31 marzo, 2017

Resumen Mes 3: Mujeres, otoño, galgos y Gyllenhaal para todas


Vecinitos:

Marzo fue un mes bloguero verborrágico y super visitado! 
Se que son muchos detrás de la pantalla y me hacen sentir una vecinita superpoderosa.  
Muchas gracias!

Los invito a repasar o releer, según su preferencia, la producción del Mes 3:

  • Un clásico del barrio: las apostillas del Oscar 2017, papelón incluido ACÁ
  • Unas palabras alusivas en el día de la mujer, ACÁ
  • Una vecinita del barrio me recomendó Blue Jay. Y no se equivocó. Si quieren ver una peli que habla de galgos y de amores que nunca mueren, ACÁ una buena opción.
  • Cuando pensé en escribir sobre Gyllenhaal no pude imaginar cuántas vecinitas lo amaban en silencio. El resultado fue un número de vistas del post que superó mis expectativas. Si quieren volver a leer sobre el hombre más leído y deseado en el barrio, babeen una vez más ACÁ.
  • Artesana forever. ACÁ, una pequeña muestra con una referencia a una de las películas cabecera del barrio.
  • Aunque todavía no se siente, llegó el otoño y estamos felices. Nuestra oda a la estación más linda, ACÁ.
  • Porque en este barrio creemos que hay historias que merecen mil veces ser contadas. ÉSTA es una de ellas.
  • Ruta Mystery 2017, una propuesta que tenemos intención de continuar durante el presente año. Arrancamos ACÁ, con un lugar ñoño y rico.

Feliz fin de semana y GRACIAS totales por pasar por el barrio!

28 marzo, 2017

Ruta Mystery 2017 - Hoy: Mamma Shule


Si el día pinta gris, vayan a Mamma Shule.
Y si está radiante también, porque Mamma Shule lo hará más vibrante y más brillante gracias a unos cuantos detalles llenos de amor y color.
A metros de Av. Libertador, en la calle Soldado de la Independencia, está Mamma Shule.
Su vidriera es un anzuelo y nosotros picamos y pecamos ante la tentación dulce y salada, porque en esta primer parada de nuestra Ruta Mystery 2017, podés comprar cosas ricas para compartir con el mate en la casa de tu amiga, pero también sentarte a almorzar al paso en ese entorno amable e infantil y ver la vida pasar.


Hay opciones de tartas, empanadas, bohios, knishes y otras delicias de la comida judía.
Si optan por el "take away", la chica del mostrador ofrecerá calentar la comida en microondas u hornito eléctrico, según lo prefieran. Gran detalle que vale la pena destacar.
Si optan por almorzar in situ, les ofrecerá revistas para amenizar la espera mientras llega la comida a la mesa y entretener el estómago a base de chimentos.


En Mamma Shule nada está librado al azar. Cada detalle está pensado y cuidado. Cada espacio, como la caja de luz, merece ser decorado. Ésto nos lleva a pensar que no es necesario contar con un local de dimensiones monstruosas para lograr el impacto deseado en el consumidor, basta con un poco de dedicación y buen gusto para que nos sintamos a gusto, casi como en casa.


Cuando se ingresa a Mamma Shule nuestra vista va del mural lleno de conejos y cosas ricas ilustradas a los chipacitos, los pain au chocolat y todo la pastelería artesanal que está en el mostrador. 
Y un detalle extra: no sabemos por qué motivo, en Mamma Shule siempre es Navidad. Hay muchos objetos decorativos navideños. La primera vez que me senté en una de sus mesitas pensé que se trataba de una cuestión calendario, hacía pocos días había pasado la locura navideña. Sin embargo, la semana pasada me di una vuelta por el local y la taza con forma de Santa seguía ahí. Los platitos con pinitos y cookies, también.


Cualquiera de ustedes puede pensar en cierta dejadez al respecto, pero no esta vecinita. 
No en este barrio.
Santa y las cookies van bien con Mamma Shule.
No desentonan y hasta se agradece el detalle.
Si están por el barrio y buscan una opción de almuerzo express, rodeados de exquisitos detalles y cálida atención, éste es el lugar.


De esta manera, Mamma Shule abre una nueva temporada del Ruta Mystery Tour del barrio.
Nos vemos el mes que viene con más recomendados!

Mamma Shule queda en Soldado de la Independencia 1486 (esquina Virrey Loreto)
Todas las fotos de este post fueron tomadas con previa autorización de Mamma Shule

23 marzo, 2017

Lo que importa es lo de adentro

Porque hay historias que merecen mil veces ser contadas.
Gracias Disney.


Nos fuimos a ver uno de los estrenos del año.
Feliz finde largo!

