25 abril, 2017

Cuanto más conozco a la gente


Queremos que haya más gente como Peggy en el mundo.
Con su casita confortable, con esos cuadros de ilustraciones de lavandas que en otro ámbito podrían ser de consultorio, pero no en lo de Peggy. Cada noche, mirando esas lavandas mientras acaricia a su beagle llamado Lápiz parece decirnos en silencio que, si algún día su situación sentimental cambia deberá ser por alguien tan fiel y leal como su perro. 
Peggy es la clase de persona que dice las cosas de frente y pone la oreja; con su jefe, su compañera de trabajo, su vecino, su hermano y su cuñada, pero cada vez, en cada intento, sale lastimada cuando se trata de humanos. En cambio, se entiende mejor con los animales. ¿Y cómo no entenderla?
La vida la cruzará por accidente con gente desagradable como Al, su vecino, que habla con orgullo de sus trofeos de caza, pero también conocerá a Newt que trabaja en un Programa de Adopción de Mascotas que sostiene - entre otras cosas - que "los animales no son mezquinos, no te apuñalan por la espalda." Por supuesto, Peggy va a enamorarse de Newt, no sólo porque a primera vista parece ser su versión masculina, sino porque Newt la conoce en un momento de gran fragilidad (no voy a spoilear de qué se trata, aunque podrán imaginarlo) y le ofrece adoptar a Valentine, un ovejero que busca un hogar. Impulsada y motivada por la aparición de Newt en su vida, Peggy lo acompaña en su trabajo proteccionista y se involucra en el Programa de Adopción, hace su propia búsqueda y transición al veganismo y parece encontrarse a sí misma. No es forzado. No es una postura. Está segura de lo que quiere. La vemos feliz. Sonríe y por fin, empieza a darse cuenta cuál parece ser su misión en el mundo. 

Peggy jamás va a regalarle a su sobrina una Barbie. La película de Babe, el chanchito valiente o un certificado de patrocinio de un animal de granja rescatado son mejores opciones para adoctrinar a los niños. 
En su horario de almuerzo, aprovecha para difundir y firmar petitorios contra el testeo en animales y otros experimentos de tortura en distintas especies. 
Algunas ideas o acciones de Peggy pueden resultar un poco subversivas, pero aquel que comparte el código pet friendly, no se horroriza de nada.
De hecho, para muchos Peggy podrá ser una fundamentalista de las causas animales, una border, una demente. Sin embargo, para este barrio, es una mujer de un corazón enorme, dispuesta a hacer la diferencia. No es gratis. Nunca lo es. El camino siempre está lleno de dificultades pero sabe bien para dónde va. Peggy podrá estar obsesionada con la causa animal pero el resto de los personajes tiene lo propio. Seguramente, todos conocemos muchas personas que están obsesionados con su única perspectiva de la vida y creen que debemos buscar nuestra felicidad en el mismo lugar que ellos. Eso también pasa en Year of the dog. Cuando Peggy está triste, su jefe cree que la solución es enfocarse en las ventas. Su compañera de trabajo le aconseja salir hasta dar con el hombre indicado para llevar al altar. Su hermano y su cuñada le sugieren olvidar la tristeza yendo a un fin de semana de shopping de chicas. Esas recomendaciones hablan de ellos y sus propias búsquedas. Ninguno se pone en los zapatos de Peggy. Creen que su visión de la vida será la misma que hará salir a flote a Peggy. 

Year of the dog no es para cualquiera, es cierto.
Por lo pronto, no es la típica comedia familiar de domingo por la tarde.
Es una película para los que SIENTEN a los animales. 
Peggy dice en un momento que existen muchas vidas diferentes en esta vida y muchas formas de amar. 
El amor por los animales es su amor, el que la llena, la define y es el que la hace seguir adelante.

Por suerte, existen personas como Peggy en el mundo. Seguramente, serán las mismas que van a entender el sentido de la recomendación de una peli así de indie hoy, en el blog.
Su director, Mike White, también es actor, guionista y productor. Entre otras cosas, escribió Escuela de Rock, pero este barrio lo ama gracias a su personaje en Enlightened, una de nuestras series favoritas de HBO. ACÁ pueden leer un poco sobre ella, aunque se merece un lugar digno en el vecinito. Seguramente, en algún momento volveré sobre Enlightened, una serie que pegó tan fuerte como Year of the Dog

Mike White hizo esta película tan especial que bien podría haber sido una lágrima, pero no lo es. Si bien hay momentos duros, logra que su película esté lejos de ser un golpe bajo gracias a su humor absurdo.
Cabe destacar que Brad Pitt, fue uno de los productores ejecutivos de la misma.
En la semana que festejamos el día del animal, inflo el pecho de emoción y les recomiendo fuerte Year of the dog. 

Acá, el trailer:



Hagan el esfuerzo de conseguir Year of the dog. No está en Netflix, pero a veces la pasan por el canal I-SAT. Vale la pena.

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