dificultad. Es que El Rey León está en mi "top ten", mejor dicho, en mi "top five".

Más allá de la poderosa historia que se cuenta (el valor de la amistad, el honor, conocerse a sí mismo, vivir la vida con alegría a pesar de las adversidades) me encantó volver a verla por el valor sentimental, porque esta película de dibujos animados (que NO es para niños) posiblemente ha marcado como ninguna otra a la generación de los que ahora tenemos entre 30 y 40 años. El nudo en la garganta se instala desde que empiezan los acordes del "ciclo sin fin" hasta que el joven Simba asume el reinado.

Por último, el 3D no pudo con la fuerza de la historia de este leoncito que tuvo que enfrentar la muerte de su padre y aprender a sobrevivir comiendo insectos con el dolor a cuestas.
Hakuna Matata. El leoncito volvió a rugir.
Escena favorita: TODAS. Imposible elegir una.


Medianoche en París, Woody Allen


¿Quién no hubiese querido ir de tertulias con Hemingway o con Scott y Zelda Fitzgerald en los años 20? En Medianoche en París, Owen Wilson tiene esa posibilidad cada día, a la medianoche, con un auto como puerta de entrada a ese mundo.

Owen Wilson es Gil, un guionista que está de vacaciones en París con su fidancé Inez y sus suegros que no hacen otra cosa que ningunearlo y creer que la nena se merece un mejor partido. Pero para el espectador, Gil se hace querer desde el primer momento. Es sensible, cálido y a simple vista no parece tener nada en común con su novia. Una noche, mientras su chica prefiere salir a bailar con una pareja amiga que reside en París Gil sale a pasear por esas callecitas angostas parisinas. Cuando suenan las 12 campanadas de Notre Dame se da cuenta que está perdido, pero un auto antiguo que aparece al rescate se convertirá en la barrera temporal que le permitirá regodearse con toda la movida artística cultural de los años 20.

Con Medianoche en París, Woody Allen les tapa la boca a todos aquellos que esperaban una gran película del neoyorkino. Cosechó elogios en todas partes y parece que competirá por los premios Oscar.

Medianoche en París es exquisita. Perfecta como una croissant.


Escena favorita: Woody Allen ama París y se nota. Por eso sólo él puede darse el gusto y el lujo de contar con una apertura fotográfica larguísima de París como nunca nadie lo hizo antes.


Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte II, David Yates

¿Qué no se dijo en este blog de Harry Potter? Sí, adivinaron...esta es la tercer y última película que me iba a costar. Ya no me acuerdo cuándo me volví fan de Harry Potter, pero fue amor y diversión desde el primer momento que agarré los libros de J.K.Rowling. El final de Harry Potter fue con toda la pompa y la circunstancia que se merecía. Salí de la sala revolucionada. Una mezcla de alegría y melancolía porque se terminó.

Como dije acá, fue genial y seguirá siéndolo para todos los que decidan arrimarse a la historia de este niño mago que creció con nosotros.
Escena favorita: la verdad revelada sobre Snape.


Barney´s Version, Richard Lewis


Paul Giamatti parece estar encasillado en esos roles patéticos de hombres irresponsables e impresentables que no saben lo que quieren y van por la vida probando y lastimando a todo el que se encuentra a su paso. Barney´s Version no es la excepción. Esta vez lo único que parece importarle son los cigarros, el hockey sobre hielo y no mucho más.

Toda la película es un cúmulo de inconformismos y Giamatti está más insoportable que nunca. Ni siquiera en los momentos más terribles de la historia dan ganas de ponerse de su lado.

Una de las equivocaciones del año.


Escena favorita: ? Ni siquiera el genio de Dustin Hoffmann, como padre de Barney, puede salvar este desastre.


Super 8, J.J.Abrahms


Una de las pelis más esperadas por el barrio. El sólo hecho que la haya dirigido Abrams, uno de los "culpables" de LOST, nos llevó corriendo al cine y nos encontramos con una película de un monstruo, pero también con una de chicos que dan ternura y un lindo y sentido homenaje al gran maestro y mentor de Abrams, Steven Spielberg.

