29 agosto, 2017

Lo que el invierno nos dejó


Seguramente queden días fríos y lluviosos por venir. Aunque nos quieran convencer de lo contrario y las vidrieras anticipen la temporada primavera - verano 2017, las botas y las bufandas todavía son nuestras aliadas.
Las tardes de té, mate, café y harinas varias continuan su reinado y todavía son un mejor plan que la cerveza helada o la limonada mentolada.
Pero queda poco. O menos. Y antes que algunos cachivaches corran a anotarse en un gimnasio para perder "mágicamente" los kilos acumulados durante estos últimos meses, antes que salgan los desubicados en musculosa cuando todo a su alrededor aún indique lo contrario, antes de celebrar la primavera, la llegada de los días más largos y cálidos que todos queremos, tenemos que poder ver las cosas buenas que el invierno nos dejó.
A modo de resumen y cierre de mes, hoy damos las gracias por todas esas cosas lindas y geniales que el crudo invierno trajo bajo el brazo.
Pasen y lean!


Es muy hermoso cocinarte tu propia sopa con las verduras de estación, admirar orgullosa el resultado y sentarte a disfrutarla. 
En las fotos se puede apreciar una de las tantas sopas de calabaza, zanahoria y jengibre de esta temporada, una sopa vegana de brócoli y la famosa sopa vichyssoise. 
Esta es sólo una selección, porque hubo otras y también repetición de todas y cada una de ellas. 
La sopa es un plato único para las noches frías.  
Es ingrato tener que despedirnos del tazón, plato hondo, cazuela o similar y de ese calorcito que abriga y reconforta el espíritu. 
Casi que no importa qué tan malo haya sido tu día, vecinito. 
Prepararte una sopa es amor. El resto es gilada.
Y a la gilada, como dice la Señorita Bolivia, ya saben...ni cabida.



No puede faltar té en el barrio. Ya sea en forma de saquitos, hebras o yuyos varios. En el barrio hay un arsenal dedicado a esta infusión. Disfrutamos una taza  en el desayuno, en la merienda o como digestivo después de comilonas felices. En época de Pascuas, las hebras de té de chocolate y almendras llegaron en forma artesanal de conejito, gracias a las manos de Julia de Qué Cucada y del regalo de una vecinita del barrio. También, a su debido tiempo, llegó al barrio esta hermosa tacita de la foto, alusiva al té de Alicia. Nada es casual. 
Siempre es lindo tomar té, pero si además encontramos objetos bellos como éstos, la alegría es obscena. 


Perdón, pero no encuentro otra palabra que aplique mejor que ésta:

MAMADERA

Prepárense, vecinitos. Les aseguro que el balance serial 2017 será más interesante que el cinéfilo. 
A esta altura no les creo que no se hayan enganchado con alguna serie. Y si no vieron alguna de estas series/miniseries, todavía están a tiempo. Nada de excusas berretas. Las series son TODO.
Las películas seguirán existiendo y nosotros seguiremos apoyando al cine, pero las plataformas online y las cadenas de televisión inglesas y norteamericanas ofrecen productos de calidad artística imperdibles.
Hay mucho para ver y poco tiempo. Hay que aprender a hacérselo. Vale la pena.
El collage es sólo una parte de nuestro invierno serial. 
Y ni hablar de todo lo que vendrá, sólo por mencionar algunas opciones en agenda, el especial Jerry before Seinfeld, Stranger things 2, Black Mirror 3 y algunas cuentas pendientes como House of Cards y el final de Girls.
Así no se puede, chicos.
No hay corazón ni vista que resista.
Me vuelvo loca.


Nada más gratificante que sentarte a estudiar lo que te gusta. Y cuando eso pasa, se pierde la noción del tiempo, del espacio y de todo.
Este invierno me encontró entre apuntes, libros, preguntas, respuestas y un hermoso grupo humano.
Y eso se lo debo a Ceci, una grosa que la vida me cruzó.
Si estás leyendo ésto, gracias por ser tan generosa y tan genia.
Feliz de aprender con vos y de poner mi granito de arena.


