27 diciembre, 2013

Balance cinéfilo 2013 parte I

Y llegamos al último balance del año...
Gracias a todos los que pasaron por acá, ya sea motivados por los balances o por cualquier tema que el vecinito decida compartir. Me hacen muy feliz con sus visitas, mails, comentarios y me encanta que la comunidad vecinal siga creciendo.
Vamos al tema en cuestión: cine. Este año fue raro, tuvo gusto a poco. Ni siquiera podemos hablar de un "top 5". Me atrevo a decir que sólo hay 1 favorita. 
Por suerte, para 2014 el panorama parece más alentador. Hay varias películas que tenemos en la mira, pero ese ya es otro tema...
Dejo de lado los misterios y los invito a repasar la primera parte del balance cinéfilo 2013 del vecinito.  

El lado luminoso de la vida
Director: David O. Russell
  
Si esta película fuera una canción sería "El baile y el salón" de Café Tacuba, porque el estribillo es casi una declaración de principios: el amor es bailar, dicen y Bradley Cooper y Jennifer Lawrence hacen honor a la cuestión, pero no todo arranca con el baile, aunque sí con ponerse en movimiento, salir del lugar confortable a pesar de la crisis y sobre todo: mantener la actitud positiva, el leit motiv de esta película.
Durante el año, el vecinito le dedicó un post exclusivo a la película de David Russell. Los invito a repasarlo acá para no volver a repetir lo ya dicho, sólo voy a agregar un párrafo con respecto a la pareja protagónica.
Quienes pensaban que el rubicundo Bradley Cooper no podía hacer nada fuera de las comedias de parrandas de amigos están equivocados. En esta película, no sólo demuestra que puede interpretar dignamente a un hombre con un trastorno bipolar, sino que además demuestra aptitudes para el baile y no deja de ser, en el fondo, un galán romántico. Un poco desequilibrado, pero galán al fin.
Con respecto a Jennifer Lawrence, no sabíamos si se llevaría el Oscar como Mejor Actriz cuando escribimos el post inicial de la película. No sólo lo ganó, sino que se cayó de manera alevosa cuando subió a recibirlo y según los portales de chimentos norteamericanos decidió deshacerse de la dorada estatuilla ya que percibía que tenía mala energía (!). Pero no hay nada de malo con la película, sólo hay que ser capaz de soportar un griterío inicial y algunas discusiones familiares, pero después llega la calma...y el amor. No se olviden que todo se trata de bailar y ponerse en movimiento.

Django sin cadenas
Director: Quentin Tarantino

Este año fui testigo de comentarios negativos sobre el cine de Tarantino. Nunca fue de mis preferidos así que no me costó sumarme a esas críticas. Sin embargo, acompañé al vecinito en la difícil misión de ver un western. "Cool" porque es Tarantino, viste? pero western al final de cuentas. En Django sin cadenas el uso de la violencia satura a puntos insospechados. Hasta Bastardos sin gloria era soportable, es más, "Bastardos..." tiene momentos brillantes, pero Django es el placer de la violencia por sí misma. 
Django (Jamie Foxx) es un esclavo que libera el Dr. Schultz (Christopher Waltz), un cazarecompensas alemán que recorre todo el Estado para eliminar a los hermanos Brittle. La película cuenta la travesía sanguinaria de estos dos personajes hasta llegar al encuentro de Broomhilda, esposa de Django, que fue vendida en el mercado de esclavos.
¿Qué rescato? La actuación de Leonardo Di Caprio. Este muchacho genera amor y odio. No admite término medio. Están los defensores y los detractores de Di Caprio. Sin buscarlo, en el último tiempo, nos identificamos con los del primer grupo. Aunque -una vez más- fue ninguneado por la Academia de Hollywood, cada vez convence y simpatiza más con este barrio.
A pesar de mi impresión negativa, Quentin Tarantino ganó el Oscar por Mejor Guión Original y Christopher Waltz como Mejor Actor de Reparto.

Una aventura extraordinaria
Director: Ang Lee

Los animales tienen alma. Lo he visto en sus ojos.
 (Life of Pi, Yann Martel)

Febrero. Recién comenzaba el año cinéfilo 2013 cuando salimos con los ojos llorosos y el pecho angustiado después de ver Una aventura extraordinaria o La vida de Pi (me gusta llamarla por su nombre original), y decreté que ya no importaba qué más se estrenara en todo el año. Era imposible superar lo que acababa de ver, desde lo visual y lo emocional.  Afanosamente busqué el libro para prolongar esa maravilla a través de las letras, pero no lo encontré. En su lugar, compré la película y con el tiempo se convirtió en una especie de talismán, cada vez que necesito juntar fuerzas, como le pasa a Pi, el protagonista de la historia que sobrevive 227 días en un bote salvavidas sobre el Océano Pacífico con la única compañía de un tigre de Bengala que, a causa de un error administrativo, lleva el simpático nombre de Richard Parker.

La vida de Pi es la historia de un exilio a la fuerza, un naufragio después y un debate filosófico entre la razón y la fe, la existencia del alma en los animales y la lucha por sobrevivir a pesar de las dificultades. También es la historia de cómo hacerse de un nombre que todos puedan respetar, descubrir el amor, la religión y aprender a enfrentar las pérdidas.
Pi y su familia son dueños de un hermoso zoológico en la India, pero debido a una crisis económica deciden emigrar a Canadá y vender todos sus animales en otro continente.  Un accidente en altamar deja a Pi como único sobreviviente junto a varios animales salvajes, entre ellos, el tigre en cuestión. Ahí comienza la odisea de esa "aventura extraordinaria": sobrevivir al mar y sobrevivir a Richard Parker.

