30 agosto, 2016

Bradshaw - Horvath: el duelo final

Después de pensar, escribir y recordar capítulos, la vecinita tiene claro que existen tantos motivos para amar a Carrie Bradshaw como a Hannah Horvath. 
Pasen, lean y saquen sus propias conclusiones del duelo final: Horvath -Bradshaw. 

El depto
  • Carrie Bradshaw ES ese departamento que amamos en el Greenwich Village, en NY. Es luminoso y femenino. Carrie es salidora pero también pasa tiempo en su casa. Hay capítulos en los que se apoltrona a ver películas en ese sillón noble que hizo Aidan. También adora sentarse frente a la ventana, mientras escribe sus columnas para el diario, y por supuesto, ese guardarropas envidiable que se lleva todos los premios. Aunque la palabra "Moda" está presente en cada rincón del depto de Carrie, no deja de ser cálido. Allí, Mr. Big pasó algunas noches y también vivió Aidan. Es el mismo depto que Carrie abandona para seguir a Baryshnikov a París y el que debe abandonar en la película, cuando Big compra el obsceno penthouse y la magia del depto de soltera queda en el olvido. Por otro lado, el depto de Hannah es lo opuesto al de Carrie Bradshaw; y está bien que así sea porque ahí no vive la fashionista Carrie y sus diseños de autor, sino Hannah y su desorden. En el depto de Hannah hay color, sin embargo parece oscuro y descuidado. Ésto no significa que no esté lleno de vida, por el contrario, mucha gente pasa por allí. Durante la primer temporada, Hannah convive con su amiga Marnie. Luego vendrá su novio Adam y después su ex novio y amigo gay Elijah. Es un departamento que recibe amigos, donde se hacen comidas y se recibe a padres. Hay algún detalle deco, algún mueble vintage que está bien, pero claramente ese espacio no es importante en Girls. Veredicto: El depto de Bradshaw es el ganador, no sólo por el buen gusto sino porque es tan importante como el mismísimo Mr. Big. A tal punto que su fachada es fotografiada por miles de turistas que pasan por NY.
La mudanza
  • Cuando Carrie Bradshaw decide dejar NY lo hace por amor. No sólo deja atrás a la Gran Manzana sino también a Big, a su depto y a sus amigas. Todo por París y su novio Baryshnikov. La oferta era tentadora pero, por más Torre Eiffel de fondo, la mudanza y el romance no funcionan. Cuando Hannah deja su depto en Brooklyn lo hace por una cuestión profesional: se va a hacer un posgrado a Iowa. No sólo deja ese depto desordenado del que hablamos en el punto anterior, también a sus amigas y a su novio Adam que está en un punto alto de su carrera como actor. La protagonista de Girls, igual que Carrie, encara con entusiasmo e ilusión esa nueva etapa en su vida pero las cosas tampoco le salen bien. Veredicto: las dos intentaron una nueva vida y por distintos motivos, no funcionaron fuera de su lugar de pertenencia. Si es por elegir un lugar, Carrie escaló alto de NY a París sin escalas. Lo de Hannah es más modesto, apenas cruzó algunos Estados (Brooklyn - Iowa), sin embargo, en Girls el equivalente a la experiencia de Carrie en París lo vive el personaje de Shoshana en Japón, pero eso es tema de otro post. En definitiva, votamos a Carrie y nos solidarizamos con todas las desgracias que le toca pasar en la Ciudad Luz. 
Las salidas
  • Carrie Bradshaw y sus amigas frecuentaban únicamente lugares fashion, lugares donde la gente hacía cola para entrar. Las chicas de Manhattan nunca esperaban, eran demasiado VIP para estar en una lista de espera. Ya sea gracias a los contactos profesionales de Samantha como RR.PP. o sólo por ser bonitas y llamativas, se ganaban el ingreso al club de moda, la primera fila en la Fashion Week o conseguían una mesa en el restaurant donde todo NY quería ir a comer. Por el contrario, Hannah y sus amigas son indies. Van a lugares under a escuchar bandas o a fiestas organizadas en casas particulares. Si acaso las vemos en algún bar, son de esos en los que los tragos se toman en vasos de plástico (como en la foto) y el porrón de cerveza se toma del pico.  Veredicto: Una de cal y una de arena. Nos gusta el glamour en Sex & the City y lo trash en Girls.
El mejor amigo gay
