18 enero, 2011

Había una vez un circo

Tell me ¿what you don't like about yourself?



Hoy a las 10 de la noche cuando Sean McNamara o Christian Troy pregunten ¿Qué es lo que no le gusta de Usted? se me va a piantar un lagrimón.
Durante 6 años cada capítulo de Nip Tuck, la serie que relata la vida de dos cirujanos plásticos bastante impresentables empezó de la misma manera: con una pregunta, siempre la misma. Las respuestas a esa pregunta fueron tan diversas como caprichosas: obsesiones, culpas, inseguridades y ridiculeces al por mayor. Porque si hay algo que Nip Tuck supo hacer fue sacarle el jugo al ridículo. Los realizadores de la serie se rieron con nosotros y nos vendieron lo que quisieron: tráfico de órganos, reality show, enanos, actrices porno, cientología, anorexia, terapia de pareja, abusos carcelarios, enfermedades terminales y un circo de freaks adorables.
Había una vez un circo y se llamó Nip Tuck. Bienvenidos al número final.

Desde el primer momento Nip Tuck fue explícita, aunque con un poco de valentía las escenas de quirófano se superan sin dificultad.
Los diálogos y las situaciones que se generan entre los protagonistas ayudan a sobrellevar las escenas cruentas, y gracias al encanto de Troy y McNamara olvidamos el serrucho que tienen entre manos y la carnicería a la que podemos llegar a someternos.
Esta misma carnicería (que es pura ficción) hizo que todos los que alguna vez tuvieron la fantasía de pasar por un quirófano lo pensaran mejor.

La serie no tuvo personajes con nombres de filósofos como en la isla de Lost ni tampoco atentados que pusieran en riesgo la vida del presidente de Estados Unidos como en 24, pero gracias a ella nos familiarizamos con términos como rinoplastía, alopesia, mamoplastía y la toxina botulínica, el famoso botox. Así fue que aprendimos y compramos durante todos estos años el pequeño Nip Tuck ilustrado.
Pero esta noche, el manual se cierra y quedará en la biblioteca para cualquier consulta, para cuando tengamos ganas de ver alguna historia delirante o simplemente para admirar el cuerpo tallado del Dr. Christian Troy y sus boxer Armani.
De eso se trató Nip Tuck, de exponer no sólo el cuerpo sino todas nuestras miserias. Vimos como un labial rojo puede dejar de ser un elemento de seducción y convertirse en un instrumento siniestro que marque en cuestión de segundos todas clase de imperfecciones frente a un espejo.

Por otro lado es cierto que hubo escenas escatológicas, pero también hubo momentos bizarros y grandiosos como "Corazones y bisturíes", la serie de tv por la que Sean McNamara le roba protagonismo a su socio y amigo, el mujeriego Christian Troy. Hubo desplantes en un altar cuando Christian intentó ser un buen chico casándose con Kimber, aquella modelo y actriz porno que estuvo presente desde el primer momento de la serie y que finalmente tuvo un triste final arriba de un yate en esta 6ta. y última temporada. Hubo varios intentos de reconquista entre Sean McNamara y su mujer, peleas por custodias de hijos no-biólogicos, intentos de romance, mucho sexo, buena música y apariciones premium como las de Madonna y Joan Rivers, la más mala de la red carpet.

Christian y Sean vivieron la vida loca durante mucho tiempo. Llegó el momento de despedirse y madurar.
Atrás quedará Julia, la mujer que los dos amaron como pudieron. Matt, el hijo criado por este triángulo que no da pie con bola.
La Sra. Grubman, aquella cliente fiel de McNamara/Troy adicta a las cirugías estéticas. La insufrible psicóloga y madre de Julia, la actriz Vanessa Redgrave.
Collen, la manager de Sean en Hollywood cuando éste deviene estrella mediática.
Y por supuesto cómo no dejarla para lo último: Liz Cruz, la anestesióloga y amiga de la dupla Troy/McNamara. La misma que cayó en las redes de Troy, dejando a un lado su lesbianismo militante convirtiéndose por un rato en su mujer y guía cuando Christian pensaba que se moría solo como perro malo. Durante todas las temporadas Liz fue la voz pensante de esa clínica ultra moderna dirigida por McNamara/Troy, la única con sentido común y carácter de la que por h o por b no pueden deshacerse tan fácilmente porque la adoran y necesitan como chicos de jardín de infantes.

Termina Nip Tuck y yo confieso que he pecado durante 6 años.
Un corte, una quebrada y la puntada final.


Nip Tuck - Capítulo Final se emite por el canal FX, hoy a las 22 hs.

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