29 noviembre, 2016

Resumen Noviembre: Todos los posteos todos


Vecinitos!

El último mes del año nos pisa los talones y nos mantiene ocupados entre faenas pre navideñas y una nueva fase de balances seriales, cinéfilos y literarios. Antes que todo eso nos pase por encima, como es habitual, repasemos los posteos caprichosos del mes de Noviembre.

Si quieren saber de qué se trató el famoso reinado del escorpión, vayan ACÁ. (Hay música linda de Kevin incluida)

También les conté sobre mi amiga, Bridget Jones.  ACÁ, hay 10 buenas razones para volver a verla. 

Tres películas necesarias para terminar este año. Se rumorea que una de ellas va a cosechar nominaciones en la temporada de premios. ACÁ, los trailers. Hermosos todos.

Porque lo queremos así: rubio, lindo e insoportable. Norton estuvo ACÁ, en tu barrio amigo.

El último libro de Pedro Mairal se lee en un día y no les miento. Pueden leer un fragmento ACÁ y después salir corriendo a comprarlo.

Nunca digan "De este agua no he de beber" porque la vida se encargará de que un día escribas un post inesperado como ÉSTE


Los espero en Diciembre con los balances del año!

25 noviembre, 2016

Hannah y sus amigas

Sabían que ésto iba a pasar.
Porque este fue un post pre anunciado y prometido.
Porque no alcanzó con retarla a duelo con su antecesora.
Porque ella y sus amigas ganaron cómodas su lugar en el barrio.
Y porque nunca mejor momento que el mes de los caprichos bloguísticos para hablar un poco más de:


Este post no se autodestruirá en cinco segundos pero sí tiene algo de misión imposible: los tengo que enamorar de Girls. Reconozco que es difícil porque la cabeza detrás de la serie es Lena Dunham y a Lena se la ama o se la odia. No admite término medio. Es guionista, directora, productora y protagonista de Girls, su creación, su piel, su sangre, sudor y lágrimas. No está sola. Su padrino artístico es el director Judd Apatow, king de la nueva comedia americana. Este detalle no garantiza que les guste la serie pero si se animan a transitar el camino, la esencia Apatow está presente en las cinco temporadas de Girls.

Para empezar, el peor error es creer que Girls es un lado B de Sex and the City, una continuación guarra, un intento fallido. No es nada de todo eso. Girls alude en el capítulo piloto a la serie de Carrie Bradshaw cuando Shoshana, una de las amigas de Hannah, le pregunta a Jessa si alguna vez vio Sex and the City. En su habitación aniñada hay un poster de fondo de la película de Carrie y cía. Con ese plano y un diálogo más largo que esa pregunta de Shosh, la autora viene a decirnos que reconoce el legado. Nos dice que no se puede ver Girls y desconocer a su antecesora, pero es sólo eso: algo tan estático como un poster, un recuerdo colgado de una pared. Hasta ahí llegó su amor. Lo que vendrá a continuación no incluye tragos de autor en copas de martini o zapatos carísimos. Hannah y sus amigas cruzaron el puente; viven en Brooklyn, les cuesta pagar el alquiler, conseguir trabajo, discuten con sus padres e intentan no derrapar después del fin de una relación. 















Hannah, Marnie, Jessa y Shoshana son las chicas en cuestión. Cuatro amigas que no saben muy bien dónde están paradas. Quiero ser la voz de mi generación o al menos ser una voz de una generación es el apostolado de Hannah a sus 25 años cuando sus padres deciden dejar de mantenerla. Ese es el punto de partida de Girls, y aunque podamos reconocer que Lena no nos está hablando a las de 40 podemos disfrutarla desde una distancia prudencial a pesar de la brecha generacional.

Los personajes de Girls son antipáticos e insoportables y Lena los expone sin piedad. Destroza a Marnie, la chica "linda" de la serie. La ridiculiza como la voz femenina de un duo musical con pretensiones de She & Him, la hace lucir como un mono el día de su casamiento entre tantas otras perradas. En Girls, un entrepreneur como Charlie, el ex de Marnie, puede reaparecer como un lumpen en la última temporada. Con Shosh hace su propio Lost in Traslation en Japón (a lo Sofia Coppola) y la hace trabajar en el lugar de mis sueños: ¡un bar de gatitos! Jessa, la hippie chic con pelo de sirena, juega cabeza a cabeza con Hannah. Es honestidad brutal y aunque genere un caos a su alrededor es la amiga preferida de Hannah. El amigo gay de Hannah es Elijah, mala pero incondicional. Ray es el loser que nos inspira una mezcla de ternura y patetismo, enamorado por siempre de la chica linda, y Adam es ese príncipe desteñido de azul que vive sin filtros y rescata a la protagonista en un final de temporada. Es Hannah en masculino. Es probable que si deciden ver Girls no toleren a Adam. Yo también pasé por esa etapa. Hay que darle un tiempo. El patito feo e impresentable puede convertirse en cisne, o al menos, en una versión mejorada de patito.
Por todo lo dicho (y cosas peores) Girls parece imposible de ver pero la madurez narrativa de su autora, sus guiones y la evolución de sus protagonistas nos llevan de las narices.