  • Stanford es el mejor amigo gay de Carrie. Es cariñoso, sensible y más bueno que el pan. Es casi un muñeco de peluche, incapaz de hacerle mal a nadie. Nos da un poco de ternura porque es más bien torpe para encarar a alguien, en parte, producto de su inseguridad. Generalmente no se viste bien y nos llama la atención cómo alguien como Carrie no pueda asesorarlo mejor en el tema. Dejando de lado la frivolidad, nos parece imperdonable que al creador de la serie no se le haya ocurrido una historia mejor para Stanford que juntarlo con su opuesto, Anthony, recién en la olvidable segunda parte de la película de Sex & the City. Claramente, Anthony no era la mejor opción para Stanford, no sólo por caer en lo fácil del tema de los opuestos que se atraen, sino porque no son personajes compatibles. No había química. NADA. La NO historia de Stanford en Sex & the City es un punto flojo de la serie. Por tantos años de fidelidad junto a su amiga Carrie, él se merecía más respeto y no una paparruchada como la de la boda de blanco y Liza Minelli. Una vergüenza.
  • Señores de Sex & the City: saquen lápiz y papel y aprendan de Lena Dunham. Con un poco de suerte, si se atreven, acaso puedan crear un personaje como Elijah, el mejor amigo gay de la protagonista. Allí donde Stanford era un personaje ocasional en Sex & the City, Elijah es tan protagonista como el resto de las chicas en Girls, y cuando no está ¡lo extrañamos! Girls es más Girls con Elijah. No es un secundario. Elijah es una loca mala, lo opuesto a Stanford. Sin embargo, y a pesar de su lengua venenosa, es un dulce de leche que busca enamorarse. Su autora le da el gusto en la quinta temporada y le consigue un candidato encantador. No voy  a spoilear nada porque vale la pena ver el romance de Elijah y la evolución de su personaje. Algo similar pasa con Adam y con muchos de los personajes de Girls. Lena Dunham tiene un talento especial para contar historias y lograr que sus personajes no tan friendly terminen encandilándonos. Digan y piensen lo que quieran: Es un talento. Una grosa. No puedo evitarlo. A diferencia de lo que contaba con Sex & the City, acá se nota el cariño y el respeto con el que Lena trata al personaje de Elijah. Y nos encanta! Elijah puede ser muy cruel pero también es el único que viaja a Iowa a animar a su amiga, el que va a escucharla siempre, el que va a consolarla cada vez que se pelee con Adam y el que descontrole con ella en un boliche cuando quieran aturdirse de sexo, drogas y música electrónica. Veredicto: voto cantado: Elijah es lo más y Horvath gana el punto.
Los padres
  • Hay una sola foto y tiene una explicación: Sex & the City no incluye a los padres de ninguna de las protagonistas. No sólo nunca se muestran, ni siquiera se habla de ellos. Es como si no existieran. Nunca supimos por qué. Quizá, nunca nos lo preguntamos hasta ahora. Es una falla? Es innecesario? Podemos discutirlo o podemos ir directamente al grano y reconocer que Lena Dunham supo equilibrar las problemáticas de un grupo de amigas en la crisis de los 30, el crecimiento, la búsqueda de una pareja, la crisis vocacional y entre tantas otras cosas, el vínculo con sus padres. Mamá y Papá Horvath son un plato fuerte. Si nunca vieron Girls y gracias a este post están reconsiderando la idea (ojalá), sepan que van a adorarlos. Les doy mi palabra. Son una parte muy importante en la serie y en la vida de Hannah. También aparecen los padres hippies de Jessa (Rossana Arquette es su madrastra), brevemente los padres de Shosh y nunca mejor elegida la mamá de Marnie, la regia Rita Wilson (esposa de Tom Hanks en la real life). Y hay una apostilla final: un capítulo adorable en el que conocemos a la abuela de Hannah y amamos a Lena por elegir para ese rol a la viejita June Squibb, actriz fetiche de Alexander Payne, uno de mis directores favoritos. Veredicto: no me dejan opción. Me encantan los papás de Hannah. 
Las amigas