21 marzo, 2017

Otoño, estoy enamorada


Hoy, mientras escribo en mi blog (una vez más) sobre mi estación favorita me pregunto: ¿siempre me gustó el otoño? ¿qué placer encuentro en el hecho de tener que madrugar cuando la temperatura baja, y los días se acortan? ¿Qué me pasa cada vez que despierto de mi hibernación y abandono la cueva? 
Estoy segura que hay una explicación psicológica al respecto, pero no me voy a meter en esa. 
Creo que, sin planificarlo, mi familia hizo que amara el otoño. Se los debo y lo celebro y de verdad, estoy muy agradecida.

El otoño está en cada mañana, en cada taza de té con leche que me preparaba mi abuela, antes que pasara el micro a buscarme para ir al colegio.
Cada vez que me compraban una polera, mi prenda favorita. 
Cada vez que entrábamos al cine Los Ángeles a ver una de Disney, para calentarnos el cuerpo y el corazón.
Cada vez que me arropaban con una frazada arriba de otra y otra y una más, por las dudas.
Cada tarde que pasábamos escuchando Los Musicuentos.
Los años pasan pero las mañas no se pierden.
Hoy, la vecinita ya no es una niña, pero cual Winnie the Pooh, procura tener siempre a mano frascos de miel cuando llega el otoño, variedades de té en hebras porque en este barrio estamos convencidos que el té cura, y no me refiero al famoso granulado efervescente para estados gripales. Organizamos las alacenas y nos surtimos de provisiones para preparar guisos, sopas caseras y todos esos lindos platos que ameriten comerse en cazuelas.
Las poleras siguen siendo mi prenda favorita. 
Las series, el mejor plan.
Las gatitas, el mejor calefactor del mundo.
La música de Pete Yorn, She and Him y Regina Spektor, los elegidos de la estación.
Y este barrio, y ustedes que pasan por acá, el mejor pasatiempo.

Bienvenido otoño.
Te estaba esperando.


17 marzo, 2017

Costos versus valores


Para mamá, mi artesana preferida de la vida.

En Tienes un email, una de las películas cabeceras de este barrio, hay una escena en la que Joe 
F-O-X pregunta el precio de un libro confeccionado de manera artesanal en la tiendita de Kathleen Kelly. El vendedor le brinda la información y además se explaya en los detalles de confección del libro. Joe Fox no sólo no lleva el libro sino que dice una frase del tipo: no imaginé que ésto podía costar tan caro. El vendedor lo corrige y es el momento que queremos atravesar la pantalla y besarlo. Mira a Joe Fox, con una mezcla de indignación/compasión, y dice: no, por eso VALE tanto. 

Costos vs. valores en una escena de lo más chiquita pero significativa y hermosa para todos los que nos dedicamos a crear, a producir algo con nuestras propias manos. Esa escena define el verdadero significado de lo artesanal, del tiempo invertido en llegar a un resultado final y sobre todo, habla del amor puesto en ese objeto. Gracias - una vez más - a nuestra musa, Nora Ephron, por ese diálogo que defiende el valor de las cosas más allá de su precio.

Ser artesano no es solamente tirar una manta en Plaza Francia todos los fines de semana, va más allá de un espacio físico. 

Artesano es quien prefiere perderse una tarde en una artística antes que en el shopping. Es aquel que elige aprender carpintería, bordado, tejido, pintura, sólo por mencionar algunas opciones, antes que aprender chino mandarín. Es aquel que sabe que lugares como Easy o Sodimac son la perdición. Es entender términos como DIY, chalk paint, decapados, sublimaciones, punto cruz o cadeneta. Sos artesana el día que te descubriste a vos misma "cirujeando" (término que se utiliza cuando "rescatás" muebles, maderas u otras cosas que están desechadas en la calle, generalmente, al lado de contenedores para intervenir y transformarlos en algo nuevo y hermoso). Si pasás por una obra y mirás con deseo los pallets donde se apoyan los ladrillos, no lo dudes, sos una artesana.
Si te encanta planificar tus tardes rodeada de hilos de bordar, pinturas y bastidores, lo tuyo es el arte.
Porque habrá muchas casas con objetos deco, pero ninguna de esas cosas tendrá el encanto de algo hecho por tus propias manos. Es único.

Y si por esas casualidades, viviste la experiencia de exponer en una feria, y se acercó alguien a tu puestito ambulante a preguntar el precio de uno de tus productos y lo dejó de lado porque quizá le pareció caro, no te aflijas. Seguramente, esa persona era como Joe Fox y no podía pensar que en ese precio estaban también las horas de dedicación, las ideas originales y el amor puesto en un objeto para alegrar la vida de alguien.

Por suerte, todavía hay gente como Kathleen Kelly y por ellas, y por nosotros mismos, siempre va a valer la pena seguir creando.