Acá, más detalles.


Escena favorita: el impresionante choque de tren.




El árbol de la vida, Terrence Malick


Conozco gente que me dijo que El árbol de la vida los dejó angustiados. Otros directamente optaron por levantarse del cine. Seguramente son los mismos que compraron el afiche de Brad Pitt siempre bello con un piecito de bebé y se imaginaron que la película sería otra cosa. El árbol de la vida no es fácil de ver, es casi una experiencia espiritual, un intento de abordar la vida, la naturaleza tomando el caso particular de una familia norteamericana en los años 50, el vínculo de un padre severo con sus tres hijos, la angustia de uno de ellos en la madurez, el cuestionamiento sobre la fe, el significado de la vida. El árbol de la vida intenta responder preguntas difíciles, personales y humanas. No sé si lo logra, pero al menos el director tomó el riesgo. Ya es todo un logro.


Escena favorita: la actuación de Brad Pitt. Hace rato dejó claro que no sólo es una cara bonita.







Pina 3D, Win Wenders



Pina Bausch nació en Alemania en 1940 en plena segunda guerra mundial. A temprana edad comienza a estudiar danza. En 1959 y con 19 años es becada para estudiar en Nueva York. Baila en el Metropolitan y en la New York City Opera y regresa a Alemania en 1961. A partir de su Café Muller comenzaría a convertirse en leyenda. El mundo recibió encantado la belleza de su danza, la lentitud de sus movimientos y la evocación de la belleza.


Win Wenders contó en varios reportajes que Pina se merecía una película. Con la llegada del 3D al cine esto fue posible. Lamentablemente, mientras se estaba rodando este documental, Pina muere repentinamente en 2009. Luego de un período de duelo se retomó el rodaje de Pina en la que se materializó los archivos de audio de su vida, grabaciones de los miembros de su compañía, imágenes y coreografías que la misma Pina junto con Wenders habían seleccionado para la ocasión.


Escena favorita: la frase de Pina "bailemos, bailemos, de otra manera estamos perdidos" y la coreografía con el agua.





Peter Gabriel and the New Blood Orchestra 3D, Live in London



Nunca fui fan de Peter Gabriel pero el vecinito supo llevarme de la mano y mostrarme el camino que Pedro Gabriel supo construir durante todos estos años.

Siempre es una experiencia rara ver un recital en el cine. Un poco porque uno tiende a visualizarse ahí, en la plata de un estadio, pero en cambio está sentadito cómodo en su butaca con los anteojitos 3D que aportan cercanía a todo lo que el show nos depare. Salí feliz y más aún sabiendo que una semana despues de estar en la sala, pudimos presenciar el show en vivo y en directo en GEBA. Peter Gabriel trajo esta gira a Buenos Aires con los 46 músicos de orquesta de Londres y del Colon dirigida por el genial Ben Foster.

El repertorio mezcla covers de su disco "Scratch my back" y nuevos arreglos de todo su historial.
El clima generado en ese recital con un Peter Gabriel hablador, la música sinfónica y el tren que pasaba y aportaba lo suyo fue inolvidable.
Gracias vecinito por una hermosa noche que el balance me hizo recordar.


Canción favorita: The book of love.





Contagio, Steven Soderbergh



Steven Soderbergh nos tiene acostumbrados a elencos espectaculares. En Contagio Matt Damon, Jude Law, Kate Wislet, Gwyneth Paltrow, Marion Cottillard, Laurence Fishbourne, entre otros sufren el rápido progreso de un virus letal que se transmite por el aire y mata en cuestión de 3 días. La película no es mucho más que eso, una de epidemias en la que también se muestran las internas entre los poderosos y los laboratorios.