Durante cinco temporadas, como toda serie, Girls tuvo capítulos flojos y otros brillantes. Como ese episodio en el que Hannah dice sentirse en una película de Nancy Meyers (!) y comparte todo el capítulo de Cenicienta con Patrick Wilson; el episodio con su abuelita (June Squibb, ídola del barrio y actriz fetiche de Alexander Payne); el debut actoral de Adam en Broadway; el casamiento de Marnie; el reencuentro Marnie-Charlie; el trabajo de Hannah en la revista canchera; el fin de semana de spa con su mamá, el romance de Elijah con el periodista de noticiero; Japón, el posgrado en Iowa y muchos más.

No se si los habré enamorado.
Girls no es fácil de ver, pero vale la pena.
En lo personal, me gusta creer que Lena pensó Girls para todos los que fallan (sin importar la edad), para los que la pifian, los que se mueven en arena movediza y se hunden pero vuelven a salir a flote, aunque cueste. 
Prueba y error. 
Levantarse y volver a empezar. 
Eso es Girls.

Temporada final

Nota: La temporada final de Girls ya está anunciada para Febrero 2017. 

22 noviembre, 2016

Mairal y el ukelele

 

Por suerte no rompí el ukelele en la playa ni lo dejé en lo de Enzo. Lo trajo Maiko el primer fin de semana cuando vino a mi departamento de separado y se lo olvidó. Y acá quedó. Saqué acordes, ritmos, rasgueos. Después me animé a puntear. Me salvó del bajón. Esa guitarrita mínima me apuntaló el alma en todo ese año que llevo viviendo solo. Lo que sabía de guitarra me permitió aprender rápido. Es un instrumento simple y puede ser complejo también. La guitarra siempre me quedó grande, me sonaban sucios los acordes, demasiadas cuerdas para tener en cuenta, demasiadas notas en ese puente. Para un autodidacta, para el que toca de oído como yo, el ukelele es ideal. Entendí que prefería tocar bien el ukelele que seguir tocando mal la guitarra, y eso fue como una nueva filosofía personal:
Si no podés con la vida, probá con la vidita.

(Pedro Mairal, La uruguaya)


Volver a leer a Mairal en el mes de los caprichos bloguísticos.
(Gracias a mi amiguísima P. por hacerlo posible).

11 noviembre, 2016

Todas aman a: Edward Norton


Norton es insoportable.
Es brillante pero arrogante. Es camaléonico pero soberbio.
Google parecía decir todo el tiempo sí, pero no. Intenté buscar una historia que desmintiera estas acusaciones, pero fue inútil. Parece que Eduardo Norton es persona non-grata. Al menos, laboralmente hablando. Es de aquellos que quieren estar en la misa y en la procesión. Entonces, cuando decide participar en una película, no sólo se compromete como actor también como editor, guionista, productor y todos los detrás de escena posibles donde pueda picotear.
En American History X le arrebató el trabajo al editor responsable y se encargó de la versión final. Con Marvel tuvo diferencias artísticas porque pretendía que su versión de Hulk tuviera más "realismo" y dicen que en Birdman no tuvo que hacer mucho porque Norton hizo de Norton, un actor insolente pero de prestigio que representaba todo lo que le faltaba al superhéroe venido a menos que interpretó Michael Keaton.
Y hasta acá llegó la maldad. No me pidan más. Ya bastante me costó leer y escribir todas estas cosas, porque Norton podrá ser todo lo soberbio que quieran pero también es ese hombre de cara aniñada que me enamora como boy scout en Moonrise Kingdom o aún con su cara rota en El Club de la pelea, aunque este barrio tiene sus elegidas. Excepto una de ellas, no son descollantes pero tienen un no se qué nortoniano. Si aman a este muchacho, no pueden no ver estas películas.