Brindo por la victoria, por el empate y por el fracaso, cantaban mis amados Rodríguez y en este barrio les hicimos caso. Cada comida, tapeo, cena gourmet o de bodegón fue acompañada por un tinto, un pinot noir y otras espirituosas. Fueron muchos brindis y lo mejor de todo, siempre acompañada por buena y linda gente.

Por suerte, hubo muchas más cosas lindas que el invierno nos dejó pero me las guardo para mi.
Ya es tiempo de sentarnos a recibir a una nueva estación.
Cuando quieras, primavera, estamos listos.

Salud!

25 agosto, 2017

La fiesta criolla


Son las 21.30 aproximadamente de un lunes feriado y en un conocido teatro de la Avenida Corrientes, Rodrigo de la Serna y sus músicos salen al escenario.
Rodrigo infla el pecho. Parece emocionado y sonríe. Está feliz. Es pura luz y la irradia a la platea. Chicanea con eso del "pánico escénico" pero sabemos que no puede ser cierto porque durante la próxima hora y media (y un poco más) va a demostrarnos una vez más su virtuosismo y su dominio actoral y vocal.
Rodrigo de la Serna, el mismo que vimos en Okupas, El Puntero o Diarios de motocicleta, cuando lleva su guitarra adosada a su anatomía es parte de ese cuarteto llamado El Yotivenco (conventillo al revés) junto con las guitarras impecables de Fabio Bramuglia, Blas Alberti y el guitarrón de Juan Hermelo. 

El recital es una linda excusa para disfrutar un anticipo de su disco Estilos criollos que incluye milongas, candombe, gatos cuyanos y chamarritas que de la Serna interpreta con ganas y mucho amor.
Se nota que su proyecto musical no es un mero pasatiempo. Aunque pocos lo saben, El Yotivenco existe hace más de una década y si bien hubo interrupciones de años sin tocar, la voz cantante dice que tan mal no les fue si todavía están arriba de un escenario.
Habla de su abuelo, de los burreros y conventillos, es un homenaje constante al lunfardo y sabe interpretarlo con la gracia necesaria, con la picardía porteña, con todo su cuerpo y sus gestos mientras toca y recita. 
Sabemos que Rodrigo es un excelente actor pero en su faceta musical es una caja de sorpresas, de registros, de manejo corporal en el escenario, es un monstruo cantor en constante formación y no viene a cancherear con eso. No viene a detallar su CV en el escenario. Viene a demostrar con garra y pasión su amor por la música criolla en la calle más porteña de Buenos Aires.


En la segunda parte del recital, se sumará una orquesta y de la Serna se vestirá con traje para cantar Barrio de tango de Homero Manzi o  de José María Contursi, entre otros.
La piel se vuelve de gallina con el bandoneón, el resto de la orquesta y el carisma, la voz y la personalidad que el cantor deja a su paso compadrito.

Más adelante habrá batería, percusión y hasta un coro de murga bastante fashion entre los que se encuentra Manuel de la Serna, hermano del cantante.
Todo es jolgorio y alegría que termina en la mismísima entrada del teatro, en plena calle Corrientes. 
El cuarteto sale a las luces de la ciudad y los celulares graban para inmortalizar ese momento único.
La fiesta criolla del Yotivenco llegó definitivamente para quedarse y está más viva que nunca.
Mi semana laboral fue más hermosa gracias a ese empujón tanguero que El Yotivenco dejó en mi memoria.
Y allí queda, para nunca irse.
Chin pun.

23 agosto, 2017

Mystery Tour Cafetero III: El gato negro

Hoy la vecinita se vuelve clásica y los invita a un mundo de aromas y sensaciones que sobrevive al paso del tiempo en una de las calles más porteñas de Buenos Aires.


Desde 1928, sobre la Avenida Corrientes, entre teatros, librerías de usados y pizzerías existe un café llamado El Gato Negro que nada tiene que ver con el cuento de terror de Poe. Desde hace más de 80 años esta tienda nació como un local dedicado a la venta de especias y hace más de 16 años funciona también como café y lugar de picoteo antes de ir al teatro. 
Fundado por un español llamado Victoriano López Robredo, quien abandonó su carrera de ingeniero para dedicarse a los aromas, sabores y mística del comercio heredado por su padre, dedicó gran parte de su vida al estudio de las especias y al desarrollo de las distintas combinaciones que sus sucesores se encargan de mantener vigentes a través de las generaciones.
Los invito a visitar un lugar declarado de interés cultural y bar notable de Buenos Aires.