Feliz día del artesano!
Y como siempre, gracias a mi maestra preferida que me enseña tanto en el arte pero más en la vida.
Sin ella, cosas como éstas, nunca podrían haber ilustrado el post de hoy.
Sin ella, no existiría la vecinita de enfrente.

Amor por los zorros

14 marzo, 2017

Todas aman a: Jake Gyllenhaal


Imaginen que están en su restaurant favorito. No importa si es un bodegón o uno con vista a Puerto Madero. Un camarero se acerca con el menú o esa pizarra escrita con los platos del día y no pueden decidirse. Les gusta todo. Hay varias opciones y ustedes encajan en todas. 
Saben que si piden las pastas se van a quedar con ganas de pescado, y si se deciden por la pesca del día no podrán probar el clásico de la casa.

Algo parecido pasa con Jake Gyllenhaal. Es inabarcable. Nos gusta TODO. Es el clásico que hay que pedir y el más exclusivo del menú. Es la langosta y el revuelto gramajo. Es el encanto rústico de comer con la mano y con vajilla de plata. 
Elegir las fotos que (espero) les alegrará la vista durante la lectura fue tan difícil como elegir sus películas.  Es que Jake nos pone verborrágicas, rápidas y furiosas, y entonces por primera vez en la historia del Todas aman y del blog, rescatamos lo bueno y algún bodrio de Gyllenhaal, porque gracias a su intensidad, Jake siempre nos hace ver el vaso medio lleno. 

Controlen sus instintos animales o, como dijo una vecinita amiga, den rienda suelta a su camionera interior. 

Bienvenidas al primer Todas aman del año!

Hoy:
Jack Gyllenhaal

No había chance que Jacob Benjamin Gyllenhaal no se dedicara a la actuación. Hijo de un director de cine y mamá guionista y ahijado de Jamie Lee Curtis y ¡Paul Newman! Su hermana Maggie siguió los pasos de Jake y se dedicó al cine como su esposo, Peter Sarsgaard. Rodeado de gente vinculada al medio artístico, Jake demostró su gusto por la actuación desde niño pero antes fue camarero, guardavidas (me ahogo!me ahogo!) y durante dos años estudió religiones orientales y filosofía en la Universidad de Columbia hasta que colgó todo para dedicarse al cine.

Quiso ser Frodo en El Señor de los Anillos pero le ganó Elijah Wood. Audicionó para ser Spiderman pero Tobey Maguire tomó el lugar. Así que Gyllenhaal encaró su carrera lejos de superhéroes y personajes de aventuras. Y mal no le fue.

Pasen y lean el repaso caprichoso de la vecinita. A veces, mesurable por su calidad fílmica. Otras, por su belleza, diría, casi insoportable.

Secreto en la montaña
(Brokeback Mountain)

No se puede hablar de Gyllenhaal y pasar por alto Brokeback Mountain, porque si bien no fue su primer trabajo sí fue el que lo puso en un pedestal junto a Heath Ledger. Gracias a esta historia de amor gay basada en la novela de Annie Proulx, dirigida por el groso de Ang Lee, Jake ganaría a los 25 años un Premio BAFTA y su primera nominación a un Premio Oscar.
Mucho se dijo sobre el trabajo de su coequiper, Heath Ledger, a quien le tocó el rol más parco y hermético, pero Jack gana por valiente, por sensible y por sanguíneo. Su personaje, Jack Twist, logra exteriorizar lo que pasa en esa montaña, ese verano y lo que vendrá. Es el que se da la cabeza contra la pared más de una vez con tal de estar con su chico. Es el que apuesta, aunque le toque perder.
Y nadie pone en duda la belleza que siempre logra transmitir la mirada oriental de Ang Lee, pero Secreto en la montaña también es hermosa por esas patillas de Gyllenhaal, esos Wrangler y ese bigote que Jake se dejará crecer con el paso de los años, así como crece su tristeza y su frustración por llevar una vida que no está ni cerca de lo que alguna vez soñó junto a su amor, Ennis del Mar.

(Nota: cuando el vecinito daba sus primeros pasos, uno de los primeros posteos fue sobre esta película. Pueden viajar en el tiempo, ACÁ)

Amor y otras adicciones
(Love and other drugs)

Saquémonos la careta. Este híbrido en la carrera de Gyllenhaal sólo existe para que las vecinitas podamos verlo con poca ropa. Amor y otras adicciones pretende ser una crítica a la industria farmacéutica con un toque de comedia y romance. El combo incluye una novia con enfermedad incurable. Anne Hathaway, más insoportable que nunca, es la chica en cuestión que - en principio -mantiene una relación puramente carnal con Gyllenhaal, un visitador médico medio goma que conoce en el consultorio.
Sexo, amor y muchos blisters. Si van a verla, no teman: no hay golpes bajos, sólo Gyllenhaal como Dios lo trajo al mundo. Ese el anzuelo y la única razón para ver esta película.

