26 marzo, 2012

Listos, preparados...

Lección Nº 1: Nunca mientas. Mad Men es un nido de mentiras. Empezar cualquier negocio sobre una mentira, por muy sólido que parezca en un primer momento, siempre acaba dando problemas.

Lección Nº 2: Nunca subestimes el talento que tienes a tu alrededor. Hay que tener los ojos abiertos y la mente libre de prejuicios, porque el talento que tu empresa necesita puede estar escondido en cualquier lugar y en el trabajador que menos esperas. Don Draper descubre en Peggy, su secretaria, un talento escondido. Peggy será un personaje clave en su empresa en los siguientes años, y saber encontrarla un movimiento maestro de Draper como gestor.


Lección Nº 3: Las apariencias importan. Muchos son los clientes de Sterling Cooper Draper Pryce, la agencia de publicidad protagonista, que demuestran que las cosas entran por los ojos. Cuidar las presentaciones debería ser una regla no escrita para todo emprendedor.


Lección Nº 4: La imagen de la empresa es parte del producto. Sterling Cooper Draper Pryce utiliza a la prensa y a su empleado estrella, Don Draper, como elementos para posicionarse en el competitivo mundo de la publicidad. Se aseguran presencia y que la gente hable de ellos, consiguiendo así que las empresas – sus potenciales clientes – se fijen en su oferta a la hora de contratar una campaña.



Lección Nº 5: No se debe vivir para trabajar. Los protagonistas son unos workaholics de manual, con reuniones eternas y una vida personal sacrificada por el bien de la empresa, lo que no los hace en absoluto felices y no garantiza que sean más productivos. Sacrificar la vida personal por la profesional no da buenos resultados y esa es una lección que se puede extraer claramente de las andanzas de los protagonistas.

Lección Nº 6: Vuelve Mad Men. La mejor lección de televisión.





Fuente: Emprendedoresnews.com

Fotos Rolling Stone

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