Pasen y lean!

Mystery Tour III
Hoy:

El Gato Negro

  • Cuestiones generales. Según el Gobierno de la Ciudad, para que un bar, billar o confitería sea declarado "notable" debe estar relacionado con hechos o actividades culturales de significación y su antigüedad, diseño arquitectónico o relevancia local debe otorgarle un valor propio, según lo expresa la Ley de Protección y Promoción de los Cafés.  El Gato Negro aplica en cada una de estas categorías, si se quiere, pero más allá del cartel de bronce en la puerta - bien merecido - es uno de los lugares más lindos de esta ciudad. A continuación, algunos detalles a tener en cuenta.
  • El ambiente. Un mostrador de roble que más de uno ya quisiera tener en su casa, una colección de frascos y frasquitos con especias desde las más tradicionales hasta las más exóticas, hebras de té rojo, negro, verde y otras combinaciones, productos gourmet, frutas secas, repostería y latas de distintos colores y tamaños con el logo del gatito negro sentado con su moño rojo alrededor del cuello, las arañas de bronce, las mesas circulares chiquitas y las clásicas sillas Thonet. Todo es adorable en El Gato Negro. Aquellos que valoramos los detalles preciosistas, sentimos un amor especial por este almacén elegante entre tanto teatro de revista, muzza, moscato y fainá. Sin duda, uno de esos reductos bohemios que, por suerte, todavía persisten en la ciudad. 
  • La atención. Acá nada de camareros. Mozos y con todas las de la ley. Llevan el famoso chaleco rojo y moñito al cuello. Hermoso. La atención es correcta, rápida y esmerada.
  • El público. No importa la hora, siempre habrá gente en El Gato Negro. Amigas que se encuentran a tomar un café de paso, hombres de traje que almuerzan tarde, gente de teatro y muchos turistas que llegan, mapa en mano, y esperan una mesa después de patear una de las avenidas emblemáticas que definen la argentinidad al palo, como diría la canción.
  • La comida. No vayan a creer que El Gato Negro sólo sirve pocillos o americanos. La carta del lugar es amplia e incluye lomitos, picadas, ensaladas, sanguchitos gourmet y algunos clásicos. Sin embargo, en cuanto a la patisserie, elegimos una magdalena de curry y frutos rojos que no estaba a la altura de lo deseado. De todas formas, este detalle no invalida la visita. El menú es amplio y vale la pena seguir apostando.
  • Los precios. En diagonal al Gato Negro hay una gran cadena norteamericana de café servido en vasos biodegradables, donde prepararan el café según tu elección y te llaman por tu nombre, apodo o como gustes. Venden rosquillas, diría Homero Simpson, y suelen tener sillones muy cómodos. No tengo nada en contra de esta cadena, de hecho, según la ocasión resulta cómodo y simpático tomarse un café con gusto a jarabe y una dona para hacer la gran Homero, pero convengamos que no es un plan tentador (ni sano) teniendo a pocos metros una institución porteña. Se que en la variedad está el gusto pero por favor, un poco de respeto. Quédense con el café del Gato.
  • Detalles que me gustaron. Saltan a simple vista y los mencioné en el punto Ambiente. Quiero ese despacho de especias en mi casa y muchas latitas de ¡gatos! Detalle no menor: las latas se venden y se puede elegir el té a gusto. Un lujo propio de la vecinita.
  • Detalles que no me gustaron. La magdalena! Perdón, otra vez será.
  • Volvería? Siempre hay una buena excusa para volver a un lugar como El Gato Negro.
  • Lectura elegida. No van a creerlo, pero ni bien me senté escuché de fondo la obertura de La Traviata. Nunca más apropiado terminar de leer La dama de las camelias, un libro tan romántico como cada detalle del Gato Negro. (Si quieren repasar lo ya dicho sobre el libro de Alexandre Dumas, vayan ACÁ).  
  Nos vemos el próximo mes con más cafecitos!

El Gato Negro: Avenida Corrientes 1669
Nota: Pasen por la página! Hay un recetario disponible para bajar en pdf. Tan lindo como el mismísimo café.