Zodíaco

La película de David Fincher es un policial pero también es una película de chicas. En Zodíaco todos van tras la pista de un serial killer que a nadie le importa, porque nuestra mirada es para el brazo fuerte de la ley que conforma el trío hot: Mark Ruffalo, Robert Downey Jr. y Jack Gyllenhaal.  Hay una anécdota muy divertida en el barrio del día que junto a dos vecinitas se vio esta película, pero me guardo el detalle y les digo que, si bien Zodíaco nos pareció un plomazo, este barrio banca las películas de Fincher y ni hablar cuando se le ocurre armar un cast como éste.

La sospecha
(Prisoners)

Un sueño hecho realidad: Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal en una misma película, dirigidos por un genio como Denis Villeneuve. 
Demasiado bueno para ser cierto, pero les tengo una gran noticia: Prisoners no sólo existe sino que es una peli tremenda. 
Jake es un detective que investiga la desaparición de dos nenas durante el día de Acción de Gracias. Hugh es el padre de una de las criaturas.
Gyllenhaal despista con su ambigüedad, sus tics nerviosos, sus tatuajes, su anillo, su camisa cerrada hasta el cuello y esa rabia contenida que lleva dentro. Jackman es el contrapunto explosivo, el padre sacado y desesperado dispuesto a todo.
Aunque Prisoners les crispe los nervios o les haga comerse las uñas (puaj), la película de Villeneuve es un excelente programa. Un té o un termo de mate, Jackman, Gyllenhaal y ustedes. 
Les garantizo una hermosa y otoñal tarde cinéfila rodeadas de belleza suprema en la pantalla.

El hombre duplicado
(Enemy)

Después de Prisoners, Villeneuve se copó con Gyllenhaal y volvió a dirigirlo en Enemy, la adaptación de la novela El hombre duplicado de José Saramago; para este barrio uno de los mejores libros de nuestra biblioteca. Ese libro hizo que más de una vez me pasara de largo varias estaciones de subte, es el que fui leyendo por las escaleras con el consabido riesgo de partirme los dientes, el que venía añadido a mi mano y costó soltar cuando se terminó.
Gracias Saramago por escribir así.
Gracias Jake por regalarnos tu tortuosa interpretación y sobre todo, gracias al director franco canadiense Villeneuve por cumplir el sueño de todas: ver en una sola película a Jake duplicado. 
Enemy nos presenta la historia de Adam, un profesor de historia que lleva una vida bastante anodina hasta el día que descubre, viendo una película, a un actor igual a él. La búsqueda de ese otro se convertirá en una obsesión por su propia existencia. Un retrato bastante retorcido sobre la crisis de identidad, la metamorfosis, la idealización de uno mismo y los miedos. Incluye una araña muy horrible, pero no se olviden: hay 2x1. Dos Gyllenhaal al precio de uno. 
Mi recomendación: tápense los ojos cada vez que la araña simbólica haga su aparición y disfruten el 2x1.
Gyllenhaal filmado en tonos ocre está como nunca antes. (Debajo, el trailer)

Primicia mortal
(Nightcrawler)

Cuando se estrenó Nightcrawler muchos se indignaron porque la Academia de Hollywood había decidido dejar fuera de las nominaciones a Gyllenhaal. Más allá de la verosimilitud de los premios, del pan y circo de los Oscar, lo cierto es que un actor debería ser nominado cuando le toca jugar un rol distinto a lo que nos tiene acostumbrados, cuando toma riesgos, cuando implica un desafío. Y eso es lo que hizo Jake en Primicia mortal como Lou Bloom, un ave de rapiña que huele el negocio de filmar accidentes y crímenes de manera casera, cruda y áspera, para luego venderlos al mejor postor.
Nightcrawler retrata la obsesión un tanto perversa de Bloom y la falta de ética y manipulación histórica en los medios de comunicación. 
Físicamente escuálido y con una mirada que da miedo, Jake genera por primera vez algo único en las vecinitas: rechazo. 
Sólo por esa rareza vale la pena verla.


Jake no sólo demostró su belleza y talento en la pantalla, sino también en las tablas. Hace un año y medio atrás, durante tres noches, interpretó en Broadway a Seymour en el famoso musical La tiendita del horror, uno de los favoritos de este barrio.
Próximamente podremos verlo en Life, una de esas pelis terroríficas del espacio, tipo Alien donde compartirá pantalla con el tan de moda Ryan Reynolds, pero nuestra mirada siempre estará puesta en esos ojos azules y en ese lunar que cubre su barba y su bigote hipster.
Sabemos que será difícil tomar una decisión.
¿Perdernos en su mirada azul como el mar azul? ¿su lunar? ¿su barba? ¿su peinado tirante o su pelo revuelto? su cuerpo? Nos gustan todas las versiones de Gyllenhaal que nos quieran mostrar en el menú.
Él es nuestro plato favorito.
Y si de algo estamos seguras es que no vamos a pedir dos cucharas.
El postre no se comparte.

