19 junio, 2015

El video de la semana: Por siempre, Tony



Este barrio no se olvida de los amigos. Aún cuando se van demasiado pronto. Entonces, buscando y leyendo cosas sobre Gandolfini, a dos años de su muerte, encontré una persona que expresa exactamente lo que quiero decir...

"Tony parecía un hombre feliz hasta que los patos dejaron su piscina y se fueron para siempre. Así comenzaba Los Soprano, con un mafioso americano de raíces italianas en pleno ataque de ansiedad al ver cómo una familia de patos que nada en su piscina se pelea entre ellos, levantan vuelo y se van volando. En los primeros minutos de la serie, Tony es mostrado como un hombre sin demasiadas preocupaciones, sonriente, que prepara una barbacoa para su familia hasta que se desmaya, tirando una lata de líquido inflamable junto al fuego. De ahí a la terapia, a los agobios, a la angustia, a horas y horas de análisis de lo que significa la familia, la muerte, el miedo, la existencia...

Desde ese primer episodio, James Gandolfini fue Tony Soprano. Para siempre. Ha hecho muchos papeles en el cine, casi siempre secundarios, pero fue el retrato que hizo de ese mafioso que intenta compaginar sus dos familias, la personal y la de negocios, que teme perder el respeto de los demás, que se siente solo pese a tenerlo todo es como lo recordamos.
No ha habido personaje televisivo que haya atrapado tanto como Tony. Gandolfini lo ideó con su simpática sonrisa de medio lado que cambiaba a cara de furia en medio segundo, con una voz única y una mirada que traspasaba la pantalla. Fue el pionero en lograr que un personaje desagradable sea admirado. Era el Amo Supremo de Nueva Jersey. 
Ojalá, donde haya ido, pueda pedir unos aros de cebolla por los buenos tiempos como aperitivo a una indecente comilona. 
Y que nunca  falten los puros, el alcohol, ni por supuesto, las mujeres.
Y gracias.
(Fuente Diario El País, España)


Después de citar tanto a Tony Soprano deberíamos incluir un video alusivo a la serie, pero esta versión de Gandolfini romántico aplica perfecto para este blog.
Te extrañamos fuerte, Tony.

Gracias por tantos años seriales de felicidad.

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