20 junio, 2013

Tony Soprano: 1961-2013


Esta serie trata sobre un tipo en torno a los 40 años. Ha heredado un negocio de su padre. Está tratando de situarlo en los tiempos modernos. Tiene todas las responsabilidades que de ello se derivan. Tiene una madre autoritaria de la cual aún trata de escaparse. A pesar de que ama a su esposa, ha tenido aventuras. Tiene dos hijos adolescentes, y está haciendo frente a la realidad de lo que ello conlleva. Está preocupado y deprimido, y comienza a ver a una terapeuta porque está buscando el significado de su propia vida. Pensé: la única diferencia entre él y toda la gente que conozco es que él es el Don de Nueva Jersey.

Chris Albrecht (presidente de HBO) 
Los Soprano forever, Antimanual de una serie de culto 

El motivo por el que Tony Soprano podía hacer una sesión de fotos con pollitos sin pensar en hacerlos picadillo, es porque Tony era un buen tipo. Difícil de llevar, pero fácil de querer. Si alguien estaba de capa caída  ahí estaba Tony, con una bandeja de cannoli o los mejores cigarros. Igualmente capaz de matar a sangre fría al enemigo como encariñarse con los patos que hacían acto de presencia en la pileta de su casa o llorar la muerte de su caballo. Tony invitaba gentilmente un plato de pasta en Il Vesubio y después a zambullirte con él, en el sillón de su casa,  a mirar un documental del History Channel con el pote de helado en la panza.

Hoy estuve repasando algunas escenas de una de las mejores series que vi en mi vida. Tuve la necesidad de sacar de la biblioteca el libro de Los Soprano y buscando encontré el reportaje que le hiciera James Lipton desde el Actor's Studio. Volviendo a repasar fugazmente su carrera pensaba lo mucho que Gandolfini tenía para darnos.
Porca miseria...
Chau Tony, vamos a extrañarte.


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