Down in the valley
Director: David Jacobson

Norton hizo mejores películas pero Down in the Valley es una hermosa locura independiente. Hermosa porque lo incluye, más rubio y más dulce que nunca, aunque loco como una cabra. Norton es Harlan, un chico encantador que se cree ¿cowboy? Trabaja en una estación de servicio y allí conoce a Tobe, una adolescente que le coquetea y lo incita a dejar su trabajo y pasar un día de playa juntos. Harlan no tiene mucho que perder y decide seguirla. A medida que avance la película le sacamos la ficha al vaquero que, a pesar de la oposición del padre de Tobe, seguirá viendo a su novia a escondidas y revelará una personalidad esquizo que dará vuelta la historia. La película es casi entretenida pero, ¿qué es creerse vaquero? ¿es llevar el outfit adecuado? ¿es saber montar a caballo? ¿manejar las armas? ¿ir de rodeo? Es probable que Down in the valley sea delirante, pero en todo caso lo es tanto como nuestro amor por el falso obse - vaquero.

La hora 25
Director: Spike Lee

Norton se gana nuestro corazón desde que empieza La hora 25 sólo por salvar la vida de un perro malherido, un poco bravo, que terminará adoptando como mascota. Osea, Norton pet-friendly y con eso ya sumó porotos a lo pavote, pero la película de Spike Lee es mucho más que un perro bravo salvado y por eso la incluí acá.
La hora 25 cuenta el último día de libertad de Monty Brogan (Norton) antes de entrar a cumplir su condena en la cárcel por tráfico de drogas. En esas últimas horas intenta de manera expres recuperar la relación con su padre, con su novia y sus dos mejores amigos; uno de ellos el inolvidable Philip Seymour Hoffman. Todo el peso de la película está puesto en estos vínculos, en largas conversaciones entre los protagonistas y en el recuerdo de cómo Brogan llegó hasta ahí. Norton se sumó como productor y se dio el gusto de incluir algunos guiños propios, por ejemplo, su pequeño homenaje a El Club de la Pelea. En la escena en cuestión, le pide a su amigo broker que lo golpee antes de entrar a la cárcel para verse y que lo vean golpeado de antemano por la vida.
Norton es casi tan sufrido como ese perro bravo del comienzo, sólo que no tiene a nadie que lo rescate.
Podríamos hacer el esfuerzo y ayudarlo, cual chapulinas coloradas.

Keeping the faith
Director: Edward Norton

Divinas tentaciones es el triángulo amoroso-religioso que forman tres amigos: Stiller versión rabino, la rubia pispireta con ínfulas de ejecutiva y Norton versión sacerdote. Sí, sa-cer-do-te. Si son de las que fantasearon con Ladislao en Camila, acá tendrán una experiencia religiosa más alegre.
Brian, Jacob y Anna fueron mejores amigos durante su niñez, pero Anna y su familia se mudan de la ciudad. El trío se convierte entonces en dúo hasta la vuelta al barrio de esa chica que ya no es una niña, sino una mujer con trajecito de ejecutiva y el celular adosado a la oreja. El reencuentro hace tambalear las carreras espirituales de Brian y Jacob. El rabino carga con la culpa de enamorarse de una goy y jugarse su carrera religiosa. Brian enfrenta la crisis de ser el único creyente que no puede hacer las dos cosas: enamorarse de su amiga y seguir su servicio como sacerdote en la iglesia.
La comedia romántica de Norton incluye hermosas panorámicas de NY, buena música y una dedicatoria al inicio que dice: Por tener fe en todo el mundo. Con esas palabras y esta película Norton honra la memoria de su madre.
Norton versión sacerdote arrastra más fieles queturistas en el Vaticano.


Fue superhéroe pero no resultó.
Fue galán romántico y ahí le fue un poco mejor.
Fue policía rudo, médico, vaquero, mago, insomne violento. Pónganle el rótulo que más les guste.
Norton es esa rubia debilidad de ojos hundidos, licenciado en Historia y ferviente ambientalista.
Novio de Drew Barrymore, de la viuda de Kurt Cobain, de Salma Hayek y tantas más.
Acusa 47 años que nunca se van a notar.
Es y será por siempre mi novio rubio.
Aunque siempre le arrebaten los Oscar en la cara,
Aunque se haya hecho mala fama,
Y aunque nadie lo quiera, Norton es el capricho del mes del reinado del escorpión.
Y con él, mi favorito, cierro esta sección y las espero el año que viene con más gente linda!

