14 marzo, 2017

Todas aman a: Jake Gyllenhaal


Imaginen que están en su restaurant favorito. No importa si es un bodegón o uno con vista a Puerto Madero. Un camarero se acerca con el menú o esa pizarra escrita con los platos del día y no pueden decidirse. Les gusta todo. Hay varias opciones y ustedes encajan en todas. 
Saben que si piden las pastas se van a quedar con ganas de pescado, y si se deciden por la pesca del día no podrán probar el clásico de la casa.

Algo parecido pasa con Jake Gyllenhaal. Es inabarcable. Nos gusta TODO. Es el clásico que hay que pedir y el más exclusivo del menú. Es la langosta y el revuelto gramajo. Es el encanto rústico de comer con la mano y con vajilla de plata. 
Elegir las fotos que (espero) les alegrará la vista durante la lectura fue tan difícil como elegir sus películas.  Es que Jake nos pone verborrágicas, rápidas y furiosas, y entonces por primera vez en la historia del Todas aman y del blog, rescatamos lo bueno y algún bodrio de Gyllenhaal, porque gracias a su intensidad, Jake siempre nos hace ver el vaso medio lleno. 

Controlen sus instintos animales o, como dijo una vecinita amiga, den rienda suelta a su camionera interior. 

Bienvenidas al primer Todas aman del año!

Hoy:
Jack Gyllenhaal

No había chance que Jacob Benjamin Gyllenhaal no se dedicara a la actuación. Hijo de un director de cine y mamá guionista y ahijado de Jamie Lee Curtis y ¡Paul Newman! Su hermana Maggie siguió los pasos de Jake y se dedicó al cine como su esposo, Peter Sarsgaard. Rodeado de gente vinculada al medio artístico, Jake demostró su gusto por la actuación desde niño pero antes fue camarero, guardavidas (me ahogo!me ahogo!) y durante dos años estudió religiones orientales y filosofía en la Universidad de Columbia hasta que colgó todo para dedicarse al cine.

Quiso ser Frodo en El Señor de los Anillos pero le ganó Elijah Wood. Audicionó para ser Spiderman pero Tobey Maguire tomó el lugar. Así que Gyllenhaal encaró su carrera lejos de superhéroes y personajes de aventuras. Y mal no le fue.

Pasen y lean el repaso caprichoso de la vecinita. A veces, mesurable por su calidad fílmica. Otras, por su belleza, diría, casi insoportable.

Secreto en la montaña
(Brokeback Mountain)

No se puede hablar de Gyllenhaal y pasar por alto Brokeback Mountain, porque si bien no fue su primer trabajo sí fue el que lo puso en un pedestal junto a Heath Ledger. Gracias a esta historia de amor gay basada en la novela de Annie Proulx, dirigida por el groso de Ang Lee, Jake ganaría a los 25 años un Premio BAFTA y su primera nominación a un Premio Oscar.
Mucho se dijo sobre el trabajo de su coequiper, Heath Ledger, a quien le tocó el rol más parco y hermético, pero Jack gana por valiente, por sensible y por sanguíneo. Su personaje, Jack Twist, logra exteriorizar lo que pasa en esa montaña, ese verano y lo que vendrá. Es el que se da la cabeza contra la pared más de una vez con tal de estar con su chico. Es el que apuesta, aunque le toque perder.
Y nadie pone en duda la belleza que siempre logra transmitir la mirada oriental de Ang Lee, pero Secreto en la montaña también es hermosa por esas patillas de Gyllenhaal, esos Wrangler y ese bigote que Jake se dejará crecer con el paso de los años, así como crece su tristeza y su frustración por llevar una vida que no está ni cerca de lo que alguna vez soñó junto a su amor, Ennis del Mar.

(Nota: cuando el vecinito daba sus primeros pasos, uno de los primeros posteos fue sobre esta película. Pueden viajar en el tiempo, ACÁ)

Amor y otras adicciones
(Love and other drugs)

Saquémonos la careta. Este híbrido en la carrera de Gyllenhaal sólo existe para que las vecinitas podamos verlo con poca ropa. Amor y otras adicciones pretende ser una crítica a la industria farmacéutica con un toque de comedia y romance. El combo incluye una novia con enfermedad incurable. Anne Hathaway, más insoportable que nunca, es la chica en cuestión que - en principio -mantiene una relación puramente carnal con Gyllenhaal, un visitador médico medio goma que conoce en el consultorio.
Sexo, amor y muchos blisters. Si van a verla, no teman: no hay golpes bajos, sólo Gyllenhaal como Dios lo trajo al mundo. Ese el anzuelo y la única razón para ver esta película.

