31 mayo, 2016

Todas aman a: Robert Downey Jr.


Vecinitas, no vayan a pensar que la sección Todas aman a no implica cierta producción. Ustedes se preguntarán cuál es el sacrificio, qué responsabilidad conlleva escribir sobre hombres bellos...
En principio, no todo se resume a la búsqueda de una foto inspiradora que atrape al lector. También es preciso leer sobre los primeros años del personaje en cuestión, detalles familiares significativos, impresiones personales de la vecinita y un repaso fugaz por su filmografía.
Si bien hay una lista de lindos muchachos que buscan salir en la sección de la vecinita de enfrente, hoy quería hablarles del chico musculoso de la foto.
Robert Downey Jr. dio trabajo y no justamente por falta de belleza, onda o talento. Tiene eso y más.
Resulta que Downey Jr. es todo y nada. 
Si quieren leer escándalos, este blog no se ocupará de tanta miseria. No negamos su vida llena de excesos y adicciones, pero no vamos a ir por ese lado. Tampoco vamos a escribir sobre su trayectoria. De nuevo, no porque no la tenga sino porque -excepto dos o tres personajes- su filmografía no nos mata. Todo ésto conformaría la nada, el vaso medio vacío. ¿Cómo seguir con este posteo de baboseo?
Y resulta que al final, no nos da tanto trabajo hacer una declaración en su defensa.
Robert Downey Jr. es todo y por eso, su lugar en este blog.


Me atrevo a afirmar que es el único ser vivo del planeta capaz de usar un smoking brilloso sin hacer el ridículo. 
Soy incapaz de criticarlo cuando aparece en la red carpet con alguna de sus gafas de colores de colección. Es su marca. 
Le perdono su bigote y su barba candado. 
Es uno de los pocos superhéroes que soportamos.
Dicen que en algún lugar de su casa en Malibú, tiene enterrado el vestuario de su personaje en Menos que cero, como un símbolo por querer superar y esconder una fase de su carrera y enfocarse en papeles ¿más sanos?
Por eso, en este barrio nos quedamos con Larry Paul, el abogado que enamora a esa chica triste amiga de este barrio, Ally Mc Beal. Por ese personaje, Robert D. Jr. ganó un Globo de Oro como Mejor Actor de Reparto en una serie, y también se ganó nuestro corazón cuando cantó Every breath you take junto a su amigo Sting.


Sí, porque Jr. también es cantante. En 2004 sacó un disco llamado The Futurist, por si alguna vecinita quiere profundizar en el tema. Me prestaron el disco pero prefiero llamarme a silencio. Recuerden que estamos defendiendo al muchacho.
Dejando de lado las armaduras de Iron Man y los enigmas bien entretenidos de Sherlock Holmes por Guy Ritchie, la vecinita elige a Robert Downey en esa película que intenta copiar groseramente a un gran peliculón llamado Mejor solo que mal acompañado, con Steve Martin y el inolvidable John Candy. En la versión del director Todd Philips, esa película se llamó Todo un parto y tiene como chico lindo y prolijo a Robert Downey Jr. El director vuelve sobre la fórmula que mejor le sale: contar un viaje alocado con la efectiva fórmula de la atracción de los opuestos. Esto ya lo vimos en la trilogía ¿Qué pasó ayer? y sin embargo nos encanta. Será que no terminamos de acostumbrarnos a un Downey Jr. sin armaduras y acá, en esta road movie, disfrutamos de su personaje al punto del colapso por tratar de sacarse de encima al pelmazo que ligó en un viaje frustrado, y también la emoción que lo lleva a su destino final: presenciar el parto de su primer hijo.


Robert Downey Jr. es mucho más que Iron Man, el ídolo de niños y no tan niños, es un superheroe de la vida que supo renacer como el ave fénix. 
Y cuando su cuerpo acuse recibo de los achaques de la edad y cuelgue su pesado traje de acero, ahí vamos a estar nosotras. 
Esperando que vuelva como Larry de Ally Mc Beal o como Peter Highman de Todo un parto.
Por último, para quedarnos con esa imagen que tanto nos gusta del chico de la fecha, vuelvo a compartir en el barrio la escena idílica de dos pesos pesados: Sting y Robert Downey Jr. 
Y una gran, gran canción para cerrar este mes de Mayo.


Nos vemos el viernes!

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