21 agosto, 2017

Cremona y yo


Ya conocen a la rubia, la colorada, la gorda batata y todos los demás apodos, amores y pasiones que genera Cremona a su paso felino. 
Hoy no comparto una foto de ella porque sepan disculpar vecinitos, a veces me guardo la exclusiva y algunos secretos también. 

Buscando una alternativa a la foto, encontré esta ilustración de Liniers que como siempre, sintetiza y grafica de manera muy hermosa el amor entre Enriqueta y su gatito Fellini. 
Creo que todos los que tenemos un mini tigrecito en casa entendemos y sentimos la calidez que genera este dibujo, ese abrazo, ese cuidado y ese amor infinito.

Hoy se cumplen dos años desde que Cremona llegó a mi vida y en estos dos años me enseñó más cosas de la vida que mucha gente que conozco. Me enseñó que el verdadero amor cura. Me enseñó a apreciar y disfrutar el placer de un premio una o dos veces por semana. Me enseñó que el silencio es salud. Me enseñó a ser una guerrera, a mostrar las garras y también a dar topetazos de amor sólo para los que lo merecen. 

Cremona es una maestra. Una de las mejores. Y enamora. Lo lleva en su adn. Ella me da clases de seducción y mientras trato de aprender, la premio con mimos, atún y mantas calentitas. 
Tuvo un pasado difícil, como tantos gatitos abandonados, pero un presente hermoso. Sus hermanas felinas, la vecinita y todo el resto de la flia se preocupan porque así sea. 

Hace unos días, leí algo en una red social que me encantó. Una persona había escrito que a veces, cuando le tocaba afrontar una situación álgida con alguien se preguntaba: ¿Qué haría mi gatito en mi lugar? Y nunca lo había pensado así. Me pareció gracioso y tierno. 
Y decía que la respuesta siempre va a ser una solución basada en el Amor. 
Y es así.
Ellos son eso. 
No conocen de maldad. No importa qué tan mal la hayan pasado.
Son amor, compañía y fidelidad eterna.

Felices dos años de tu nueva vida, Cremonita. 
Mi amor infinito, como el de Fellini y Enriqueta.

Nota: El contenido de este post vale igual en contenido para la pequeña Brie y Platita. 

08 agosto, 2017

Un libro, un disco, una serie: Edición Invierno 2017


La vida debería transcurrir en modo otoño y primavera. Los extremos nunca son buenos, pero si me toca elegir prefiero la estación de las bufandas, las botas calentitas y la bolsa de agua caliente. El glamour se los debo. 
A pesar de la elección del barrio, este invierno fue más crudo que otros, más húmedo que muchos y más largo de lo debido. Pero no hay mal que dure cien años y mientras escribo este post, el solcito tibio me da en la cara, la temperatura es amable, tengo mate y ganas de primavera, pero antes me vuelvo una drama queen con estos tres elegidos a tono con la estación más fría y difícil del año.
Pasen y lean:


Un libro - Un disco - Una serie
Edición: Invierno 2017


Un libro

La dama de las camelias
Alexandre Dumas

No he visto nunca un hombre como Usted.
Es que nadie la ha querido nunca como yo.

La Dama de las Camelias


Ante todo, gracias mamá por tu educación sentimental, los discos, las letras, por esas grandes historias de amor y por hacerme amar la ópera, en especial, La Traviata y ahora La dama de las camelias, la obra en la que Giuseppe Verdi se basó para la famosa ópera. 
La dama de las camelias estaba ahí, en la biblioteca materna, y si bien tengo una pila de libros por leer en la mesita de luz fui a buscar ese clásico pendiente porque me pareció lo suficientemente dramático para pasar el invierno. Nada mejor para combatir la temperatura de un dígito que un libro romántico que nos abrigue el corazón. Así de cursi me pone el invierno.