Zodíaco

La película de David Fincher es un policial pero también es una película de chicas. En Zodíaco todos van tras la pista de un serial killer que a nadie le importa, porque nuestra mirada es para el brazo fuerte de la ley que conforma el trío hot: Mark Ruffalo, Robert Downey Jr. y Jack Gyllenhaal.  Hay una anécdota muy divertida en el barrio del día que junto a dos vecinitas se vio esta película, pero me guardo el detalle y les digo que, si bien Zodíaco nos pareció un plomazo, este barrio banca las películas de Fincher y ni hablar cuando se le ocurre armar un cast como éste.

La sospecha
(Prisoners)

Un sueño hecho realidad: Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal en una misma película, dirigidos por un genio como Denis Villeneuve. 
Demasiado bueno para ser cierto, pero les tengo una gran noticia: Prisoners no sólo existe sino que es una peli tremenda. 
Jake es un detective que investiga la desaparición de dos nenas durante el día de Acción de Gracias. Hugh es el padre de una de las criaturas.
Gyllenhaal despista con su ambigüedad, sus tics nerviosos, sus tatuajes, su anillo, su camisa cerrada hasta el cuello y esa rabia contenida que lleva dentro. Jackman es el contrapunto explosivo, el padre sacado y desesperado dispuesto a todo.
Aunque Prisoners les crispe los nervios o les haga comerse las uñas (puaj), la película de Villeneuve es un excelente programa. Un té o un termo de mate, Jackman, Gyllenhaal y ustedes. 
Les garantizo una hermosa y otoñal tarde cinéfila rodeadas de belleza suprema en la pantalla.

El hombre duplicado
(Enemy)

Después de Prisoners, Villeneuve se copó con Gyllenhaal y volvió a dirigirlo en Enemy, la adaptación de la novela El hombre duplicado de José Saramago; para este barrio uno de los mejores libros de nuestra biblioteca. Ese libro hizo que más de una vez me pasara de largo varias estaciones de subte, es el que fui leyendo por las escaleras con el consabido riesgo de partirme los dientes, el que venía añadido a mi mano y costó soltar cuando se terminó.
Gracias Saramago por escribir así.
Gracias Jake por regalarnos tu tortuosa interpretación y sobre todo, gracias al director franco canadiense Villeneuve por cumplir el sueño de todas: ver en una sola película a Jake duplicado. 
Enemy nos presenta la historia de Adam, un profesor de historia que lleva una vida bastante anodina hasta el día que descubre, viendo una película, a un actor igual a él. La búsqueda de ese otro se convertirá en una obsesión por su propia existencia. Un retrato bastante retorcido sobre la crisis de identidad, la metamorfosis, la idealización de uno mismo y los miedos. Incluye una araña muy horrible, pero no se olviden: hay 2x1. Dos Gyllenhaal al precio de uno. 
Mi recomendación: tápense los ojos cada vez que la araña simbólica haga su aparición y disfruten el 2x1.
Gyllenhaal filmado en tonos ocre está como nunca antes. (Debajo, el trailer)

Primicia mortal
(Nightcrawler)

Cuando se estrenó Nightcrawler muchos se indignaron porque la Academia de Hollywood había decidido dejar fuera de las nominaciones a Gyllenhaal. Más allá de la verosimilitud de los premios, del pan y circo de los Oscar, lo cierto es que un actor debería ser nominado cuando le toca jugar un rol distinto a lo que nos tiene acostumbrados, cuando toma riesgos, cuando implica un desafío. Y eso es lo que hizo Jake en Primicia mortal como Lou Bloom, un ave de rapiña que huele el negocio de filmar accidentes y crímenes de manera casera, cruda y áspera, para luego venderlos al mejor postor.
Nightcrawler retrata la obsesión un tanto perversa de Bloom y la falta de ética y manipulación histórica en los medios de comunicación. 
Físicamente escuálido y con una mirada que da miedo, Jake genera por primera vez algo único en las vecinitas: rechazo. 
Sólo por esa rareza vale la pena verla.


Jake no sólo demostró su belleza y talento en la pantalla, sino también en las tablas. Hace un año y medio atrás, durante tres noches, interpretó en Broadway a Seymour en el famoso musical La tiendita del horror, uno de los favoritos de este barrio.
Próximamente podremos verlo en Life, una de esas pelis terroríficas del espacio, tipo Alien donde compartirá pantalla con el tan de moda Ryan Reynolds, pero nuestra mirada siempre estará puesta en esos ojos azules y en ese lunar que cubre su barba y su bigote hipster.
Sabemos que será difícil tomar una decisión.
¿Perdernos en su mirada azul como el mar azul? ¿su lunar? ¿su barba? ¿su peinado tirante o su pelo revuelto? su cuerpo? Nos gustan todas las versiones de Gyllenhaal que nos quieran mostrar en el menú.
Él es nuestro plato favorito.
Y si de algo estamos seguras es que no vamos a pedir dos cucharas.
El postre no se comparte.

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