30 julio, 2008

El lado B de las cosas

Lo previsible aburre. Pueden cambiar las caras, los gestos o los lugares pero esa sensación de déjà vu permanece si no existe un recorrido alternativo de las cosas, un atajo. No es soberbia ni exigencia, más bien tiene que ver con cierto reclamo urgente de originalidad. Por ejemplo, en términos de moda, cualquier mujer puede tener el clásico vestidito negro en el placard pero lo interesante y lo que en definitiva marcará la diferencia es volver personal esa opción universal, darle una vuelta de tuerca. Los zapatos, accesorios y hasta un peinado nuevo sirven para el caso. Si bien lo clásico muchas veces es sinónimo de comodidad es divertido salirse del patrón de las opciones simplistas. En términos musicales, cuando no existía el cd ni había ipods o mp3 siempre prefería el lado B de los cassettes. Por lo general el lado A incluía los hits que aprendíamos de memoria en tiempo récord pero como todo, la novedad tenía fecha de vencimiento y el desafío era descubrir el lado B. Lipstick Jungle, la nueva serie de la autora de Sex and the City es un auténtico lado B. Nuevos personajes, nuevos conflictos. Las chicas Lipstick son simpáticas, pero no tanto. No beben cosmopolitan, prefieren el champagne. Trabajan mucho, se divierten menos. Aunque el botox disimule el paso del tiempo bordean los 40. Tienen novios millonarios, esposos, hijos y ocasionalmente amantes. El pecado mortal radica en que desean tanto ser A que olvidan sus intentos por convertirse en un buen lado B. Es sabido que toda exploración al lado B de las cosas conlleva cada tanto querer volver al lado A. Es ahí cuando buscamos en Lipstick Jungle a Sarah Jessica Parker y sus amigas y fracasamos. En su lugar encontramos a Wendy, Nico y Victory, tres mujeres ambiciosas que se mueven en el mismo escenario que su antecesora: Manhattan, pero que poco o nada tienen que ver con la compradora compulsiva de zapatos Manolo Blahnik.
Después del éxito de Sex and the City, Candance Bushnell (autora del best seller transformado en serie) se endulzó con la idea de contar historias del universo femenino en la Gran Manzana. Esta vez centró su atención en un trío de mujeres poderosas que tratan de sostener con uñas y dientes sus posiciones en la industria del cine, las revistas de moda y el diseño.
Wendy (Brooke Shields) es directora de una empresa cinematográfica. Reparte su tiempo entre el trabajo, sus amigas, hijos y un marido desempleado con un sentimiento de inferioridad ante este panorama.
Nico (Kim Ravor, la novia de Jack Bauer en 24) es editora de una revista de moda y lucha por quedar al mando de la publicación. Desmotivada e inmersa en un matrimonio burgués y aburrido busca refugio y vuelve a sonreír en los brazos de un fotógrafo jovencísimo.
Victory (Lindsay Price, una ex Bevery Hills 90210) es diseñadora de modas y la única que parece más frágil entre estos dos mujerones con el mismo grado de calidez que un témpano. Si bien Victory tuvo su momento de gloria en la moda está atravesando una crisis que lejos de dejarla en Pampa y la vía la empobrece anímicamente. Pero como en todo cuento de hadas moderno, Victory encontrará a un señor con plata que la ampare. Su príncipe azul es Joe Bennett (Andrew McCarthy), un multimillonario que no para de consentirla con chocolates suizos, un vestidor a su disposición y cenas en París.
Dejando las historias de lado Lipstick mantiene el glamour como estandarte: hay ropa linda, tacos altos y lugares fashion, pero no alcanza.
La historia de las chicas de Manhattan se vuelve pretenciosa en su afán por aparentar ser un legítimo lado A. Lo bueno sería admitir dignamente la derrota. Después de todo, en el lado B, también se escondía algún buen tema.


Lipstick Jungle repite 1ra. temporada los martes a las 22 por Fox.

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