10 marzo, 2017

Los galgos


Me encantan los galgos. Los considero personas con abrigos peludos. Siempre sentí que me comprendían. Les gusta estar con la gente. Saben que salir al mundo es difícil y lo sienten, sólo quieren que los mimes y hacerte sentir mejor. Tienen el instinto de quedarse cerca. Aún con todas las dificultades que acarrea ser su dueño o cuidarlos o rehabilitarlos, si te llevas del refugio al galgo más viejo, más necesitado, nervioso y estropeado y lo llevas a la playa y le sacas el collar, saldrá corriendo como loco, como si todavía fuera joven, como un cachorro, con la lengua colgando, de una punta a la otra de la playa.
Y es tan hermoso.

(Amanda, Blue Jay)


Amanda es fan de los galgos y cuando habla de ellos se los imagina así, felices, en libertad, en una playa. Esos galgos también hablan de ella, de sus renuncias; porque no es necesario saber qué hace Amanda (Sarah Paulson) de su vida para adivinar que dejó de divertirse, pero eso va a cambiar. Al menos por un día, cuando se encuentre por casualidad en el supermercado de su pueblo natal con Jim (Mark Duplass), su primer amor.

Blue Jay es una de esas películas de vuelta al pasado. Es volver a jugar, a hacer el ridículo y reírte de eso. Es improvisar una cena, bailar, escuchar grabaciones encontradas, cantar un hermoso tema de Annie Lennox, llorar, hablar de galgos, contarse secretos y sentirse vivos veinte años después.
Una cámara, dos actores y el amor después del amor.

Dirigida por Alex Lehman y producida por los hermanos Duplass, gente del mundillo indie que se caracteriza por hacer este tipo de películas de bajo presupuesto con un alto grado de improvisación -propio del cine mublecore donde se inscribe Blue Jay - no pretende ser una versión de la trilogía de Linklater, pero algo de eso hay. Tampoco va a impulsarte a que llames a tu Jim o a tu Amanda de hace veinte años atrás, pero seguramente sí te hará recordarlo.

Asi que este post va para todos los Jim y las Amandas que, de vez en cuando la vida nos cruza para volver a jugar.

Dato extra! trabaja la genia más genia de todas: Sarah Paulson, la misma que viene de ganar todos los premios por su papel de fiscal en American Crime Story: The people vs. O.J.Simpson.

Pueden encontrar Blue Jay en Netflix.

08 marzo, 2017

Mujeres




En un día como el de hoy, tomo prestadas las palabras de la uruguaya Simone Seija Paseyro.

Valientes, reidoras y con labia. Capaces de pasar horas enteras escuchando, muriéndose de risa, consolando. Arquitectas de sueños, hacedoras de planes, ingenieras de la cocina, cantautoras de canciones de cuna.

Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor de un fuego nacen fuerzas, crecen magias, arden brasas que gozan, festejan, curan, recomponen, inventan, crean, unen, desunen, entierran, dan vida, rezongan, se conduelen.

Ese fuego puede ser la mesa de un bar, las idas para afuera en vacaciones, el patio de un colegio, el galpón donde jugábamos en la infancia, el living de una casa, el corredor de una facultad, un mate en el parque, la señal de alarma de que alguna nos necesita o ese tesoro incalculable que son las quedadas a dormir en la casa de las otras.

Las de adolescentes después de un baile, o para preparar un examen, o para cerrar una noche de cine. Las de "venite el sábado" porque no hay nada mejor que hacer en el mundo que escuchar música y hablar hasta cansarse. Las de adultas, a veces para asilar a nuestras almas a una con desesperanza en los ojos, y entonces nos desdoblamos en abrazos, en mimos, en palabras, para recordarle que siempre hay un mañana. A veces para compartir, departir, construir, sin excusas, sólo por las meras ganas.

El futuro en un tiempo no existía. Cualquiera mayor de 25 era de una vejez no imaginada, y sin embargo, detrás de cada una de nosotras, nuestros ojos.

Cambiamos, crecimos, nos dolimos, parimos hijos, enterramos muertos, amamos, fuimos y somos amadas, dejamos y nos dejaron, nos enojamos para toda la vida, para descubrir que toda la vida es mucho y no valía la pena, cuidamos y en el mejor de los casos nos dejamos cuidar. Nos casamos, nos juntamos, nos divorciamos. O no. Creimos morirnos muchas veces y encontramos en algún lugar la fuerza de seguir. Bailamos con un hombre, pero la danza más lograda la hicimos para nuestros hijos al enseñarles a caminar.

