Dedicado a mi mamá, una de las tantas fans de David Bowie.
El vecinito no está en Río, tampoco en Gualeguaychú, Jujuy ni Montevideo. Mucho menos en Venecia. Sin embargo, no estar en cualquiera de estos destinos turísticos carnavaleros no nos impide disfrutar los feriados de carnaval.
Ya sin "bombuchas" ni disfraces optamos por otro tipo de festejos. Son días para descansar, juntarse con la familia, con amigos, disfrutar de ricas comidas y ver películas hasta tarde. Y una de esas películas que decidimos volver a ver este carnaval fue Laberinto. Todavía recuerdo cuando fuimos juntas con mamá a ver a David Bowie en la pantalla grande. Claro que en el año 86 todavía no sabía quién era Bowie y sólo podía verlo como Jareth, el Rey de los duendes.
Laberinto cuenta la historia de Sarah, una adolescente que una noche cualquiera debe quedarse al cuidado de su hermanito bebé. Disconforme con esta situación de niñera y fanática de los cuentos fantásticos le pide al personaje de su libro de fantasía favorito (Laberinto) que se lleve a su hermano que no para de llorar sin pensar que, a veces, los deseos se transforman en realidad.
Ante la sorpresa, el Rey Jareth le propone a Sarah la aventura de recuperar a su hermano en el transcurso de una buena cantidad de horas en la que deberá resolver su laberinto y llegar hasta su castillo si no quiere que su hermano se convierta en duende.
La película incluye monstruos, caballeros, acertijos, enanos y trampas que cambian constantemente.
Y sí, las canciones del Duque Blanco que, en el fondo, está perdidamente enamorado de Sarah y le propone un mundo ideal de cuento de hadas.
El video de la semana es lo más alusivo al carnaval, un carnaval a la manera de la vecinita: romántico y musical.
Los dejo con el Rey encantador.
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