Escena favorita: como este año redescubrí y me volví fan de Matt Damon, la escena favorita es lo que él logra transmitir en la guardia de un hospital, cuando el virus empieza a expandirse en sus seres queridos.





In time, Andrew Niccol


Hace muy poco se habló acá de El precio del mañana. Una película muy original, pura diversión, y que sobre todo, augura un buen futuro para Justin Timberlake como actor de películas de acción.Yo lo banco.

Acá, la crítica.
Escena favorita: las persecuciones de autos.


El gato con botas, Chris Miller


El año no podía terminar mejor. Lo de Shrek estuvo bueno, pero el gato con botas se comió al personaje principal. La imagen del gato con botas y sus ojazos enormes fue protector de pantallas, tapa de cuadernos, antifaces para dormir...casi una estrella de rock. Por fin se hizo justicia y el espadachín, amante y fuera de la ley Gato con Botas se luce en esta película junto con Kitty "Patitas suaves", una compañera de aventuras que si bien es simpática, queda opacada por el colorado minino.

Desdel el principio, por si todavía queda alguna duda, se recuerda el carisma que tiene el Gato con un monólogo sobre su legado y su fama de Don Juan. Los ojos del gato ocupan toda la pantalla del cine. Los que aman a los felinos adorarán la imagen.

La historia es una mezcla de frilojes mágicos, huevos de oro y por supuesto, mucho romance y flamenco. Olé!

Como fan de los mish, en especial de nuestra preciosísima Plata, recomendamos con fuerza esta película. Ojalá tengamos Gato con Botas para rato.


Escena favorita: Las escenas de flamenco gatunas. Sin desperdicio. La voz de Antonio Banderas como el gato, impecable.

23 diciembre, 2011

Espíritu navideño

Porque en el 2011 se habló mucho de animales por este barrio y sumamos uno a nuestra familia, me parece que la mejor manera de desearles una Feliz Navidad es a través de Murray, el perro de la serie de la que hablé acá.

Gracias por seguir pasando por el vecinito.

Feliz Navidad!

22 diciembre, 2011

Siempre seremos prófugos

Estrés. Esa es la palabra que se me viene a la cabeza cuando pienso en la última película de Andrew Nicoll. En El precio del mañana la filosofía slow no existe. No hay tiempo para relajarse, para pensar dónde nos vamos a ir de vacaciones o qué película vamos a ir a ver este fin de semana. Hasta el simple hábito de tomar un café deja de ser justamente un hábito para convertirse en toda una decisión, siempre y cuando uno quiera destinar su precioso tiempo al cortado en jarrito y esas cosas simples de la vida o a cuestiones más "operativas".

La película propone un mundo en el que todos los habitantes están genéticamente diseñados para dejar de envejecer a los 25 años, ese es el lado bueno de la cuestión. El lado malo es que a partir de ese momento un cronómetro luminoso se activa automáticamente en la muñeca de la persona marcándole un año de vida. A partir de ahí hay que ganar tiempo cual vidas en un videojuego. El tiempo es la moneda de cambio. No hay dinero en este mundo, sólo tiempo. La vida eterna puede adquirirse o robarse con un simple intercambio de muñecas. Desde un viaje en colectivo hasta una elegante partida de póker todo se paga con minutos, meses u horas de vida. La desigualdad social es evidente. Los ricos son inmortales y los pobres trabajan y mueren para sustentar al pico de la pirámide.


Will Salas (el músico devenido actor Justin Timberlake) trabaja en una fábrica y vive al día a duras penas en el gueto, una zona donde los pandilleros en lugar de hacer cola en el banco para pedir un préstamo por un tiempo extra de vida, recorren las calles robando relojes biológicos de los demás.

La suerte del protagonista cambia de la noche a la mañana cuando recibe dormido un siglo de yapa de regalo de parte de un hombre rico con tristeza harto de la inmortalidad. Esa cantidad de tiempo le permite a Will abandonar el gueto e ingresar a la ciudad de los ricos, gastar a lo pavote en comidas, un auto deportivo, noches en hoteles donde las almohadas son mullidas y donde conoce a Sylvia (Amanda Seyfried), la hija del magnate del tiempo.


