10 abril, 2008

Belleza americana


Dicen que en toda buena familia hay una oveja negra. Los Darling son un rebaño oscuro, pero tienen un buen pastor que los guía y cuida día y noche. Feriados inclusive.
Nick George (Peter Krause) es el hombre de confianza de los Darling, una de las familias más influyentes y ricas de Nueva York. Abogado y mediador de todos los chanchullos en los que suele caer el clan. Es discreto y por sobre todas las cosas, sabe escuchar sus cuitas. Acechado por el karma de encarar personajes asfixiantes vinculados a la pérdida paterna (fue el hermano sufrido en Six feet under), en Dirty Sexy Money el muchacho mantiene su esencia de buen tipo y esta vez le toca perder a su padre en un sospechoso accidente aéreo. Ante la tragedia hereda el lugar de su progenitor como consejero familiar full time, en el fondo, con la corazonada de encontrar algo turbio que involucre a la inescrupulosa familia con la muerte de su progenitor.
Simon Elder (ex novio de Miranda en Sex & the City), feroz y acaudalado competidor de los Darling, aparecerá en su vida para aportar pistas, pero también confusión. Es así que el pobre Nick se verá entre la espada y la pared sin saber en quién confiar y sospechando hasta qué punto todo forma parte de un sucio juego de poder. Pero Dirty Sexy Money no es sólo eso. Es un desborde de excentricidad. Pero ante todo, de buen gusto.

Los miembros de la familia Darling son capaces de tomar el jet privado para ir a jugar golf, por un día, a Italia. Cazan faisanes en su casa de campo, practican esgrima y son socios de un exclusivo club donde hacen negocios y sociabilizan con gente parecida a ellos. Delirantes al punto de lograr la autorización del alcalde para cortar el mismísimo puente de Brooklyn y festejar un cumpleaños con una exclusiva rave privada, dueños de hoteles de lujo, estadios, fincas para la producción orgánica de alimentos, torres de oficinas y condominios; los Darling son obscenamente ricos desde la cuna.
Dirty Sexy Money es visualmente impecable y cuenta con un elenco de lujo; elemento clave para que la apuesta sea totalmente creíble y legítima.
La Dinastía está encabezada por Tripp (Donald Sutherland) el patriarca déspota y controlador engañado por su distinguida esposa Letitia (Jill Clayburgh). Si bien el matrimonio se luce, los hijos son el plato fuerte. Por un lado, Patrick (William Baldwin) está a punto de lanzarse en la política, siempre atento por cumplir los deseos de su padre, excepto abandonar a "Carmelita", su amante transexual. Brian (Glenn Fitzgerald), un controvertido reverendo de la Iglesia Episcopal lucha la tenencia de un hijo extra matrimonial. Karen (Natalie Zea) se acaba de divorciar por cuarta vez porque ninguno es el adecuado, excepto Nick con el que mantuvo un romance en su adolescencia y del que sigue perdidamente enamorada. Por último, los mellizos Juliet (Samaire Armstrong) y Jeremy (Seth Gabel): chicos fashion victims, amantes de la noche y las celebrities. Juliet es la Paris Hilton de la familia que sueña convertirse en actriz. Jeremy mantiene oculto su apellido para que dejen de quererlo por el vil metal. Como pasatiempo intenta ganar la aprobación de su padre trabajando como valet parking en uno de los tantos edificios Darling.


Allá por los 80, la televisión norteamericana marcó un camino con la fórmula Dallas: un matrimonio infeliz caracterizado por la avaricia, el poder y el dinero. Los Darling aggiornan la fórmula y marcan su propio estilo. En Dirty Sexy Money no hay personajes secundarios. Los excelentes guiones de Craig Wright y las soberbias actuaciones hacen que todos sean protagonistas.
Secretos, política, corrupción, pasión y sexo convierten a los Darling en los nuevos Kennedy. Como éstos, al fin de cuentas, lo único que necesitan es sólo un poco de amor.

Dirty Sexy Money, todos los martes a las 20 por AXN.

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