  • Voy a ser breve porque este post es sobre Hannah y Carrie y no sobre el grupo que acompaña, pero al mismo tiempo, es inevitable hablar de las amigas. Como casi todo el mundo, vi Sex & the City hace varios años y fue una de mis series cabecera. Me encanta Carrie y sí, sólo Carrie. Pensaba que me gustaba Charlotte (el resto nunca me gustó demasiado) pero si hoy escucho alguno de sus parlamentos soy capaz de romper el televisor. Y esto pasa si se les ocurre ver Girls. No se trata de una cuestión generacional sino del abordaje de cada uno de los personajes. No se bien cómo pero Jessa, Shoshana y Marnie se volvieron muchísimo más interesantes que Samantha, Miranda y Charlotte. Sólo Carrie Bradshaw me parece perdurable en el tiempo que, para los fines de este post, es lo que más nos interesa. Carrie tiene magia y es capaz de llevar delante la serie, no así el resto. Seguramente, pasa algo parecido en Girls. Nadie como Hannah puede tirar del carro, pero la construcción de sus personajes es más sólida, más interesante, más cruda, más real y descarnada. Veredicto: a veces, las cosas más inesperadas pueden pasar. Samantha, Charlotte y Miranda son más regias y se visten mejor pero Jessa, Marnie y Shosh son más ricas que un vestido de Dolce & Gabanna. Mi punto para Girls
El plan B
  • Ahora sí, déjenme pegarle un par de cachetazos a la Bradshaw. Como anticipara, la vecinita admite cierta debilidad por Aidan, el plan B de Carrie ante tantos desplantes del Señor Big. Si bien sabemos que la historia estaba perfilada para que Carrie se quedara con Big, su novio Aidan fue un caso especial, y tanto fue así que su creador incluyó a este personaje en dos temporadas. Carrie sale con Aidan en la segunda temporada y se reencuentran en la cuarta, pero no sólo se trata de una segunda vuelta. Hay una convivencia de por medio y una proposición de casamiento amorosa y romántica, como es Aidan. El plan B de Carrie es un tipo noble, emocionalmente opuesto a Big. Es un novio bueno, sexy y responsable. Diseña muebles y ¡tiene un perro! Carrie no sólo no simpatiza con el perro que le muerde los zapatos carísimos, sino que termina agobiada por Aidan. No soporta que él prefiera quedarse un viernes a la noche, en el sillón, comiendo pollo frito ni tolera sus manías masculinas de acumulador de frascos vacíos de desodorante. Mucho menos que le pregunte apenas pasa el umbral de la puerta de casa cómo fue su día...en fin, ya sabemos que Carrie debe terminar con Big, pero su historia con Aidan es una luz en la serie y nos parte el corazón. Y sí, si todavía no se dieron cuenta, formo parte del club de Aidan. Forever.
  • Hannah Horvath también tuvo un plan B llamado Fran. Con menos carisma, Fran es una versión principiante de Aidan. Es un tipo decente, cariñoso, con intenciones serias y sobre todo, ama a Hannah con todos sus vicios y sus cosas retorcidas. Sin embargo, cuando Fran aparece en la historia y en la vida de Hannah sabemos que las cosas no van a funcionar. Estamos esperando que Hannah meta la pata una y otra vez y eso sucede. Más de una vez. Es cierto que a Fran no sólo le falta carisma sino también personalidad. Está lejos de hacerle sombra a su rival, Adam. Como dije en la primera parte de este duelo, Adam es un tipo difícil, igual que Hannah, pero con mucha personalidad y ahí, el plan B pierde como en la guerra, se cae a pedazos y Hannah se aburre y las cosas no funcionan, pero en el fondo hubiera sido lindo que le funcionaran. Veredicto: Aunque queramos matar a Carrie, nuestro corazón está con Aidan.

 Conclusión

¿Alguien lleva contabilizados los puntos? ¿Cuántos para Hannah y cuántos para Carrie? Olvídense de la competencia. Amamos tanto a Bradshaw como a Horvath. La primera llegó hace tiempo y nos hizo amar NY, entre tantas otras cosas. La segunda llegó de casualidad, en un momento justo de mi vida y fue una hermosa sorpresa. Hoy, quizá me siento más cercana a Horvath de Girls pero soy capaz de engancharme en algún zapping con cualquier capítulo de Sex & the City y recordar cada detalle. Eso sólo puede pasar con una gran serie y un mejor personaje, como Carrie.
A simple vista puede que sean el agua y el aceite, pero en el fondo de la superficie las dos nos contaron historias de amistad, metidas de pata y grandes amores. Y entonces, el veredicto es único y universal: Amamos a las dos.

Gracias por tanto.

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