Pasamos noches en blanco, noches en negro, noches en rojo, noches de luz y de sombras. Noches de miles de estrellas y noches desangeladas. Hicimos el amor y cuando correspondió, también la guerra. Nos entregamos. Nos protegimos. Fuimos heridas e inevitablemente, herimos.

Entonces, los cuerpos dieron cuenta de esas lides, pero todas mantuvimos intacta la mirada. La que nos define, la que nos hace saber que ahí estamos, que seguimos estando y nunca dejamos de estar.

Porque juntas construimos nuestros propios cimientos, en tiempos donde nuestro edificio recién se empezaba a erigir.
Somos más sabias, más hermosas, más completas, más plenas, más dulces, más risueñas y por suerte, de alguna manera, más salvajes.

Y en aquel tiempo también lo éramos, sólo que no lo sabíamos. Hoy somos todas espejos de las unas, y al vernos reflejadas en esta danza cotidiana, me emociono.

Porque cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor del fuego que deciden avivar con su presencia, hay fiesta, hay aquelarre, misterio, tormenta, centellas y armonía.

Como siempre. Como nunca. Como toda la vida.

07 marzo, 2017

Un libro, Un disco y Una serie: Edición Verano 2017


Hace unos días, agobiada por la ola de calor, con una vecinita de oficina improvisamos una mini mini lista de las cosas disfrutables del verano.
Palta, sandía, helado, el mar o el río (según las posibilidades) fueron las elegidas y colorín colorado la mini mini lista se ha terminado.

Para este barrio la vida debería funcionar en modo Otoño-Invierno. Transamos con la Primavera pero no negociamos con la estación de los mosquitos, el sol asesino, la incomodidad, los cortes de luz y la mala calidad de vida que trae el verano. La gente suele estar más alterada y es peligroso para la salud.
Por suerte, contra todo mal  -o casi todo- hay un antídoto. El del verano se llama aire acondicionado y mejora bastante el panorama infernal de vivir de Diciembre a Febrero en la ciudad.
Si no tienen un árbol cerca que les aporte el frescor de modo natural y hermoso, busquen a su aire acondicionado amigo. No será muy eco friendly, pero gracias a él pudimos disfrutar de:

Un libro - Un disco - Una serie
Edición: Verano 2017

Un libro
Podría hacer pis aquí 
y otros poemas escritos por gatos
Francesco Marciuliano



A veces, cuando me recuesto 
en tu cálido pecho
y oigo cada uno de tus alegres suspiros,
miro fijamente tus cándidos ojos 
y me pregunto: "¿Quién es éste?"

Proverbio gatuno

Hace un par de años atrás me enteré que existía este libro, sólo que no se había editado en nuestro país. Es por eso que pasó a formar parte de una larga lista de libros deseados por la vecinita.
Diciembre trajo el arbolito de Navidad y este libro debajo, entre las ramas tupidas de adornos artesanales.
Podría hacer pis aquí reúne una serie de poemas satíricos escritos desde la visión felina. Cuál es su fetiche con el papel higiénico, su vínculo con el veterinario, los gatos y el arbolito de Navidad o el placer egoísta de despertar al humano a las 4AM sólo por gusto son algunos de los temas tratados.
El poemario se divide en los capítulos: Familia, Trabajo, Juego, Existencia y no sólo el gatito de la portada es LO TODO sino que la edición es preciosa, hay fotos de gatunos y otras de elementos que nos hablan de ellos, como plumas de colores, ratitas de juguete, adornos de navidad rotos, alfombras y pelos.
De tamaño ideal cabe en la cartera de toda cat lady.
Traducido a nueve idiomas y best seller del New York Times, Podría hacer pis aquí es un libro de colección que hará que empiecen el año con una sonrisa y se olviden del calor.
Al menos, por un rato.

Un disco
La La Land
Original Motion Picture Soundtrack

Dice el dicho que al que no le gusta la sopa le sirven dos platos. Yo me pregunto: ¿y al que le gusta le sirven 3 o más?
Excepto Mafalda, todos saben que un plato de sopa reconforta, nos quita el frío y calienta no sólo el cuerpo, sino también el alma.
El soundtrack de La La Land genera ese calor, ese abrazo que abriga, esa mantita de apego, como la que usan los bebés. Es volver a escuchar canciones sobre sueños e ilusiones. Además, nos garantizamos tener siempre a mano la voz de Gosling grabada en el living de casa. 
Quizá la alegoría a ese plato invernal no sea el mejor ejemplo para esta edición Verano 2017, pero este regalo fue tan cálido como ese plato de sopa en el invierno. 