08 noviembre, 2016

Tres deseos

Este mes me toca pedir tres deseos.
Me toca comer la torta casera de frutillas,
Me toca brindar por todo lo bueno que vendrá,
y me toca empezar a preparar los balances del barrio.
Y resulta que para cerrar el año cinéfilo feliz necesito: un gato, un mago y mucho amor.
Tres estrenos.
Tres caprichos bloguísticos.
Tres deseos.
Que se cumplan.


Para toda la comunidad cat-lover
(vecinita incluida)
Un gato callejero llamado Bob



Un tanque lleno de magia.
Pochoclo asegurado.
Animales fantásticos y dónde encontrarlos



Ellos dos. Una amiga del barrio y un amor. Si quieren cantar, que canten. 
La La Land


Nota: Si quieren sumar regalos y tortas con muchas  frutillas son más que bienvenidas.

04 noviembre, 2016

10 buenas razones para ver: El diario de Bridget Jones


Están a punto de leer el anteúltimo posteo de 10 buenas razones para ver del año 2016. Podría decir que esta sección es el corazón del barrio. Las películas que se incluyen acá están para ser vistas cuantas veces sea necesario ante emergencias románticas. Son nuestro matafuegos.
Conocemos los finales de memoria, pero eso no quita que no volvamos a emocionarnos.
Conocemos los diálogos, los silencios, la música.
Y como esta sección incluye a nuestras ídolas de la comedia romántica, Bridget Jones no podía quedar fuera de este universo.

En el mes del escorpión Bridget vuelve al cine junto a su galán Mark Darcy, no así su ex jefe y amigo de este barrio Hugh Grant, conocido como Daniel Cleaver según el universo Jones.
En esta tercera parte, Grant es reemplazado por Patrick Dempsey. Hace algunos años, la vecinita le dedicó un par de posteos al nuevo pretendiente de Bridget. Pueden refrescar la memoria ACÁ y ACÁ

Podrán cambiar el galán de turno o enloquecer las hormonas de Bridget con un embarazo. Renée podrá cambiar su expresión con una dosis exagerada de colágeno y botox, pero nunca podrán quitarnos esa primera, única y original primera parte llamada El diario de Bridget Jones.
Los invito a reencontrarse con una amiga, la amiga de todas las vecinitas de este barrio.
Con ustedes:

