06 julio, 2015

Expedición Morfi 2: El último beso


Hace unos días, una de mis amigas de expediciones y aventuras me habló de este lugar. Su tía se lo había recomendado. Yo sólo lo había escuchado nombrar, sabía que quedaba en Palermo y que era el lugar ideal para ir a tomar el té con una de tus mejores amigas. 
Además, el lugar me lleva al recuerdo de la bellisima película italiana de Gabriele Muccino. Así se llama, L'ultimo bacio. Todavía recuerdo la emoción con la que salí del cine. Quizá, esta visita y segunda expedición que hoy traemos al blog no sólo aporte datos gastronómicos sino también una recomendación cinéfila. Pasen y vean!



Expedición Morfi 2: 
El último beso, sólo apto para románticos


  • El ambiente: El plato fuerte del lugar no es una porción de torta ni un blend de frutos rojos. La estrella del lugar es el lugar en sí mismo. Nada que conste en el menú se compara con la lograda ambientación 100 % shabby.  Los que me conocen podrían pensar que este es un lugar pensado para la vecinita. Y un poco, sí. El último beso consta de 3 ambientes dispuestos para sentarse a disfrutar de una merienda y un cuarto ambiente que funciona como tiendita para admirar detalles en cada rincón y quizá, llevarse algún recuerdo como tarjetas artesanales con estampas antiguas o un par de aros. Hay un libro de Audrey Hepburn abierto cuidadosamente con fotos de Vacaciones en Roma, paredes empapeladas con mensajes de amor y muchas ilustraciones de enamorados. Hay fuentes y flores y silloncitos tapizados con colores cálidos. Es el lugar ideal para jugar por un rato a ser Elizabeth Bennet y soñar con nuestro Mr. Darcy.
  • La comida: El día que fuimos a El úlltimo beso fue uno de los días más fríos del año. Por eso, ni bien llegamos, elegimos un blend de la romántica carta del lugar y algo rico para acompañar. Cada uno de los blends lleva el nombre de alguna película, por supuesto, romántica. Por mencionar algunos ejemplos, hay blends que llevan por nombre Antes del amanecer, La dama y el vagabundo, La rosa púrpura del Cairo, Lo que el viento se llevó y Tienes un e-mail. Y en éste último, mi elegido, me detengo y cito: blend de té negro con toques azules como los del jardín del encuentro, con destellos amarillos como el cabello de Meg Ryan, y un incomparable aroma de las Vainillas más finas del mundo traídas de la Isla de Bourbon. ¿No les parece una linda y distinta manera de presentarnos un rico té de vainilla? La delicada vajilla, los scones y la tarta de manzana completaron la merienda de chicas. Todo rico. Todo en su justo dulzor.

  • La atención: Esta categoría siempre es floja. Como dice Bono, todavía no encontramos lo que estamos buscando. Si bien la atención no fue mala, tampoco es para destacar.  
  • El público: Mayoritariamente femenino. Mujeres de todas las edades. Amigas, madres, abuelas. Si bien los hombres son bienvenidos, es un lugar "de chicas". 
  • Demora: Ninguna. Estuvimos varias horas charlando, tomando té y luego un café y todo fue a tiempo.
  • Precios: Ya no existe eso de "precios palermitanos". Hasta hace un tiempo, ir a comer a Palermo era más caro que comer en otros barrios. Excepto algunos casos, hoy es más o menos lo mismo.
  • Detalles que nos gustaron: ya está dicho arriba, pero remarcamos: la vajilla, la ambientación, la carta, ¡los scones! y la charla con mi amiga.

  • Detalles que NO nos gustaron: Seguramente, el agua para el té llegó a la mesa en su punto justo de hervor, como corresponde, pero el problema es cuando se llega a la segunda taza. La temperatura del agua en la tetera no se conservó lo suficiente. Quizá vale la pena dejar de lado la exigencia del grado justo de la temperatura del agua y así asegurarse una segunda taza de té bien caliente. Otro detalle, en el baño hay una bañera de las antiguas, llena de agua casi hasta el borde, con pétalos de rosa. Si bien haría juego con todo lo que nos quieren vender y lo que vengo citando en este post, la idea de que allí, tan alejado del resto de los ambientes, haya una bañera llena y nadie dentro me remite a una de terror. Por más pétalos de rosa que haya dentro. Y sí, soy una romántica pero también me encanta Stephen King.
  • Volveríamos?: Sí, pero hay tantos lugarcitos más para conocer! 
  • Dirección: Nicaragua 4880




Hasta la próxima expedición!

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