25 mayo, 2016

Un tecito por ella


Como cada 24 de Mayo, la vecinita se toma una licencia para recordarla a ella.
¿Qué les puedo decir de mi nona que ya no haya dicho acá?
Este año, heredé una de sus preciadas tazas de té.
¿No es la taza más hermosa del mundo? Para mi, sí.
Es otoñal, como a mi me gusta.
Es ideal para tomar un té en su honor.
Y era de ella.
Junto a esa taza y esos libros, mis favoritos sacados de la biblioteca, podría ir hasta el infinito y más allá. La iría a buscar arriba y le serviría un té bien caliente, como a ella le gustaba, en su taza otoñal.
Gracias abue por estar siempre conmigo.
Por tus recuerdos imborrables y por haberme convertido en la nieta más afortunada del mundo.

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