03 marzo, 2017

Apostillas Oscar 2017: El día D


La vida es un carnaval como dice la canción y podríamos agregar que los Oscar se vistieron para la ocasión. No hubo espuma ni comparsa pero sí baile, risas, sorpresas y el gran papelón de la historia del cine en los últimos tiempos.
Durante la noche del domingo, todo lo que podía ser aburrido fue divertido y todo lo previsible dejó de serlo.  
Ya lo dijo TNT: pasa en las películas, pasa en la vida.
Y por supuesto, pasa en el vecinito también.

PREMIOS OSCAR 2017: EL DÍA D 

  • Fashion Police

Kirsten Dunst
by DIOR

Ver a Kirsten Dunst en la Red Carpet fue como reencontrarnos con una vieja y querida amiga. Para ser más precisa, una amiga muy bien vestida por DIOR. El negro no falla pero no suele ser la opción más usada en la red carpet. Sin embargo, este año varias eligieron ese color. Puede parecer poco jugado, pero en el caso de Dunst el negro absoluto contrastaba con el pelo rubio peinado - despeinado y el collar que parecía un rulito era el accesorio ideal para un vestido sobrio y elegante.

Emma Stone
by Givenchy

Los invito a que vuelvan a la foto 1 que abre este post. ¿Se ven los detalles de pedrería, el bordado y los flecos en degradé del vestido de la Stone? No es porque sea amiga del barrio, pero fue el vestido más lindo de la noche de los Oscar. Los sitios más trendy la votaron como la mejor vestida y comparto el veredicto.  
Emma tenía que sentirse cómoda con el vestido porque, mal que les pese a muchos, no había chance que no ganara el Oscar a Mejor Actriz. Y subió al escenario y los flecos del Givenchy brillaron tanto como el Oscar merecido entre sus manos.


Taraji Henson
by Alberta Ferretti

Bomba total. Taraji Henson dio una lección de sensualidad en la red carpet. Enfundada en terciopelo azul supo llevar tremendo escote y tajo con actitud ganadora. Además, toda ella parece decir: Nene, sabés todo lo que te falta aprender? Te queremos, Taraji. Entendiste todo de la vida.

Nicole Kidman
by Armani Privé

Es tan alta, tan fría, tan villana y sin embargo es raro que la pifie en una red carpet. Sólo por eso, nos olvidamos de todo lo malo que vemos en ella y la miramos con otros ojos. Kidman siempre está bien vestida. Puede que los colores fuertes le vayan mejor, pero el Armani nude del domingo pasado bien valía una misa, o un Oscar que finalmente no se llevó a casa.

Terminado el fashion police, pasemos a otras apostillas de la noche del cine:

 Justin Timberlake

Justin fue el responsable de arrancar la ceremonia de los Oscar. Su canción Can´t stop the feeling estaba nominada y Justin le puso onda, toda la que le faltaría al host, Jimmy Kimmel. Desde el fondo del teatro hasta llegar al escenario, Timberlake hizo bailar a varias caras famosas en la platea que lo arengaban y se preparaban para la que sería la fiesta del cine más bizarra de la historia. El show recién empezaba. 


¿Quién se creyó esa pantomima del grupo de gente del bus turístico que ¡oh sorpresa! terminó en el Teatro sacándose selfies con famosos? Con todos los controles de seguridad, es imposible creer que dejaran entrar a un contingente para cholulear con las caras conocidas del cine. 
La idea sería linda pero no caemos en ésta.


Una de las mejores cosas de la noche: ganó Zootopia. Tan simple y tan hermoso como eso.

Ryan Gosling 
by Gucci

Otra de las cosas hermosas de la noche. Se llama Ryan Gosling y aunque no entendemos el por qué de su camisa le perdonamos TODO. 


John Legend hizo un mash up con las dos canciones de La La Land nominadas a los Oscar: Audition y City of Stars. Si bien Legend no me gustó ni en la película ni en los Oscar, el numerito musical inspirado en la película sí valió la pena porque me hizo acordar a los viejos números musicales de ediciones anteriores de los Premios Oscar. Fue retro y ganó.


Son como niños grandes que crecieron juntos. Hoy son hombres, con una carrera hecha. Puede gustarles más o menos el trabajo de Affleck y el de Damon, pero se los banca. Volvieron al escenario para entregar el Premio al Mejor Guión, esa misma categoría que los hizo tan felices en 1998, cuando ganaron por el guión de Good will Hunting que escribieron juntos. Esta vez, Damon se dio el gusto de entregarle el Oscar a Kenneth Lonergan, el dramaturgo y director de cine que escribió el Guión de Manchester frente al Mar, la Película que Damon produjo y que el hermano de Affleck protagonizó. Es una gran familia.


Di Caprio presentador - Stone ganadora. A Leo el reconocimiento le costó varios grados bajo cero, pelear con un oso y comer cosas asquerosas para sobrevivir como Renacido. A ella le costó unas clases de comedia musical. Así es la vida. Hay gente que la pasa muy mal y otros siempre caen parados. Igual, bancamos fuerte a Emma. 

Esto no es una broma
Mejor Película: Moonlight

Momento apoteótico que quedará en la historia del cine. Warren Beatty demoraba el anuncio. En un primer momento, creímos que de alguna manera un poco torpe y un poco tierna el actor quería generar misterio. Su compañera de anuncio, Faye Dunaway, tomó la posta y anunció el ganador del Oscar a la Mejor Película, la frutilla del postre, el premio más importante de la noche que llega cerca de las 2AM. Parece que al pobre Warren Beatty le dieron el sobre equivocado y si bien se anunció a La La Land como gran ganadora de la noche, el premio era para Moonlight. 
Después de los dos minutos más largos de agradecimientos de los productores de La La Land les escupirían el asado. Con todo el cast de La La Land en el escenario, empezaron a correr murmullos y y caras de asombro hasta que se blanqueó el error: el ganador era Moonlight.  En ese instante, todos quisieron tapar el sol con la mano. El host Jimmy Kimmel y Warren Beatty no sabían qué hacer ni qué decir, se deshicieron en disculpas pero rápidamente uno de los productores de la falsa ganadora tomó la palabra, se hizo cargo y dijo la famosa frase que quedará para la historia cinéfila: This is not a joke, Moonlight. 
Las redes ardieron de memes y no exagero al decir que el error recorrió el mundo.
Acá pueden reírse una vez más.



A pesar del bochorno y los errores, pasó una nueva entrega de los Oscar. Es cierto, la más accidentada de la historia, pero como sea, una tradición del barrio y de la vecinita.


Hasta la próxima entrega!

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