"Con sus amigos la vida era a menudo un torbellino. Se conocían bien. Tenían costumbres comunes, gustos, recuerdos comunes. Tenían su vocabulario, sus signos, sus manías. Prolongaban la sobremesa. Hablaban de sí mismos y del mundo, de todo y de nada, de sus gustos, sus ambiciones. Iban a recorrer la ciudad en busca del único bar confortable que no podía faltar, y hasta altas horas de la noche, ante sus whiskies, sus coñacs o sus gin-tonics, evocaban, con abandono casi ritual, sus amores, sus deseos, sus viajes, sus rechazos, sus entusiasmos, sin extrañarse, por el contrario más bien encantados, de lo parecido de su historia y la identidad de sus puntos de vista..."
(Las cosas, Georges Perec)
Fragmento de uno de mis libros favoritos. Feliz día del amigo.
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