Una serie


Suits

Cada vez que me propongo no engancharme con otra serie de abogados encuentro la excusa perfecta y reincido. Suits (trajes), la serie que hace honor a su nombre es la de turno.
Es cierto que hay cantidad de dramas legales pero Suits es diferente a todas. En el piloto, conocemos a Mike Ross, un muchacho prodigio, con una memoria fotográfica ejemplar que tiene la mala costumbre de rodearse de gente equivocada. Gracias a su alto coeficiente intelectual, y casi por casualidad, se dedica a rendir exámenes de ingreso a la Facultad de Derecho para otros, a cambio de dinero. Ross no se recibió pero sabe que podría hacer la carrera en tiempo récord. Sin embargo, la adrenalina lo lleva a ir más allá y un día, accidentalmente, conocerá a Harvey Specter, el abogado estrella de uno de los estudios de abogados más importantes de NY. Harvey está en pleno proceso de selección de un ayudante y Ross cae en el momento justo y en el lugar indicado. Harvey contrata a Ross sabiendo que no estudió, pero ese pequeño gran detalle no quita que se convierta en un discípulo excelente y un falso abogado brillante. A medida que avance la serie, Ross será el protegido de Harvey y terminará mimetizándose con su mentor. Llegará el día que Mike dejará su morral, las all star y la bici y usará los mismos trajes Tom Ford que usa su jefe.
El actor que interpreta a Harvey fue modelo y se nota. Su porte, su manera de caminar y su sonrisa son de pasarela. Mike, a pesar de ser más "pajarito", no desentona y defiende dignamente su lugar. Si bien la química del duo protagónico es el fuerte, su creador, decidió no encallarse en ellos dos y la volvió una serie coral. Por eso, en Suits, los secundarios tienen tanto peso como Mike y Harvey. Seguramente, Louis Litt, el archienemigo de Harvey y socio del estudio, es uno de los puntos fuertes de la serie. De hecho, no podría existir sin ese contrapunto. Lo mismo pasa con Donna, la secretaria y confidente de Harvey. Ellos dos son hasta más importantes que la dupla protagónica.
Además, está la chica. Siempre hay una chica y una historia de amor. Rachel, la asistente legal del estudio, que en la real life es ni más ni menos que la novia del príncipe Harry de Inglaterra. En Suits deja la realeza de lado y será la novia de Mike. Una nena de papá poderoso que se enamora del embustero. 
Suits es dinámica y adictiva. Por supuesto, la ropa que se usa en la serie no es un detalle librado al azar. Sólo por eso ya vale la pena. Y además, es más divertida que otra series de abogados. No será una obra maestra, pero es fresca para pasar el verano y tiene una banda de sonido tan canchera como Harvey y su discípulo.



Nos volvemos a encontrar en esta sección durante el otoño, nuestra estación favorita!

03 marzo, 2017

Apostillas Oscar 2017: El día D


La vida es un carnaval como dice la canción y podríamos agregar que los Oscar se vistieron para la ocasión. No hubo espuma ni comparsa pero sí baile, risas, sorpresas y el gran papelón de la historia del cine en los últimos tiempos.
Durante la noche del domingo, todo lo que podía ser aburrido fue divertido y todo lo previsible dejó de serlo.  
Ya lo dijo TNT: pasa en las películas, pasa en la vida.
Y por supuesto, pasa en el vecinito también.

PREMIOS OSCAR 2017: EL DÍA D 

  • Fashion Police

Kirsten Dunst
by DIOR

Ver a Kirsten Dunst en la Red Carpet fue como reencontrarnos con una vieja y querida amiga. Para ser más precisa, una amiga muy bien vestida por DIOR. El negro no falla pero no suele ser la opción más usada en la red carpet. Sin embargo, este año varias eligieron ese color. Puede parecer poco jugado, pero en el caso de Dunst el negro absoluto contrastaba con el pelo rubio peinado - despeinado y el collar que parecía un rulito era el accesorio ideal para un vestido sobrio y elegante.

Emma Stone
by Givenchy

Los invito a que vuelvan a la foto 1 que abre este post. ¿Se ven los detalles de pedrería, el bordado y los flecos en degradé del vestido de la Stone? No es porque sea amiga del barrio, pero fue el vestido más lindo de la noche de los Oscar. Los sitios más trendy la votaron como la mejor vestida y comparto el veredicto.  
Emma tenía que sentirse cómoda con el vestido porque, mal que les pese a muchos, no había chance que no ganara el Oscar a Mejor Actriz. Y subió al escenario y los flecos del Givenchy brillaron tanto como el Oscar merecido entre sus manos.


