25 julio, 2017

Nueva sección: La salita del barrio


Bienvenidos a la salita del barrio, una nueva sección de este blog.
Este nuevo espacio me permite escribir, disfrutar y recomendar sin culpa todas mis películas ¿infantiles? favoritas.
Voy a hablar de villanos, de brujas, de canciones, lecciones y lágrimas derramadas - mayormente - por culpa de ese maestro perverso de las emociones llamado Walt Disney.  
Hace un par de años se me ocurrió volver a ver Dumbo. No lo hagan. Fue una pésima idea. Quédense con el Libre Soy de las hermanas de Frozen o cualquier historia de princesas. Si bien siempre hay un momento complicado, nunca será comparable a esa crueldad de una mamá elefante encadenada llorando por su bebé o la muestra del abuso y maltrato de los animales de circo. 
No hablemos de Bambi. Ya no me animé a tanto. 
Sin embargo, este barrio no puede ni quiere vivir sin dibujitos animados. 
Por eso, cada año el balance cinéfilo incluye - al menos - una reseña de una película infantil, aunque este rubro suele ser de todo menos infantil.
La emoción de ver ese castillo y esos fuegos artificiales del mundo de la fantasía nunca muere.
Ni a los 5, ni a los 20 y mucho menos, a los 40 y pico.
Bienvenidos a la salita del barrio!
Empezamos con una obra maestra y mi favorita:


10 buenas razones para ver
El Rey León

  1. El ciclo sin fin.  En el mundo de las películas animadas habrá aperturas mejores y peores pero ninguna tan majestuosa como la secuencia inicial de El Rey León.  El ciclo sin fin hace referencia a un orden, a un Rey que gobierna y que durante toda la película se encargará de transmitir a su hijo, el pequeño Simba, futuro heredero al trono, la importancia del equilibrio en ese ciclo en el que todos están conectados. Todas las especies acuden a la celebración y bautismo del príncipe que acaba de nacer. Los colores son brillantes y todo es armonía. Disfruten esos 6 minutos iniciales de felicidad. A la media hora no habrá pañuelo descartable que alcance. 
  2. Padre - hijo. El Rey León es un clásico y como tal tiene escenas que perduran en la memoria colectiva. La secuencia inicial ya mencionada es una de ellas. La estampida y posterior asesinato del Rey será otra. El Hakuna Matata, uno de los mejores momentos de la película. Pero ¿cuántos de ustedes recuerdan las escenas de juego y risas de padre e hijo al anochecer? O ese amanecer en el que el Rey Mufasa le enseña a su hijo sobre todo lo que toca la luz del sol. Son escenas amorosas, de aprendizaje, enseñanza y legado. Esas escenas de paternidad, más intimistas, se convertirán más pronto de lo deseado en un recuerdo al que deberá aferrarse el joven príncipe cuando le falte su padre, sus consejos y su soberana sabiduría. Cuando te sientas solo, recuerda que esas estrellas son los reyes del pasado que estarán ahí para guiarte siempre. Y yo también, ahí estaré - dice el Rey, casi adivinando su triste final. Todavía no pasó lo peor y ya estamos llorando.
  3. Scar, el villano. Nos gustaría dejar fuera al villano pero es imposible. El hermano del Rey brilla por su maldad. Tiene su momento musical anticipando el golpe de Estado que concreta junto a sus secuaces, las hienas.  Es el asesino de mirada desquiciada, con hambre de poder, al que no le tiembla el pulso para matar a su hermano y manipular hasta responsabilizar al príncipe de tremenda muerte y quedarse con el reino que llevará a la ruina, a la hambruna y a la pobreza. Scar es uno de los villanos más odiados. Lo único que nos gusta es su voz británica. Se lo debemos al caballero Jeremy Irons.
  4. Muerto el Rey. Las cosas más terribles y dramáticas pueden suceder en el "maravilloso mundo de Disney." Olvídense de las hermanastras de Cenicienta, de la manzana envenenada de Blancanieves y de otras maldades clásicas infantiles que parecen chistes de salón al lado de la muerte del Rey. A nivel artístico, leí que la secuencia de la estampida fue la más difícil de producir. El equipo de animación tardó tres años en finalizar la secuencia. A nivel emocional, no hay escena más desgarradora que la muerte del Rey León vista a través de los ojos de su hijo, la traición de un hermano y el exilio del pequeño príncipe que ni siquiera puede llorar en paz a su padre. Crueldad al peor estilo Disney.
  5. Hakuna Matata. Por suerte, después del drama llega el Hakuna Matata y aprendemos sobre la filosofía de vida del suricato y el jabalí, los nuevos amigos de Simba que viven "fuera del sistema" en un lugar ideal, hermoso y colorido. Simba acepta ese convite a una vida sin responsabilidades ni preocupaciones que incluye cambios hasta en los hábitos alimentarios, y hace de ese lugar paradisíaco su nuevo hogar junto a Timón y Pumba, pero sin olvidar la terrible pérdida paterna y en el fondo, la incertidumbre de no saber de su manada. Hakuna Matata es pegadiza y uno de los mejores momentos que nos dio el cine. 
  6. Las lecciones de Rafiki. El mandril es el gran chaman de la tribu, el que bautiza al leoncito con los frutos de la tierra y años más tarde se encargará de renovar la fe de Simba cuando cree que todo está perdido. El mono sabio le enseñará sobre los cambios, sobre la importancia de vivir el presente y dejar el pasado pisado. Rafiki es uno de esos sabios que todos quisiéramos tener en la vida. Un genio.
  7. Recuerda quién eres.  Esta película es un cúmulo de lecciones de vida. Cuando Simba duda del lugar que ocupa, cuando cree no poder volver a hacerse cargo de ese reino gris y devastado, el espectro de su padre aparece cual Hamlet para recordarle quién es y que es tiempo de ocupar su lugar de Rey, el único Rey verdadero, Simba. Remember who you are es otra de las frases cabecera de El Rey León. Vale pegarla en el espejo y recitarla cual mantra todas las mañanas.
  8. Reecuentro con Nala. Can you feel the love tonight es la canción del reencuentro con Nala, su mejor amiga de la infancia, posterior pareja y futura reina que no para hasta encontrar a su amigo y ponerlo al tanto de la situación crítica de su viejo hogar.Después de tanto sufrimiento, ese reencuentro amoroso con Nala, en ese lugar colorido y romántico, es soñado. Ese amor, la desesperación de Nala y el fuerte mandato paterno harán que Simba reconsidere sus prioridades y vuelva a casa para derrocar al usurpador, rescatar el reino y así reestablecer y completar el famoso ciclo sin fin.
  9. La banda de sonido. El soundtrack de El Rey León es tan infalible como su historia. Ya mencionamos Circle of Life y también Hakuna Matata, pero no hay que olvidar Be prepared, el cuasi himno de guerra de Scar y I just can't wait to be king, un momento de juego entre Nala y Simba. La película ganó en 1995 el Oscar a la Mejor banda sonora y Can you feel the love tonight ganó el Oscar a la Mejor canción interpretada por Sir Elton John. En el mismo año, también arrasaría en la entrega de los Globos de Oro.
  10. Un clásico que nunca muere. Podrán pasar muchas películas bajo el puente, pero El Rey León nunca muere.  Se estrenó en el año 1994. En 2011 fue su relanzamiento en 3D al que tuve la suerte de asistir y en 2019 tendrá su versión live-action, es decir, una versión animada por computadora con un efecto realista. Mientras tanto, y desde el año 1997, sigue formando parte de la cartelera de musicales de Broadway, en NY. 
Larga vida al Rey. 

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