La dama de las camelias es la historia de amor de Margarite Gautier, una famosa cortesana de París y Armand Duval, un joven burgués. Los amantes se conocen en la ópera y a pesar de la diferencia de edad y el estilo de vida diferente que llevan, se enamoran. Armand no tiene la misma posición económica que otros amantes de Margarite, como el Duque y el Conde que la frecuentan, pero es capaz de invertir lo que sí tiene, complacer los caprichos de Margarite y saldar deudas pendientes de su queridísima dama de las camelias. Juntos se alejarán de París para vivir una temporada idílica en el campo hasta que la frágil salud de Margarite pase factura. Mientras tanto, el padre de Armand no ayuda demasiado y contribuye a debilitar el romance más no el amor que siempre sentirán uno por el otro: Marguerite y Armand. 
Pura tragedia y lágrimas para pasar el invierno. 

El mes que viene La Traviata se representará en el Colón. Es una buena excusa para revivir una de las más hermosas historias del romanticismo.
Sólo apto para corazones sensibles.

Un disco


Si hay un disco de invierno es éste. Melancólicamente hermoso, perfecto, acústico. 
Al que le gustó Blur, Gorillaz, The good The bad and The Queen y la carrera solista de Damon Albarn está condenado a escucharlo por siempre. Este barrio banca los proyectos musicales de Albarn. No importa cómo se llame. Bailamos temas de Blur en los boliches, tuvimos la suerte de verlo en vivo en estadios, en teatro y este año, cuando el verano se ponga pegajoso e insoportable, haremos el esfuerzo de bailar en el Festival BUE con Gorillaz. Mientras tanto, agarren su mantita térmica, sírvanse un té o un whisky, a elección, traten de no deprimirse demasiado y busquen este discazo acústico. End of a century, On melancholy hill, Hostiles, Out of time, El mañana y otros grandes éxitos.
Albarn, te queremos tanto pero tanto...a vos, y a tu camperita de jean de siempre.
El invierno fue más soportable gracias a tu música.


Una serie


The Leftovers

Un día cualquiera de octubre, el 2% de la población mundial desaparece. Nadie sabe cómo ni qué lo provoca. El bebé que lloraba en el cochecito trasero del auto ya no llora porque no está. El nene que salía del supermercado caminando de la mano con su papá se queda llorando solo, algunos conductores desaparecen al volante, lo cual provoca choques y otros desastres. Todo es caos, gritos, confusión, angustia. Sin embargo, este suceso no será el leitmotiv de la serie de Tom Perrotta y Damon Lindelof - éste último uno de los responsables de Lost - sino que lo que importa es contar la aflicción de los sobrevivientes, el dolor de la pérdida después de "la ascensión", así llaman al momento de la desaparición.
Después de soportar las críticas del final de Lost, Lindelof abrió el paraguas y se encargó de avisar con tiempo que The Leftovers nunca va a aclarar el misterio de la desaparición. Acá importa mostrar a "Los culpables remantes", una secta que decide suplantar la identidad de todos los desaparecidos para que el mundo no olvide el hecho desgraciado y lo hacen con un voto de silencio, vestidos de blanco y fumando compulsivamente. La presencia de la secta provoca desequilibrio, rechazo y violencia en Mappleton, localidad donde transcurre la historia.
Es difícil contar The Leftovers, tan difícil como animarse a verla. Si lo hacen, les va a parecer confusa, incómoda, críptica. Es probable que les genere rechazo y quieran abandonarla porque The Leftlovers no explica, no da las cosas masticadas. Los créditos iniciales son perturbadores y los personajes son difíciles y bastante antipáticos, pero háganme caso: resistan. Sean valientes. Tengan paciencia. La segunda temporada les dará con creces todo lo que faltó durante la primera. Vale mucho la pena ir por más.
Además, vecinitas, está Justin Theroux y sus tatuajes y sus músculos, su locura y sonambulismo.
Ese cuerpo bien vale una secta y una maratón serial.
Y para los interesados, también está Liv Tyler.
Hay para todos y todas.
No todo es tan oscuro.
No todo es tragedia.
Y decretamos el comienzo del fin del invierno.

Nos vemos en primavera!

01 agosto, 2017

Mujeres seriales


Porque sí.
Porque son genias.
Porque son fuertes y hermosas.
Porque me hicieron llorar de emoción. 
Porque podrán pasar muchas mujeres seriales, pero ellas siempre serán mis elegidas.
Agosto arranca con las mujeres seriales favoritas de este barrio, las que llegaron hace unos años para quedarse y no irse nunca de mi memoria serial. 
Por eso este post y unas pocas palabras dedicadas a cada una de ellas. 
Los invito a que conozcan a mis seis amigas seriales.
Sin ellas, nunca hubiera sido lo mismo.