Su escritor, el canadiense Yann Martel, investigó con rigor documental el comportamiento animal, el hinduismo, la vida en el mar, las penurias del naufragio, la locura y la condición humana y  el ojo oriental de Ang Lee decidió contar la historia desde la belleza; con una lluvia de peces voladores, una ballena como la de Pinocho, una isla de plantas carnívoras y una colonia de suricatas, entre tantas cosas.

Si todavía no se dieron cuenta, La vida de Pi es la favorita del año. Durante todo el 2013 no hubo ni habrá otra película capaz de opacar la grandeza de las imágenes y contar una historia tan triste y a la vez tan hermosa como la de Pi y Richard Parker.
Cine en estado puro.

Una aventura extraordinaria ganó el Oscar a la Mejor Fotografía, Mejor banda sonora, Mejores Efectos Especiales y Ang Lee se llevó una de las estatuillas más codiciadas de la noche de los Oscar, la de Mejor Director.

El Gran Gatsby
Director: Baz Luhrmann

Si había alguien capaz de filmar la famosa novela de nuestro amigo F.S.Fitzgerald, ese era Baz Luhrmann. Justamente porque El Gran Gatsby es lujo desmesurado en la pantalla. Durante poco más de hora y media asistimos, con nuestros anteojitos 3D, a las fastuosas fiestas organizadas en la mansión del misterioso Jay Gatsby interpretado por Leo Di Caprio, quien parece haber nacido para interpretar al millonario en cuestión. Por el contrario, no termina de convencer  la candidez que Carey Mulligan, la protagonista femenina y antiguo amor de Jay Gatsby, suele utilizar en todos sus papeles.
En cuanto a la realización, es sabido que el director se toma sus licencias para recrear las historias que decide llevar a la pantalla. En Romeo+Julieta, montescos y capuletos peleaban en las playas de "Verona Beach" y sustituían espadas por pistolas. En El Gran Gatsby el uso del 3D ya marca la brecha entre el clasicismo de la novela y la mirada posmoderna del director, como así también la elección musical para recrear la década del 20 con el rap de Jay Z.  
Aunque lo tilden de "director de diseño", en el barrio sigue siendo un amigo y sus películas, un deleite para la vista. 

 Iron Man 3
Director: Shane Black

A falta de Batman siempre tendremos a Iron Man, también conocido como el millonario Tony Stark. Inclusive, mil veces más simpático y encantador que Bruce Wayne. 
Yo pregunto ¿iríamos a ver Iron Man si no fuese Robert Downey Jr quien está detrás de esa carcaza de acero? Mmm...creo que el atorrante en cuestión es el motivo que nos lleva a la salas. 
Para los entendidos en la materia de superhéroes esta tercera parte es la peor de todas. Sin embargo, no deja de ser la más humana, ya que Tony Stark no sólo es un hombre de acero sino que padece malestares propios de cualquier ser humano. Lo vemos sufrir ataques de ansiedad y noches de insomnio a causa de acontecimientos ocurridos en Los Vengadores. En esta tercera entrega, deberá enfrentarse con un terrorista llamado "El Mandarín" interpretado por Ben Kingsley. Su novia, Pepper (Gwyneth Paltrow), tiene un importante protagonismo en la historia y juntos son un sólo corazón. No se puede negar la química entre Tony Stark y Pepper Potts. Parte del éxito de la saga tiene que ver con esta relación.
Alta dosis de pochoclo y una buen oportunidad para volver a ver a ese ave fénix llamado Robert Downey Jr.

Qué pasó ayer 3
Director: Todd Philips

Cuando se estrenó la primera parte de esta trilogía desconfié de las críticas y los buenos comentarios que se multiplicaban a mi alrededor. Una más de "machos con ganas de descontrol"...y algo de eso hay, no puedo negarlo. Qué pasó en el medio? Cómo fue que terminé "comprando" esta saga? Fue culpa del carilindo Bradley Cooper? Cómo fue que decidí pagar una entrada para ver la tercera parte de esa película que despreciaba? No sólo eso, sino que me divertí! No puedo explicarlo, sólo se que un zapping de una tarde de domingo me llevó a Qué pasó ayer 2 y no pude dejar de verla. Invertí el orden establecido porque inmediatamente quise ver cómo había empezado y vi la primera de la saga y este año se estrenó la tercera y última parte de esta trilogía.
Haciendo un repaso a vuelo de pájaro, sigo opinando que la segunda es la mejor de todas. Sin embargo, esta tercera entrega no está mal, siempre y cuando puedan soportar al nuevo gran cómico de moda: Zach Galifianakis, porque esta es SU película. Para los que no lo conocen, es el pelado de barba de la foto.
Su personaje, Alan, es la oveja negra del grupo. El único que no pudo progresar en la vida. A raíz de una crisis personal, su "manada de amigos", como le gusta llamarlos, deciden tomar el toro por las astas y acompañarlo a una clínica psiquiátrica para iniciar un tratamiento. Como es de suponer, en el camino surgirán imprevistos que los llevarán -una vez más- donde todo empezó: Las Vegas.
En esta tercera parte no hay despertares con dientes de menos, tatuajes en lugares inconvenientes, resacas ni muchas sorpresas. Sin embargo, la película tiene buenos momentos. Se suma a la "manada" Melissa McCarthy, la mejor versión femenina de Galifianakis.
Qué pasó ayer 3 es la conclusión de una odisea de caos y malas decisiones.
Y está bien que se termine, muy a nuestro pesar.

Continuará...

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