22 enero, 2008

Gorda ¿Cuánto pesa el amor?



"No digo que ella no pueda ser feliz pero tal vez debería conocer a alguien como ella...gordo también o rengo. No sé, alguien que no llamara la atención a su lado"

(Gorda, de Neil Labute)


Dicen que no hay nada como el teatro. Algo de cierto hay en la cuestión de tener delante a los actores en carne viva, esperando nuestra reacción inmediata y brutal. No podemos cambiar de canal. Hay una elección que va más allá de sacar una entrada en una boletería. Uno puede dejarse influenciar por una buena crítica, una temática en particular o por el trabajo de un buen actor. Hace una semana tuve oportunidad de asistir al estreno de Gorda en el Paseo La Plaza y se dio la combinación ideal: buenos actores, excelentes críticas y una gran historia. Neil Labute escribió Gorda; una mirada totalmente despiadada, pero real acerca de las relaciones humanas y sobre lo que la sociedad considera como natural. Si bien la obra se estrenó en Barcelona con gran éxito, lamentablemente parece no haber mejor escenario que Argentina para representar una obra como Gorda, donde la mirada del otro es condenatoria si se asoma un rollo por arriba del pantalón, donde es una rareza no hacer pilates o no probar cualquier método -por más invasivo que sea - para entrar en un xs a cualquier precio. La trama es simple pero esconde algo, como el chocolate caliente dentro de una marquise de chocolate. Tommy (el "Puma" Goity) es un ejecutivo de éxito, cuarentón, preocupado por su imagen hasta que un día conoce a Helena (la española Mireia Gubianas) en un patio de comidas. Helena es bibliotecaria, amante de las películas bélicas y lleva su gordura a cuestas con total naturalidad. Tommy empieza a salir con Helena y descubre que junto a ella es el hombre que siempre quiso ser y nunca se atrevió. Se enamora, o eso cree. Cuando la relación avanza y toma estado público en su oficina, su amigo, el insufrible Charly (Jorge Suárez) y su lengua filosa y la neurótica Juana (María Socas) le hacen la vida imposible por estar de novio con una mujer gorda. Charly porque siempre hizo culto al estilo de vida Isidoro Cañones y Juana porque aunque no lo reconozca, sigue enamorada de Tommy luego de un affaire pasajero. ¿Hasta que punto afecta a Tommy la mirada de los otros para debatirse entre el enamoramiento y el deseo de conservar su imagen de éxito? Gorda excede el tema de la gordura. Más allá de la obvia referencia a la discriminación habla y muestra descarnadamente el precio de la valentía, la cobardía, la crueldad, la falta de iniciativa individual y las dificultades para ser uno mismo.
Gorda es honestidad brutal en vivo y en directo. Sólo como puede ser en el teatro. Seguramente el teatro no vaya a cambiar nada pero ayuda a reflexionar lo monstruosos que podemos llegar a ser pesando sólo 50 kg y entrando en un xxs.


Gorda de Neil Labute, en el Paseo La Plaza

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