Alicia Florrick
The good wife

Tenés que ver The good wife me dijeron y al principio desatendí la recomendación. En ese momento pensé que no era una buena opción ver otra serie de abogados. Una más. Es cierto, hay muchas series de abogados pero ninguna como La buena esposa, una serie que mantiene la idea de su nombre hasta el final, aún cuando su protagonista trate de salirse de ese lugar del deber ser. No voy a spoilear porque hay gente del barrio que supo atender la recomendación y en este momento está fascinada con la historia de Alicia Florrick, esa mujer que cuando su esposo se ve envuelto en un escándalo público abandona su lugar de señora de la casa y sale a trabajar. Para ello, debe sacarle el polvo al título de abogada y aprender la profesión. Elige buenos maestros y mejores amantes. Alicia, o como me gusta llamarla, "Alisha" es una sobreviviente. Durante 7 temporadas es fácil darse cuenta que es una mujer muy divertida, pero se ríe poco. Es una sufrida y llora más de lo que nos gustaría. Vivió romances clandestinos. Engañó pero fue horriblemente engañada antes. Una y mil veces. Puso cara linda cuando no tuvo ganas. Se calzó los stilettos y salió a pelearla, pero cuando fue necesario también se acovachó, se tapó hasta la nariz con la sábana y lloró hasta que tuvo ganas. Acompañó el crecimiento de sus hijos, los escándalos de su madre, toleró con elegancia a su suegra y tomó vino. Mucho vino tinto, margaritas y algún shot de tequila. Alisha no es alcohólica, sólo tapa su angustia con una copa de alcohol después de un día laboral y de los disgustos que suele darle su marido. Y es un tango y nosotros bailamos con ella. Inolvidable.
Por favor, no se la pierdan.


Robin Scherbasky
How I met your mother

Claro que al principio la odiamos un poquito, porque Scherbasky es esa mujer fuerte que lleva a Ted Mosby de las narices, nuestro chico favorito en el mundo que queda deslumbrado apenas la conoce, porque Robin no sólo es muy linda sino que tiene una personalidad capaz de enamorar hasta al más escéptico del amor: Barney Stinson.
Robin es tan poderosa que hace que Barney se vuelva romántico y cursi al punto de competir con Ted Mosby. A pesar que Robin tuvo sus detractores durante las 9 temporadas por hacer sufrir de amor a Mosby, entre otras cosas, este barrio la banca fuerte. De hecho, hace muy poco Netflix estrenó una nueva serie (Friends from college) y Cobie Smulders, es decir, nuestra Robin de How I met your mother es una de las protagonistas de esta nueva serie. Y no es lo mismo. Nunca lo es ni lo será. Queremos que nos devuelvan a esa Robin que defiende sus raíces canadienses, varonera, independiente, medio malvada pero amiga incondicional. Nos encanta su desarrollo profesional como periodista en How I met your mother. De "notas de color" en un noticiero de madrugada de dudosa audiencia a convertirse en la cara de un canal de noticias que se ve hasta en los colectivos de línea de New York. 
Una luchadora que la peleó, llegó y se quedó con el mejor chico.