A partir de aquí, el timekeeper (la traducción sería algo así como el guardián del tiempo, en definitiva, el policía y todo su escuadrón) encargado de monitorear cualquier movimiento irregular en la sociedad, sospecha que Will no adquirió legalmente todo ese tiempo extra y empieza una persecución que seguirá hasta el final. Hay huidas al estilo Bonnie & Clyde, botines, escenas de persecuciones, romance, mucho de Robin Hood donde el tiempo que se roba al rico se reparte con el pobre y moraleja final/reflexión sobre el empleo del tiempo.




Justin Timberlake sigue demostrando que la pantalla grande le sienta bien y, aunque arriesgado mi pronóstico, me juego, lo banco y lo perfilo como el futuro agente Hunt de Misión Imposible. Claro, cuando al pobre Tom Cruise no le den más las piernitas para correr. Por el contrario, Amanda Seyfried, con una peluca espantosa, haciendo de fugitiva es el punto flojo de la historia. Ni que hablar en los momentos dramáticos de la historia, por ejemplo, cuando sufre en carne propia pocas horas de vida.


El precio del mañana es interesante, pero sobre todo divertida. Ideal para todos los que decimos que el tiempo no nos alcanza. Después de ver correr a Timberlake y a su chica vamos a cambiar de idea, o al menos vamos a necesitar tomar aire cuando salgamos del cine, reposar un rato y pedirnos ese cortado en jarrito sin mirarnos la muñeca.

21 diciembre, 2011

Santa tour



Un tour diferente, especial para esta época ñoña de turrones y cookies de jengibre.

Me encantó pasar por acá, un recorrido por blogs de todo el mundo donde se muestra la decoración navideña de las casas.

Disfruten el paseo.

05 diciembre, 2011

Encuentro conmigo

Este blog no se autodestruyó ni tampoco lo hará en los próximos 5 segundos, sólo está en silencio. Un silencio no deseado.

Los últimos meses del año, la vecinita (como casi todo el mundo en esta época) se vio desbordada de tareas, obligaciones y compromisos. Algunos lindos y amorosos, otros no tanto.

Rescato los primeros, los cumpleaños celebrados, el aniversario de casados, el viaje familiar a las cálidas tierras entrerrianas, el anticipo de los regalos navideños y el nacimiento de un nuevo hobby: las manualidades! La casa se llenó de goma eva, fieltro, papeles de diseño, pegamento universal. Por estos días, cualquier cartón que anda dando vueltas por ahí puede convertirse en una galletita de jengibre para adornar el árbol de navidad.


El blog sufrió las consecuencias del desborde y cayó en la volteada de los descuidos, pero no por eso en el olvido.

Hace un tiempo escribí que el vecinito todavía tenía muchas cosas por decir, gritar, recomendar y que por eso, a pesar de no contar con la frecuencia deseada, el blog iba a seguir existiendo...sigo pensando lo mismo.

Sigo queriendo este barrio y los caminos que me llevaron a conocer al vecinito de enfrente que hoy está a mi lado y cada vez que vemos, escuchamos o sentimos algo especial y él dice "esto va al blog", es un motivo más para querer este espacio. Porque este blog es tan mío como suyo.

El vecinito permitió encuentros, contactos, comentarios y se que siempre está ahí, aún en tiempos de desborde.

Por eso acá estoy, una vez más intentando salir a la superficie antes que se termine el 2011 entre nuevos libros de cocina, origami, agujas de bordar y un deseo anticipado para el 2012: volver a tener encuentros conmigo. Escribir, cocinar, leer, coser, amar, tolerar MÁS y, de ser posible, no olvidar documentarlo en el blog. Mi gran compañero.

Gracias por seguir ahí, con sus propios desbordes.