27 julio, 2012

Plan de viernes: ¿La pausa son 5 minutos?

¿Se acuerdan aquel eslogan que decía "la pausa son 5 minutos y La Virginia es el té? También el archiconocido y muy empleado "Me tomo 5 minutos, me tomo un té".
Para mi gusto no aplican porque el té no es una pausa ni son 5 minutos. Tomar un buen té es un placer, y por ello merece su tiempo y correcta preparación. Tampoco se trata de hablar sobre los orígenes de la ceremonia del té, para eso hay libros, nuestro gran amigo Google o la posibilidad de vivenciar una ceremonia de tales características en el Jardín Japonés, ellos seguramente saben -y mucho- del tema en cuestión.
Este viernes se trata de transmitir, con la mayor fidelidad posible, que siento al compartir y conocer gente que ama tener entre sus manos una taza de té caliente.
Podría decirse que la locura del té empezó apróximadamente a los 7 años, cuando Luisito me pasaba a buscar por la puerta de casa. A esta altura ya saben que siempre fui una romántica pero Luisito no era mi novio, era el chofer del micro que me llevaba al colegio. Entredormida y con el nudo de la corbata a medio hacer subía al micro con mi valija a cuestas, no sin antes tomarme la taza de té con leche tibio que mi abuela se encargaba de traspasar de taza en taza para que me fuera con algo calentito en el estómago.
Desde aquella época y hasta la actualidad el té no sólo es una opción de desayuno, sino que se convirtió en una bebida necesaria, una compañía. Tanto en invierno como en verano. ¿Por qué en las películas cuando alguien necesita reconfortarse o sufre por amor se le ofrece un té? No sé, pero funciona. Beben el té, la angustia ya no es tal y alma y cuerpo se fortalecen como Popeye y su espinaca.
En la versión rocker de Maria Antonieta, el lente de esa maravillosa directora que es Sofia Coppola, capta el momento mágico donde una flor de té de jazmín se abre al contacto con el agua caliente. Cuando sucede, ella comenta que el chiche fue obsequio del emperador de China.
El sábado pasado, con la excusa de celebrar el día del amigo, tuvimos la misma experiencia del té de María Antonieta en nuestro petit Versailles. Y todo gracias a Lucía y Roberto. Todo gracias a La Tacita de Té.

Flor de te de jazmin. Foto de mi amiga Eugenia

El nombre solamente es adorable, pero cuando uno ingresa al mundo de La Tacita es mucho mejor. Es como traspasar el espejo de Alicia y encontrarse con un mundo lleno de aromas exóticos, únicos.
La tacita de Te nace en el año 2004 en España de la mano de Lucía y Roberto, una pareja con curiosidades e inquietudes acerca de esta milenaria bebida. Desde aquel año -y antes también- se interesaron por aprender cada etapa de la recolección de la hoja, su procesamiento y sus características particulares. Llenos de conocimientos, anécdotas, experiencia europea y blends de todo tipo y color, en el 2009 volvieron a Argentina y hoy son uno de los pocos que abastecen en el país a sommeliers, restaurantes, hoteles de categoría o simples y humildes interesados como nosotros.

En nuestra visita a La Tacita nos enterarnos que tomar una taza de té blanco equivale a 12 vasos de jugo de naranja, que es el antioxidante natural más potente. Por su parte el té verde ayuda a superar la menopausia, el té rojo elimina el sobrepeso, cura el mal humor y ligeras depresiones y que el té negro es "amigo del corazón", entre otros beneficios.

Lucía despliega un arsenal de blends, cada uno en su correspondiente latita made in Germany, sin ánimo de impresionar ni presumir, sino compartir su conocimiento de todos estos años. Cada vez que abre una de esas preciosas latitas conservadoras con motivos alusivos al té, parece volver a emocionarse con esos aromas y transmite y contagia todo ese entusiasmo. Roberto aporta conocimientos y anécdotas a la par de Lucía. No hay competencia ni divismo, ambos se complementan y comparten para que el visitante se sienta incluido en esa experiencia del té. Nuestra visita terminé con 4 variedades de blends y 1 estrella:


Pu Erh Seleccion (Te rojo Pu Erh, frambuesas, flores de azahar y azulados pétalos de cereal), Te Navidad (Té negro, vainilla, piel de cítricos, pétalos de rosas, almendras y especias de clavo y cardamomo), Alma africana (rooibos, trozos de chocolate y cacao, coco y flores de carob) y Fruta de la Pasión y Mango (Té verde Gunpowder, flores de azahar, pétalos de rosas y piña y mango escarchados) y la estrella: la flor de jazmín.

La pausa no son 5 minutos. El día del amigo pudimos comprobarlo. Invitar a tus amigas a tomar el té, emocionarnos como niños cuando la flor abre todos sus tentáculos y flota en la tetera, disfrutar de un show de magia...todo eso es encontrar gente importante y querer compartir con ellos estos pequeños placeres de la vida. Y eso lleva más de 5 minutos.

Gracias vecinito por vivir sorprendiéndome, como siempre.

Buen finde y mucho té para todos!!!!!

www.latacitadete.com.ar

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