Taraji Henson
by Alberta Ferretti

Bomba total. Taraji Henson dio una lección de sensualidad en la red carpet. Enfundada en terciopelo azul supo llevar tremendo escote y tajo con actitud ganadora. Además, toda ella parece decir: Nene, sabés todo lo que te falta aprender? Te queremos, Taraji. Entendiste todo de la vida.

Nicole Kidman
by Armani Privé

Es tan alta, tan fría, tan villana y sin embargo es raro que la pifie en una red carpet. Sólo por eso, nos olvidamos de todo lo malo que vemos en ella y la miramos con otros ojos. Kidman siempre está bien vestida. Puede que los colores fuertes le vayan mejor, pero el Armani nude del domingo pasado bien valía una misa, o un Oscar que finalmente no se llevó a casa.

Terminado el fashion police, pasemos a otras apostillas de la noche del cine:

 Justin Timberlake

Justin fue el responsable de arrancar la ceremonia de los Oscar. Su canción Can´t stop the feeling estaba nominada y Justin le puso onda, toda la que le faltaría al host, Jimmy Kimmel. Desde el fondo del teatro hasta llegar al escenario, Timberlake hizo bailar a varias caras famosas en la platea que lo arengaban y se preparaban para la que sería la fiesta del cine más bizarra de la historia. El show recién empezaba. 


¿Quién se creyó esa pantomima del grupo de gente del bus turístico que ¡oh sorpresa! terminó en el Teatro sacándose selfies con famosos? Con todos los controles de seguridad, es imposible creer que dejaran entrar a un contingente para cholulear con las caras conocidas del cine. 
La idea sería linda pero no caemos en ésta.


Una de las mejores cosas de la noche: ganó Zootopia. Tan simple y tan hermoso como eso.

Ryan Gosling 
by Gucci

Otra de las cosas hermosas de la noche. Se llama Ryan Gosling y aunque no entendemos el por qué de su camisa le perdonamos TODO. 


John Legend hizo un mash up con las dos canciones de La La Land nominadas a los Oscar: Audition y City of Stars. Si bien Legend no me gustó ni en la película ni en los Oscar, el numerito musical inspirado en la película sí valió la pena porque me hizo acordar a los viejos números musicales de ediciones anteriores de los Premios Oscar. Fue retro y ganó.


Son como niños grandes que crecieron juntos. Hoy son hombres, con una carrera hecha. Puede gustarles más o menos el trabajo de Affleck y el de Damon, pero se los banca. Volvieron al escenario para entregar el Premio al Mejor Guión, esa misma categoría que los hizo tan felices en 1998, cuando ganaron por el guión de Good will Hunting que escribieron juntos. Esta vez, Damon se dio el gusto de entregarle el Oscar a Kenneth Lonergan, el dramaturgo y director de cine que escribió el Guión de Manchester frente al Mar, la Película que Damon produjo y que el hermano de Affleck protagonizó. Es una gran familia.


Di Caprio presentador - Stone ganadora. A Leo el reconocimiento le costó varios grados bajo cero, pelear con un oso y comer cosas asquerosas para sobrevivir como Renacido. A ella le costó unas clases de comedia musical. Así es la vida. Hay gente que la pasa muy mal y otros siempre caen parados. Igual, bancamos fuerte a Emma. 

Esto no es una broma
Mejor Película: Moonlight

Momento apoteótico que quedará en la historia del cine. Warren Beatty demoraba el anuncio. En un primer momento, creímos que de alguna manera un poco torpe y un poco tierna el actor quería generar misterio. Su compañera de anuncio, Faye Dunaway, tomó la posta y anunció el ganador del Oscar a la Mejor Película, la frutilla del postre, el premio más importante de la noche que llega cerca de las 2AM. Parece que al pobre Warren Beatty le dieron el sobre equivocado y si bien se anunció a La La Land como gran ganadora de la noche, el premio era para Moonlight. 
Después de los dos minutos más largos de agradecimientos de los productores de La La Land les escupirían el asado. Con todo el cast de La La Land en el escenario, empezaron a correr murmullos y y caras de asombro hasta que se blanqueó el error: el ganador era Moonlight.  En ese instante, todos quisieron tapar el sol con la mano. El host Jimmy Kimmel y Warren Beatty no sabían qué hacer ni qué decir, se deshicieron en disculpas pero rápidamente uno de los productores de la falsa ganadora tomó la palabra, se hizo cargo y dijo la famosa frase que quedará para la historia cinéfila: This is not a joke, Moonlight. 
Las redes ardieron de memes y no exagero al decir que el error recorrió el mundo.
Acá pueden reírse una vez más.



A pesar del bochorno y los errores, pasó una nueva entrega de los Oscar. Es cierto, la más accidentada de la historia, pero como sea, una tradición del barrio y de la vecinita.


Hasta la próxima entrega!