10 buenas razones para ver
El diario de Bridget Jones

  1. Renée Zellweger. Bridget es el sol y a su alrededor giran sus padres, sus amigos, su jefe-amante y su novio. Si bien en este decálogo hablaremos de todos ellos es Renée quien se carga la película. Sin ella nada funciona. Renée supo construir un personaje universal. No hay vecinita a la que no le guste Bridget Jones. La bancamos en todo. Cada vez que toma un poco de más y cada vez que toca fondo. Nos gusta ella y su inseguridad, sus miedos, sus ganas de amar y que la quieran "tal como es", con sus kilos de más, con sus metidas de pata, con su diario a cuestas, con su disfraz de conejita, con su rimel corrido y sus escotes y sus minis. Todas somos un poco Bridget. A todas nos rompieron alguna vez el corazón. Todas quisimos cocinar algo rico para nuestros amigos y nos salió un desastre, y por supuesto, todas quisimos alguna vez (o muchas veces) bajar de peso, tener modales de princesa y nos encantó alguien inconveniente, como Daniel Cleaver. 
  2. Hugh Grant. Nuestro amigo Hugh cada tanto hace una aparición en este barrio, pero parece que nunca alcanza. En El diario de Bridget Jones, su personaje es casi tan importante como la mismísima Bridget. Es la tentación, el deseo, la fantasía, el sueño, la realidad y la desilusión. Daniel Cleaver es capaz de programar un fin de semana ideal junto a Bridget y después hundirle un puñal en el corazón. Histeriquea y acorrala cual buitre a su presa, pero es tan irresistible como Hugh sabe ser. Por una vez en la vida deja el tartamudeo de lado y es el galán canchero e inconveniente que se cruza en la vida de la protagonista. Sabemos que Daniel Clever es un cretino, pero igual vamos a extrañarlo. Siempre se lo extraña a Hugh Grant.
  3. Colin Firth. Porque del otro lado del ring está Mark Darcy. Es el abogado que quiere a Bridget Jones "tal como es". Es tan caballero que se anima a probar la sopa azul y no se acobarda y pelea contra Cleaver por su chica. Y además, ese quien hace el regalo perfecto: un nuevo diario íntimo para Bridget para que escriba un capítulo diferente en su vida: el de su vida juntos. 
  4. Apertura. El prefacio de la película de Bridget Jones es el anticipo de todo lo genial que vendrá después. Bridget está sola, con su pijama de ositos. Afuera empieza a nevar. Chequea el contestador. Nadie la llama. Ni siquiera su madre. En la tele están pasando un capítulo de Frasier y cuando se da cuenta está lloriqueando. Toma de un trago una copa de vino tinto y canta y teatraliza All by myself. La escena es patética pero graciosa y sí, se lo debemos a Bridget que así, sin decir nada, nos conquista. Y es sólo el comienzo.
  5. Banda de sonido. Además de All by myself, la banda de sonido incluye canciones lindas como Have you met Miss Jones por Robbie Williams, Someone like you por Dina Carroll, I'm every woman entre tantas otras. Vale la pena.
  6. Amigos. Porque están ahí y son importantes. La bancan, se ríen con ella de las desgracias y se alegran cuando las cosas mejoran, como hacen los buenos amigos.
  7. Los padres. El padre de Bridget es un tierno. Si bien en esta primera parte de la saga los padres tienen una historia, queremos más. Padre e hija tienen un idilio y se nota, a pesar que la madre quiera imponerse entre ellos y termine haciendo sombra en el vínculo. Es caricaturesca pero funcional a toda la historia.
  8. Chik-lit. Cuando Helen Fielding publicó en 1998 El diario de Bridget Jones no imaginó que su novela chik-lit se convertiría en best-seller y su personaje, en el reflejo de los problemas e inquietudes de muchas lectoras desparramadas por todo el mundo. Ya dijimos que Bridget Jones es universal. Este año ya hablamos ACÁ sobre el género chik-lit. Nos encanta y seguramente, con una nueva película de Bridget en cartelera, se podrá conseguir el libro en cualquier cadena de librerías. Estén atentas.
  9. Retro. Llegando casi al final del decálogo, esta razón delata mi edad. Soy de la época del diario íntimo. Escribí uno, dos, tres. Perdí la cuenta. Tuve uno con candadito y llave. Cuando se me terminó, busqué reemplazarlo con cuadernos más o menos lindos. Me di cuenta que cualquier cuaderno cumplía la función de diario porque lo que importaba era escribir. SIEMPRE. Hoy, aunque me tilden de prehistórica, sigo escribiendo en cuadernos y me encanta elegirlos. Ya no son diarios, cumplen otra función. Se convierten en ensayos de posteos, de lista de temas a escribir. El hecho que Bridget Jones escribiera un diario en el año 2001 es un detalle nostálgico y retro que la vecinita no podía pasar por alto. Hoy todo son apps que se bajan al celular. Ya nadie escribe un diario, pero confío que del otro lado hay quien comparte mi nostalgia y mi romanticismo y sabrá entender por qué está incluida esta razón en el decálogo. 
  10. Por su humanidad. Bridget puede ser una latosa pero la queremos. Es auténtica, es torpe, cae en la tentación Cleaver pero aprende de sus errores. Quiere progresar y está dispuesta a pelearla. Come cosas engordantes del pote, sin culpas. Lucha por su pelo, por su peso. Es una buena amiga y una gran mujer. Es humana y era hora que el cine retratara a una mujer como ella. Por eso está acá. Y por eso vuelve una tercera vez. ¿Será la vencida? Muy pronto lo sabremos. Tendrán que leer el balance cinéfilo en diciembre.

El diario de Bridget Jones es una película del año 2001 y fue dirigida por Sharon Maguire.

01 noviembre, 2016

El reinado del escorpión


Bienvenidos al mes de la transformación, al menos eso es lo que dice mi astróloga de cabecera. La luna está en Escorpio y es una apertura para sentir y sanar. 
Son libres de pensar lo que gusten con respecto a la astrología, pero si sólo se limitan a leer el resumen que aparece en la revista del diario del domingo y creen que la astrología es eso, se están perdiendo un mundo apasionante. 
Soy tan escorpiana como se puede ser. Con lo bueno y lo no tan bueno. Y me gusta. 
Y entonces pienso, después de un largo recorrido escrito durante este 2016, por qué no dedicar Noviembre a todos esos caprichos bloguísticos? 
Están avisados. 
Este mes nos escuchamos más que nunca.
Será tan escorpiano como la mismísima vecinita de enfrente.
Están invitados al reinado del escorpión.

Empieza por Kevin. 
Porque saben que me gusta. 
Y porque esta canción y este video tan hermoso incluye: hija de Kevin, una ruta, un autito simpático y hasta un perro.
Empezó Noviembre y con él, mi reinado.
Bienvenidos.