11 julio, 2017

Mystery Tour cafetero II: Es Ruiz


Detrás de esa puerta hay un mundo chocolatoso y feliz.  Les aseguro que no hay un Sombrerero loco, ni conejos, ni gato psicodélico, ni Reina de corazones pero sí hay té con tortas, masas, delicatessen y comida. Mucha comida. 
Pasen sin miedo del otro lado del espejo.
Es Ruiz es el país de las maravillas.

Mystery Tour Cafetero II
Hoy:

Es Ruiz


  • Cuestiones generales. El Cafetín Es Ruiz está ubicado en Caballito, más específicamente en el conocido Barrio Inglés. Apenas seis manzanas de casonas residenciales alejadas del bullicio de Av. Rivadavia. Esta zona está protegida por el GCBA con el objetivo de conservar el patrimonio histórico y evitar el avance de la construcción urbana moderna. Nada de edificios inteligentes. Silencio alrededor, balconcitos soñados y calandrias que cantan a nuestro paso. Faltan las ardillas y un bambi para que todo sea perfecto. Y llegó Es Ruiz al barrio. Dios existe y atiende en Caballito. 
  • El ambiente. Impoluto más no frío. En Es Ruiz hay varios sectores: un patio, una planta baja y un 1er. piso. Las mesas son de mármol, y las que están preparadas para un grupo de personas son de tipo escandinavo. Cada mesa tiene un botón para llamar al camarero en cuestión, una buena medida si nos toca una mesa en el 1er. piso, por ejemplo. El lugar es sobrio, fino, elegante. Hace juego con la pastelería del lugar. Todo tiene una razón de ser. Todo combina. Todo encaja donde tiene que encajar. Es como ese programa de pastelería en la campiña inglesa, The Great British Bake Off. Así de puntilloso y exigente es Es Ruiz
  • La atención. Estamos en el barrio inglés atendidos por gente que parece inglesa. Parte del trabajo de los camareros del lugar debe ser aprender de memoria qué tiene cada una de las mini gauteaux. Es la pregunta del millón de todos los vecinitos que nos paramos delante de esa heladera a babear y emprender la dura tarea de elegir sólo una del montón. Son perfectas, hermosas, ricas. Las chicas y chicos que atienden, sin repetir y sin soplar, nos cuentan todas las opciones. Seguramente, sería más fácil rotular a cada una de las mini gauteaux para que no tuvieran que repetir lo mismo a cada uno de los vecinitos, pero quizá hay una explicación marketinera al respecto o es parte de un juego de seducción: si paso por ahí y escucho sobre cremas catalanas, cítricos y mouses es probable que me lleve una a la mesa y otra distinta para probar en casa. La gente que atiende sonríe, agradece, es amable y sabe. 
  • Demora. Siempre hay gente en Es Ruiz. Sin embargo, este detalle no implica una demora en la atención. Insisto: este lugar es preciso. Las cosas llegan en tiempo y forma a la mesa. Si van a almorzar, la comida llegará caliente. Si van a merendar, el agua del té llegará en su temperatura ideal. Tanta perfección me va a enfermar.
  • Los precios. Tomar un café con gusto a café o probar uno de los blends de la línea de Inés Berton con una mini gateaux del Maestro Pastelero Multipremiado Eduardo Ruiz es más que posible. De hecho, es más caro merendar en conocidas franquicias que en este ambiente cuidado y único. ¿No hay mucho para pensar, no?
  • El público. Gente como uno, diría Martín Revoira Lynch, ese personaje de Fernando Peña que amaba escuchar todos los jueves por la Metro. A Revoira le encantaría Es Ruiz, claro. Pero también le gusta a las señoras del barrio, a los grupos de amigas, a mamás jóvenes con sus carritos de bebé. El público es mayormente femenino. ¿Acaso no hay mejor plan que ir a tomar el té con tu amiga? 
  • Lectura elegida. A Es Ruiz se va sin libro. Hay muchas delicias para mirar y siempre que voy mucho para hablar. Aunque en la cartera tenía Los mejores cuentos de mi querido F.S.Fitzgerald. Una relectura muy apropiada para este lugar. 
  • Detalles que me gustaron. ¿No es obvio? La pastelería. Prueben por favor la untuosidad de las cremas, un buen chocolate, un corazón de naranja escondido en ese chocolate. También se puede almorzar en Es Ruiz y es tan recomendable como su pastelería. 
  • Detalles que no me gustaron. Por todos los motivos anteriormente citados, Es Ruiz siempre desborda de gente. Ergo, es ruidoso. No es un bar para sentarse a leer en solitario. Ni lo sueñen. Es EL lugar ideal para ir con tus amigas y ser unas ruidosas más.
  • Volvería? SIEMPRE. 

Nos vemos el mes próximo con más Mystery Tour Cafetero!


Cafetín Es Ruiz: Terry 300, esquina Valle. 

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