Carrie Bradshaw
Sex and the City

Cuando la invitan a desfilar y se cae en la pasarela, cuando sus amigas nunca llegan a su cumpleaños, cuando se va a vivir a París, cuando intenta ser amiga con derecho de Mr. Big, cuando un novio cobarde la deja con un post-it, cuando la lluvia la sorprende en la puerta del Guggenheim y se va a tomar una sopa, cuando se va al campo con Aidan...la lista podría seguir porque nos encanta Carrie Bradshaw. El año pasado la sometí a duelo ACÁ y ACÁ con una nueva amiga del barrio, Hannah Horvath de Girls y a pesar que salió perdiendo, siempre vamos a querer a Carrie Bradshaw. No sólo por sus outfits, a veces un tanto ridículos pero tan trendy a la vez, sino porque fue el timón de Sex and the City, la que tira del carro y la que nos permite ver un capítulo repetido por cable y soportarlo hasta el final. En los post del duelo del año pasado pueden leerlo y acá lo repito: las nieves del tiempo blanquearon al resto del team de Sexo en la Ciudad. Algo pasó con Miranda, Samantha y Charlotte. El paso del tiempo las volvió insoportables, previsibles, caprichosas sin sentido. No así Carrie Bradshaw. Ella es atemporal, única y fresca. Este barrio defiende su relación con Aidan pero también nos encanta cuando Big va a rescatarla a París. Si veo una repetición en el cable, sólo será por ella, Carrie Bradshaw, la columnista fashion que nos hizo preguntarnos las diferencias entre hombres y mujeres y nos enseñó sobre el amor, la amistad y los zapatos.



Piper Chapman
Orange is the new black

Piper es esa chica que pensamos que no va a sobrevivir un día en la cárcel porque fuera de ella tenía el futuro asegurado. O casi. Niña rubia, mimada, de buena familia, comprometida con su novio y con un emprendimiento naciente de belleza, la vida de "Pipes" cambia por haber estado involucrada unos años atrás y de una manera casi ingenua en el tráfico de drogas. Alex, esa chica que la deslumbra será quien la lleve al fango, a la cama y finalmente, cuando la delate será también quien la lleve tras las rejas. Alex y Piper son un sólo corazón. Novias y compañeras en el delito y en la cárcel. Después de un duro proceso de adaptación, Piper versión presidiaria descubre facetas suyas más agresivas y manipuladoras que desconocía. Promediando el final de una de las temporadas, cuando llega un nuevo grupo a la cárcel, las novatas quieren saber quién es la jefa, a quién deben temer. Todas señalan a Chapman, la rubia que lee a Nick Hornby. Pipes no es querida en la cárcel, es caprichosita y se gana muchas enemigas pero acá, en este barrio, tiene a su fan.


Betty Draper
Mad Men

Podría haber elegido a Peggy Olson, otro de los personajes geniales de Mad Men, pero no. Betty Draper fue y será siempre mi favorita de la serie de los Hombres Locos. Así de fría y calculadora como parece, Betty se ganó nuestro corazón porque en realidad está rota por dentro. Representa a esa mujer que por fuera parece tener la vida resuelta, pero no. Durante muchos años, Betty y Don Draper fueron la pareja más hermosa y carismática del mundo de la publicidad en NY, pero no todo lo que brilla es oro. Betty es el símbolo de una época, sabe para qué ha sido educada y cuál debería ser su objetivo en la vida: ser la esposa y madre perfecta, pero este rol no la hace feliz y por eso explota, se frustra y se deprime. Quien no la conoce, puede pensar que Betty Draper es una nena caprichosa, y un poco sí, pero sus rabietas son urgencias de mujer desesperada. Estéticamente hablando, Betty Draper revolucionó el mundo serial con su vestuario impecable de la década del 60. Si no van a ver la serie, al menos, vean algún capítulo para morirse muertas con sus vestiditos almidonados. Impecable. Quiero su guardarropas y su cocina. Y ya que estamos, a Don Draper merodeando por ahí.



Ally Mc Beal
Ally Mc Beal


Última más no por eso menos importante. Ally Mc Beal es parte de nuestro crecimiento serial. Una historia de una abogada de Boston, que empieza a trabajar en el bufete de un ex compañero de facultad. Como el mundo es un pañuelo, allí también trabaja su ex novio y gran amor Billy, quien se casó con otra compañera del estudio. Seguramente no recordemos los casos legales que se trataban en cada episodio pero sí las escenas en el baño unisex donde pasaban cosas raras, como esas coreografías con Barry White de fondo. En Ally McBeal fueron pioneros del happy hour. Después del día laboral, todos se reunían en un bar que estaba en la planta baja del edificio que funcionaba a la vez como karaoke. Entre otros, cantó Sting, Tina Turner y Barry White. Y por último, cabe recordar los momentos de alucinaciones, delirio e ironía que vivía la protagonista. En algún momento de nuestras vidas, estoy segura que todas las vecinitas nos sentimos Ally Mc Beal.
Y a mucha honra.