15 marzo, 2013

El plan de viernes: Reposo absoluto

Hoy es un buen día para sentirse Kathleen Kelly. La pregunta del millón es: ¿Quién es Katleen Kelly?

Kathleen Kelly

Se que del otro lado de la pantalla hay gente romántica que no necesita que le refresque la memoria, pero para los que no registren de qué estoy hablando Kathleen Kelly es ese personaje angelical y perfecto que hace unos años Meg Ryan supo interpretar en Tienes un e-mail. Después de mencionarla acá, acá y acá , a este ritmo soy capaz de doctorarme en la obra de Norah Ephron, pero a veces la vida conspira para que vivamos momentos “mágicos” como sus películas. Y hoy fue uno de esos días. Como en todo cuento de hadas que se precie hay una mariposa de por medio, sólo que en Tienes un email la mariposa en cuestión revolotea en un lugar tan inesperado como el subte. Kathleen Kelly, encantadora como siempre, sorprendida por la intromisión del bichito comparte su impresión y fantasía con Tom Hanks y se le ocurre pensar que esa mariposa que se metió en el subte seguramente bajará en una estación que la lleve directo a Macy’s donde comprará un sombrero que seguramente será un error.
Suena ridículo leer ésto fuera de contexto, pero créanme que este mismo pensamiento naif no desentona en la película.

Esta mañana, emulando la escena de Kathleen Kelly en el subte, un perro de la calle viajó en el flamante subte macrista. Estoy de acuerdo que un perro no tiene el mismo “punch” romántico que una mariposa, pero no por eso deja de ser amigable su presencia. Su trayecto de viaje fue Acoyte- Pasco, un tramo en que el subte todavía está lleno y la gente con la marca de la almohada en la cara. El perro se mimetizó entre todos y viajó calentito un rato ante las miradas sorprendidas y risas entredormidas. Dejé de leer el libro de Woody Allen por un rato, sonreí como Kathleen Kelly y como todos los que estábamos en ese vagón y se me ocurrió pensar que si ese perrito nos había arrancado una sonrisa a una hora tan infame como las 7.40 de la mañana, tenía que ser un buen augurio perruno. Como Meg Ryan, llegué a mi trabajo (aunque por desgracia no fue pateando calles new yorker) y compartí la noticia sobre el pasajero de cuatro patas infiltrado en el subte con mi compañera (una romántica pura cepa como quien les escribe) y afinada con mi pensamiento rococó y como si me conociera de toda la vida, agregó: quizá por ser un perro de la calle necesitaba estar un rato entre la gente. Y pienso que sí, que no sólo logró escabullirse en el subte por el frío de la mañana, sino porque todos necesitamos a alguien que nos mire de vez en cuando y nos haga compañía.

Será el romanticismo que me brota por los poros, la llegada de los primeros fríos, las ganas de hibernar como los osos, de llegar a casa y calzarme las pantuflas calentitas (sí, confieso: soy de las que usan pantuflas), de preparar guisos y té con scons la tarde del domingo y que toda la casa huela a vainilla.
Por eso, el plan de viernes de esta semana es reposo absoluto. Es hibernar, solos o con quien ustedes quieran, ver películas que nos reconforten el espíritu, leer, hacer bricolage, cocinar cosas ricas y ser felices con estas cursilerías que tiene el otoño.
Feliz fin de semana!!!

 Kathleen Kelly y Joe F-O-X

1 comentario:

  1. Hermoso. Como todo lo que escribís.
    Y confieso: hoy llegué a casa después de pasar por el kinesiólogo e hiberné! Me di una linda ducha y me puse la bata blanca y así, en la cama con la compu, justo como Kathleen Kelly en la primera foto!
    Me encantó una frase que escribiste: "porque todos necesitamos a alguien que nos mire de vez en cuando y nos haga compañía". Es así, es así!
    Que siempre tengamos a alguien a quien mirar y por quien ser mirados!

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