13 mayo, 2011

Como un cuento

Parece un cuento, pero no.


Eso es lo mejor...darse cuenta que todo lo que está expuesto allí es de verdad, que la excelente atención que uno recibe no es una equivocación y que todavía es posible encontrar en la ciudad un lugar que reuna tantas cosas ricas en un ambiente amoroso y amigable.


Estoy hablando de Smeterling, una patisserie boutique que tuve la suerte de conocer mientras buscaba un regalo para el vecinito. Smeterling fue amor a primera vista, como el nuestro. Estoy segura que si pasan por la puerta de este precioso local y más aún si son de espíritu romántico (y glotón) no podrán resistir la tentación de conocerlo y llevarse un souvenir dulce bajo el brazo o ¿por qué no? tomarse unos minutos para degustar un rico café al paso con alguna delikatessen.


La cocina de Smeterling está a la vista, sólo la separa de los clientes una barra impecable y cuatro taburetes. Las chicas pasteleras sonríen mientras preparan merengue y de fondo suena el disco de bossa de Diana Krall.


A un costado de la barra veo un sillón vintage con estampas floreadas que no puede más de romántico, libros de pastelería importados, cupcakes, vajilla antigua inglesa, packs de café y té para llevar a casa, frascos enormes llenos de maccarrons, cookies y las grandes estrellas del lugar: las mini cakes. Estas mini tortitas equivalen a 2 porciones, también hay cakes tamaño medium. Ya sea una Sacher Torte, un biscuit de chocolate o un cake de limón todo lo que allí se produce es exclusivamente pastelería europea de alto nivel.

Una de las pasteleras me asesora con las mini cakes y me explica todo lo que pregunto con una preciosidad digna del local. Finalmente me decido por un cake de limón y pido si lo puede envolver para regalo, de manera que también se conserve para el viaje de vuelta a casa.

Así quedó el packaging:





Isabel Vermal, la mismísima dueña de la flamante patisserie, dejó el merengue a un lado para comentar y pedir mi opinión con dulzura y sencillez respecto al colgante de zanahoria que adornaba la cajita, detalle que ella misma se había encargado de preparar.


En resumen, Smeterling es un local refinado y cálido a la vez en un barrio conservador y coqueto como Recoleta.

Hay parking de perritos y lindos detalles para regalar o regalarse.

Excusas de sobra para volver más de una vez.


http://www.smeterling.com/
Smeterling Patisserie: Uruguay 1308

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